Tinajas y cuevas enológicas protagonizan una cata en la que el vino se marida con el patrimonio de Castilla-La Mancha

La apuesta de algunos bodegueros de Castilla-La Mancha por recuperar la técnica ancestral de elaboración o crianza del vino en tinaja y las cuevas enológicas, patrimonio cultural e histórico que se ha utilizado tradicionalmente para la producción y conservación del vino, son los dos puntos de partida de la actividad organizada por la Asociación de Catadores de Castilla-La Mancha (ACCLM) en FENAVIN y que tendrá lugar el próximo 6 de mayo, a las 18 horas.

Bajo el atractivo títuloCuevas enológicas y vinos en tinaja: marcando tendencia, la ACCLM pondrá en valor la conexión del vino y el patrimonio; un maridaje que invita a conocer las cuevas-bodega de localidades manchegas como Tomelloso –donde a mediados del siglo XX había más de 2.000 y hoy quedan unas 300- y de otros puntos como Valdepeñas, Manzanares o Villanueva de los Infantes, pero también a reconocer y disfrutar de la calidad de los vinos en tinaja que se elaboran en La Mancha y en municipios como Villarrobledo, cuna de la alfarería tinajera.

Y para ello, la actividad consistirá en una mesa redonda en la que participarán la presidenta y el vicepresidente de la Asociación de Catadores, María Victoria Jiménez y José Fernando García respectivamente, así como el presidente de la Asociación Amigos de las Cuevas de Tomelloso, Jesús Andújar, y el escritor y último tinajero de Tomelloso, José María Díaz, autor del libro Las cuevas: memoria de un patrimonio singular de Tomelloso. Posteriormente tendrá lugar una cata de tres vinos, concretamente un Airén de Bodegas Antonio Serrano, un Merlot de Bodegas César Velasco y un Graciano de Bodegas Verum.

La ACCLM es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es fomentar entre el público en general la cultura del vino y el patrimonio y contribuir a la promoción económica de las bodegas a través de actividades como la que se va a celebrar en FENAVIN. Su presidenta explica que a través de la cata los asistentes comprobarán cómo la tinaja aporta al vino unas características diferenciadoras similares a las que se lograban en siglos pasados en las cuevas, construcciones que surgieron gracias al duro trabajo de mujeres y hombres.

Y es que, en esta actividad, se hablará especialmente del papel de “las primeras mujeres en llevar pantalones”. “Para construir las cuevas, los hombres picaban y las mujeres sacaban la tierra que estaba por debajo de la tosca, que es la capa de piedra que da techumbre a la cueva y que podía tener entre 2,5 y 5 metros de espesor. A estas mujeres se les llamaba terreras y a los hombres picaores”, añade el vicepresidente de los Catadores.

El programa completo de ‘Catas y Armonías’ está disponible para consulta en la web de FENAVIN www.fenavin.com/actividades.           

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img