Estimados Señores:
Somos 7 personas con discapacidad intelectual que en representación de todos nuestros compañeros queremos expresaros nuestra preocupación por el posible cierre del Centro Ocupacional, las Viviendas con Apoyo y el Centro Especial de Empleo de La Solana provincia de Ciudad Real.
El Centro Ocupacional es nuestro lugar de trabajo en donde llevamos muchos años acudiendo y formándonos en los talleres. Es nuestra vida y si nos la quitan tendremos que estar en casa sin hacer nada, tristes porque todo lo que hemos conseguido se puede venir abajo (trabajo, ser más independiente, coger responsabilidades, valernos por nosotros mismos, tomar nuestras propias decisiones…).
Los usuarios de viviendas también están preocupados por el cierre. Se quedarían en la calle y sin su hogar, al no tener a ningún familiar que se haga cargo de ellos.
A continuación contaremos algunas de nuestras historias:
Yo me llamo Vicente y estoy mal de la memoria porque me pusieron corrientes en el cerebro y estuve a punto de morir, voy al médico todos los meses. Trabajo en el centro especial de empleo como jardinero y este trabajo me ayuda a mejorar mi memoria. Dependo de mi sueldo de jardinero para poder mantenerme ya que no tengo ni padre ni madre.
Yo me llamo Valeriano, tengo Síndrome de Down. Acudo todos los días al taller de bisutería del Centro Ocupacional. Soy el encargado de administrar materiales y contar piezas a mis compañeros. Hacemos collares y pulseras que luego vendemos. También estoy aprendiendo a ser más autónomo y no depender tanto de mi madre. Si cierran el centro tendría que estar todo el tiempo en casa y perdería la autonomía que he ido consiguiendo día a día.
Yo me llamo Jesús, somos 7 hermanos y 3 de nosotros tenemos alguna deficiencia mental. En el centro estoy aprendiendo a lavar mi ropa, a planchar, a ir limpio y arreglado. Si cierran el Centro Ocupacional perdería todo lo que estoy aprendiendo me vería en la calle vagabundeando para allá y para acá sin saber que hacer.
Yo me llamo David, hace seis años cuando murió mi madre, mis hermanos me buscaron un recurso y desde entonces estoy en el Centro Ocupacional y en la vivienda. Me costo mucho el cambio, estaba triste porque echaba de menos a mi madre y me acordaba de como murió delante de mí. Me enfadaba mucho con mis monitoras y estuve ingresado varios días en Ciudad Real donde ningún hermano vino a verme. Ahora me he dado cuenta de que mi hogar es la vivienda y estoy muy contento de estar aquí. Estoy aprendiendo para poderme independizar en un futuro. Tengo miedo y me pongo muy nervioso al pensar que pueden cerrar mi vivienda, yo no tengo a donde ir, me vería en la calle.
Yo me llamo Fernanda, también estoy en la vivienda al igual que mi hermano Manolo. Mi hermana Juana cuidaba de nosotros pero tuvo un cáncer de mama y murió y desde entonces estamos en la vivienda. Yo también trabajo en el centro especial de empleo como limpiadora y dependo de mi propio sueldo. Si cierran la vivienda no sé que pasará de nosotros y sobre todo me preocupa mi hermano Manolo que necesita mucha ayuda de las monitoras.
Yo me llamo Paco, estuve durante mucho tiempo cuidando de mi madre enferma en Puertollano. Cuando murió me buscaron un recurso y desde entonces estoy viviendo en el CADIG el Pilar de La Solana. Aquí estoy muy a gusto, me he echado una novia que es compañera mía y estoy muy feliz. Por eso estoy preocupado por si cierran los centros. Yo no tengo familia, mi única familia son mis compañeros y compañeras.
Yo me llamo Valentina, soy trabajadora del Centro Especial de Empleo, trabajo de conserje. Actualmente mi padre y mi hermano están en el paro y soy yo la que mantengo los gastos de la casa. Si me quedo yo también sin trabajo no sé como se va a mantener mi casa.
También tenemos otros compañeros en Aulas de Día que no pueden valerse por sí mismos y aquí se les atiende, se les cuida y las familias están tranquilas porque saben que están bien atendidas. También salen con sus educadores a la piscina, a la churrería, a cine, de paseo, etc… y nosotros los vemos más contentos.
Estos son algunos ejemplos pero hay 70 historias más de las personas con discapacidad intelectual que acudimos a estos recursos por eso rogamos que no cierren estos centros, es nuestra vida, nuestra forma de aprender y de integrarnos en la sociedad.
Hemos buscado por Internet direcciones dónde poder mandar esta carta.
Se me olvidaba, esta carta la he escrito yo ya que mis compañeros no saben escribir muy bien.
Muchas gracias y Feliz Navidad.