El gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), Luis Carretero, ha explicado pormenorizadamente este lunes el alcance del modelo de gestión propuesto para diversos complejos hospitalarios de la región. Carretero se ha querido dirigir de un modo especial a los habitantes de las comarcas de Manzanares y Tomelloso, sometidos en las últimas fechas a mensajes contradictorios sobre los planes de futuro para sus respectivos hospitales.
«Quiero lanzar un mensaje tanto a los que salieron en manifestación (el domingo) como a los que decidieron no estar en esa protesta y destacar que sabemos que la salud es un tema muy importante para todas las personas en Castilla-La Mancha. Estamos trabajando para mejorarla, tanto en Tomelloso como en Manzanares. Y el esfuerzo lo estamos haciendo con un modelo de gestión», reafirmaba Carretero en una entrevista en Castilla-La Mancha TV.
El máximo responsable del SESCAM ha insistido en que los vecinos de Tomelloso y Manzanares, localidades ambas de la provincia de Ciudad Real, «seguirán teniendo unos hospitales excelentes, viables no sólo hoy, sino de cara al futuro». Para conseguirlo se hace preciso un nuevo modelo de gestión que aleje las amenazas económicas, más allá del mero recurso a una política de ahorro coyuntural: «En Sanidad no me gusta hablar de ahorro, sino de eficiencia, pues se trata de aprovechar bien el dinero del ciudadano; gestionar bien supone tener más recursos para dar más salud», ha recalcado.
Carretero ha resaltado que lo que se plantea desde el Gobierno de Castilla-La Mancha no es una gestión privada, sino una colaboración público-privada. «Lo que buscamos es encajar las potencialidades del sistema sanitario público, pues tenemos uno de los mejores del mundo, junto con la capacidad del sector privado de aportar gestión y eficiencia», ha explicado.
En este sentido, Carretero ha detallado que «básicamente, en un hospital público el gerente es contratado directamente por el Servicio de Salud; en un hospital de colaboración público-privada hay una empresa (con o sin ánimo de lucro) que asume la gestión de ese hospital, haciéndose cargo de un presupuesto fijo, equivalente al que tendría el hospital público, y que si se gasta más asume el riesgo de la gestión y que si la calidad que da no es la que se le pide por el SESCAM, también asume un riesgo financiero, porque se le aplicarían penalizaciones económicas».
«Así, con el nuevo sistema, el adjudicatario recibe una cantidad fija y determinada por el conjunto de población que va a ser atendida; si un paciente no está satisfecho y pide ser atendido en otro hospital del sistema regional, puede hacerlo sin problemas y eso supone, además, una penalización económica para el hospital de donde procede, que deberá asumir todo el coste». señala Caretero.
Carretero ha insistido en que el paciente -en ninguno de los casos- paga un solo céntimo por su asistencia y, en cambio, gana en libertad y en calidad. Un entorno que, por otra parte, favorece un mejor ejercicio de las capacidades del personal sanitario: «Tenemos unos profesionales excelentes en nuestro Servicio de Salud y muy comprometidos con la calidad asistencial; estoy seguro de que seguirán aportando el máximo esfuerzo y el máximo de su saber hacer», ha proseguido.
«Es un modelo que ya funciona en otras comunidades autónomas y que incluso se está exportando a otros países». Así, recientemente se ha tomado como modelo para el futuro sistema de salud británico el que se aplica desde hace años en Alzira, que es a su vez la referencia española en la materia.
Y precisamente en esa comarca levantina se acaba de hacer una encuesta, según la cual el 93 por ciento de los usuarios de la comarca ignora por irrelevante cuál es el modelo de gestión de su hospital, sostenido en colaboración público-privada y con uno de los mejores niveles de calidad de España. asegura el gerente. «No podemos dormirnos en los laureles. El SESCAM necesita introducir cambios que mejoren su eficiencia», ha enfatizado Carretero, más aún cuando este organismo administra la mitad de los impuestos de los ciudadanos de Castilla-La Mancha, lo que obliga a garantizar con ello la mejor calidad asistencial posible.
Preguntado por la actitud de los partidos políticos que cuestionan estos criterios, Luis Carretero ha esgrimido que «la oposición se opone, es su papel. Lo que yo esperaría, como gerente del SESCAM, es que lo hiciera de manera constructiva», ha concluido.