Reunido de urgencia el Comité Ejecutivo Autonómico de CSI·F ha acordado, como primera medida, convocar a todos los empleados públicos de Castilla-la Mancha, a concentrase 15 minutos, el próximo día 15 de diciembre, en las puertas de sus centros de trabajo, para manifestar su «rechazo» a los nuevos recortes adoptados por la Junta de Comunidades
Según el sindicato, estas medidas «se vuelven a centrar en los empleados públicos, que se convierten así en los auténticos paganos de una crisis económica multiplicada por el despilfarro y la irresponsabilidad de políticos corruptos e ineficaces. La sucesión de recorte-congelación-recorte en las nóminas, unido a la subida constante del IPC, supone una pérdida de poder adquisitivo por encima del 20%, para más de 70.000 empleados públicos en Castilla-La Mancha».
El sibdicato considera que los ajustes «son una agresión brutal a los funcionarios, laborales y estatutarios de la Junta que, tras un vergonzoso proceso de criminalización y linchamiento, vieron reducidas sus retribuciones en Madrid y ahora vuelven a ser recortadas en Toledo. Dos restricciones salariales, cientos de interinos a la calle, bajas que no se cubren, oferta pública de empleo paralizada y escandalosa disminución de la tasa de reposición crean un desolador panorama en la función pública de nuestra Comunidad».
«Cospedal, al igual que Zapatero, opta por la medida más sencilla y cobarde, que es recortar a los empleados públicos, colectivos muy controlados, cuyas nóminas son fáciles de reducir y manipular. Y todo esto sin informar a los representantes de los trabajadores», mantiene CSI·F, que señala que «no hay medidas valientes que afronten la economía sumergida de autónomos y empresarios, que acaben con la evasión de impuestos o que graven las rentas más altas».
El sindicato se pregunta «qué va a pasar con tantísimo mileurista de la JCCM cuya nómina, en muchos casos, constituye el único ingreso de la unidad familiar ¿Por qué amplían la brecha salarial que en muchos casos superan los 1.300 € entre las distintas regiones españolas?».
CSI·F lamenta que estas decisiones «demuestran el engaño y la mentira del PP cuyos dirigentes negaron reiteradamente antes de las elecciones su intención de llevar a cabo semejantes recortes. Las declaraciones de su presidente nacional y sendos escritos de su cúpula regional entran en contradicción con la política que llevan a cabo». Además, «no acaba con las duplicidades ni mejora la Administración. Mantienen las instituciones y los órganos que les interesan, prorrogando el caos retributivo en las Administraciones Públicas, sin eliminar las que generan duplicidades y gastos superfluos. Siguen conviviendo en un despilfarro inviable la Junta de Comunidades, las Diputaciones, los Ayuntamientos, las Mancomunidades, los Consorcios, los Entes y las Empresas Públicas, etc».
El sindicato sostiene que el plan de Cospedal «vuelve a dejar a los políticos al margen de los recortes. Por mucha propaganda que realicen sus restricciones son nimias y afectan a unos pocos. A nivel nacional no reducen los 75.000 cargos políticos, los 45.000 asesores o los 1.134 millones de subvención a los partidos. Piden sacrificio a los trabajadores pero ellos siguen duplicando cargos y sueldos, cobran por múltiples conceptos, mantienen una cohorte de asesores y unos complementos especiales tras dejar sus cargos, tienen sistemas de jubilación específicos y otras muchas prebendas».