Siria, atacada por sus enemigos, traicionada por sus amigos

Durante unas jornadas hemos visto imágenes espeluznantes de asesinatos indiscriminados en Siria. Algunos cálculos estiman en varios miles los afectados por diferentes causas, más allá de las ejecuciones. El ensañamiento contra los alauitas -rama chiita profesada por Asad- y los cristianos, muestra el tacto y acierto de las potencias del eje anglosajón y sus acólitos al elegir con gran habilidad la peor alternativa posible para gobernar Siria; algo en lo que son verdaderos maestros.

¿Alguien se rasgará las vestiduras más allá de lágrimas de cocodrilo?, ¿por ejemplo, la ONU? Permítanme que lo dude. El nuevo poder sirio está en manos de un terrorista considerado peligroso hasta hace poco, poquísimo. En estos nuevos tiempos, la hedionda y corrupta UE lo recibió llena de alborozo. Este dirigente de la paz estaba encarcelado por su propensión al crimen. Curiosamente, alguien lo liberó dos meses antes de la florida primavera contra el régimen de Asad; de forma casi milagrosa, se encontró con una magnífica financiación; al parecer, de Catar.

Curiosamente, también, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos achacó a elementos asociados con el régimen anterior las ejecuciones sumarias. En sus años de inutilidad, despilfarro y compra de voluntades, la ONU aprendió perfectamente a quienes debe favorecer, según el momento y circunstancias. 

¿Por qué el colapso de Siria? ¿Qué pretende Israel? ¿Y Rusia e Irán? ¿Acaso han traicionado a su aliado estratégico? ¿Recuerdan cuando Busch, hijo, hablaba del eje del mal? El huevo de la serpiente del verdadero eje maligno está en las islas británicas, asentado en el trono del palacio de Buckingham; no es lugar este artículo para hablar de este asunto; nos dispersaríamos innecesariamente.

Desde Ben Gurion, judío jázaro considerado padre de la patria, el sionismo ha tenido a tres países en el punto de mira: Egipto, Irak y Siria. El primero fue neutralizado en los acuerdos de Camp David (1.978) entre Anuar el-Sadat y Menájem Beguín, con la mediación de Jimmy Carter. El segundo fue destruido en las guerras del golfo. Siria estuvo cerca de firmar la paz con Israel; un único punto obstaculizó el acuerdo: la exigencia de que se cumplieran las resoluciones de la ONU y se reintegraran a Palestina los territorios ocupados. Todavía hay quienes piensan la utilidad de las resoluciones de la ONU. Nada más se exigen a quienes no tienen poder ni quien les defienda. Nunca fue el caso de Israel.

¿Qué ha pasado? Siria se quedó sola. Todos la abandonaron. En realidad, todos fueron dos: Irán y Rusia. Difícil saber las causas. Sobran las explicaciones; si las hubiera, habría que añadirlas a la lista histórica de engaños que, convenientemente edulcorados por los medios masivos de cretinización -según expresión de J. M. de Prada-, los engulle el <pueblo soberano> sin rechistar.

Al parecer, los chiitas iraníes no veían con buenos ojos la resistencia siria a incluir a los Hermanos Musulmanes (HM) en su gobierno; no les importaba que fueran sunitas. Es de sobra conocido por cualquiera mínimamente informado que fueron los servicios de inteligencia británicos quienes crearon los HM como instrumento contra los gobiernos soberanistas de Egipto, por ello sorprende la <candidez> iraní. Quizá para entender su posición haya que analizar el significado de la umma para el islam. La umma representa la comunidad global de los musulmanes unidos por la fe islámica, independientemente de la rama del islam que se profese. Es la hermandad de creyentes; de quienes siguen las enseñanzas del islam. La cuestión no es tan sencilla, en la práctica. Los chiitas despliegan una interpretación más flexible del Corán y tienen algunos jefes religiosos de alto nivel, legitimados para emitir las fatuas. Los suníes son más fundamentalistas y, a diferencia del chiismo, no hay una autoridad suprema única para la comunidad y la emisión de las fatuas está más dispersa y descentralizada. En cierto modo, desde un punto de vista orgánico y salvando las distancias, los chiitas serían los <católicos> del islam y los suníes, los <protestantes>. En la actualidad, chiitas y sunitas están fuertemente enfrentados por una animadversión de casi 1.400 años. No obstante, la idea de la umma tiene mucha fuerza y es compatible, hasta cierto punto, con el enfrentamiento secular. De ahí, que los chiitas iraníes prefirieran en Siria un gobierno impregnado de religión islámica, aunque fuera suní, representado por los HM, que un gobierno laico. Por esa misma razón, quizá, prefirió la llegada del nuevo régimen al de Asad. No olvidemos que Hamás es sunita y los iraníes fueron capaces de entenderse perfectamente con ellos. Y ¿Rusia? ¿Abandonó a Siria a cambio de Ucrania?

Nadie duda de que Rusia ha ganado la guerra a Ucrania, al menos hasta el día de hoy. Pero en las relaciones internacionales, la victoria puede ser incompleta si no es reconocida por el resto del mundo o por una parte poderosa del mismo. En pocas palabras, para Rusia el reconocimiento de los territorios ganados en la guerra es de suma importancia. En este hecho podría estar la explicación de su abandono súbito al régimen de Asad, a pesar de ser un aliado estratégico en la región. En este aspecto es conveniente una reflexión ¿No estarán jugando EE.UU. y la UE a la vieja táctica del poli bueno y poli malo? Una vez adquirida la codiciada pieza de Siria, ¿no incumplirán de nuevo sus promesas? Ya lo hicieron con la ampliación al este de la OTAN; lo repitieron con los acuerdos de Misnk; ¿qué les impediría hacerlo de nuevo? Recordemos que, aunque el RU ya no está formalmente en la UE, tiene aun funcionarios integrados en su estructura. Personal que trabaja día y noche por los intereses de Gran Bretaña, no de la UE. Evidentemente, a las oligarquías corruptas de la UE no les importa; seguramente porque están perfectamente alineadas. Inglaterra es experta en jugar a ambos lados de la mesa; corromper. Prometer a varios lo mismo e incumplirlo después. Crear conflictos donde no los había y hacerlos desembocar en guerras crueles sin necesidad, salvo para beneficio de su plutocracia financiera y el afán de dominio y poder. Una pregunta adicional, ¿cómo es posible que los kurdos, supuestamente laicos, no se entendieran con Asad, un gobierno laico, y llegaran en un abrir y cerrar de ojos a un acuerdo con el nuevo régimen, formado por fanáticos sunitas? El mundo anglosajón está detrás ¿Dónde estaban las armas químicas de Asad? ¿De verdad no nos aburren las mismas tretas?

Rusia debe tener mucho cuidado. Las oligarquías israelitas son jázaras: de origen ruso, ucraniano, polaco…….Rusia también las tiene en su territorio. Ambas expertas en el doble juego. Otro jázaro es Zelensky, un hombre de lealtad británica.

A Siria la traicionaron sus amigos. Rusia podría acabar engañada otra vez.

Marcelino Lastra Muñiz

mlastramuniz@hotmail.com

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