Cáritas Diocesana de Ciudad Real, en el día Internacional del Voluntariado, felicita y reconoce la labor de sus 1.090 voluntarios, presentes en más de 63 localidades de la provincia.
En Cáritas, los voluntarios son los hacedores de la acción solidaria a lo largo y ancho del país. Son personas sensibles a la realidad de pobreza, comprometidos por su fe y adhesión al proyecto de Jesús de transformar la historia y hacer presente el Reino de Fraternidad y Justicia.
A través del valioso capital que constituye la labor de los voluntarios y voluntarias, Cáritas lleva adelante su misión procurando favorecer el desarrollo integral y la inclusión de las personas más necesitadas, desde una propuesta concreta de transformar la dolorosa situación de desigualdad que aún persiste en nuestro país. Por eso, Cáritas Diocesana de Ciudad Real agradece, acompaña y alienta el compromiso de tantos y de tantas que brindan su servicio desde la gratuidad con especial preferencia por aquellos que más sufren.
Además, y en el Día Internacional del Voluntariado, Cáritas Diocesana de Ciudad Real se adhiere al manifiesto que Cáritas Española ha elaborado para conmemorar este día y del que destaca que el pilar básico del ser y hacer de Cáritas, de su opción por las personas en situación de exclusión y vulnerabilidad y de su compromiso de sensibilización social, son las más de 61.000 personas voluntarias en toda España.
En este momento difícil que nos toca vivir desde el punto de vista económico y social, Cáritas reivindica la mirada abierta y atenta a la realidad de sus voluntarios a la hora de descubrir los nuevos rostros de la pobreza y las nuevas respuestas que desde Cáritas se pueden dar.
Esta institución de la Iglesia Católica apuesta por un modelo de voluntariado orientado a la acción fraterna, a la denuncia profética de la realidad y a la defensa de una economía a escala humana, inspirada por auténticos objetivos sociales sostenibles que, desde la recuperación del sentido del bien común global, esté al servicio de la construcción de una sociedad más justa y cohesionada.
De igual manera, apuesta por un voluntariado vigilante ante la responsabilidad de los poderes públicos de dotar de recursos suficientes a los servicios sociales para las personas más vulnerables, y de defender la dimensión internacional del compromiso contra la pobreza y la exclusión social desde los imperativos de la justicia y el principio del acceso universal a los bienes.
En el marco del Año Europeo del Voluntariado, desde Cáritas quieren manifestar su reconocimiento a la participación gratuita y generosa de tantas personas que trabajan por la construcción de una sociedad más justa y humana.
Por ello, invita a toda la sociedad a reactivar el valor de la gratuidad y sumar esfuerzos a favor de la dignidad de las personas en situación de mayor vulnerabilidad, en un marco de convivencia, despojado de toda actitud xenófoba y racista, donde la diversidad cultural sea un elemento enriquecedor que facilite el pleno ejercicio de los derechos de todas las personas, independientemente de su lugar de procedencia.
En el Día Internacional del Voluntariado Cáritas hace una llamada al conjunto de la ciudadanía a trabajar sin pausa en la transformación del actual modelo social, donde todo queda subordinado a los puros indicadores económicos y de crecimiento, y a implicarse en la construcción de un nuevo modelo de desarrollo y una nueva economía que tenga como centro el bien del ser humano y respete el medio ambiente. Un modelo donde vivamos sencillamente para que otros puedan, sencillamente, vivir.
Una experiencia gratificante
Esperanza, Dorotea y Mariano son tres voluntarios de Cáritas que trabajan en los programas de cooperación internacional, animación comunitaria rural y voluntariado, respectivamente.
Desde su experiencia en Cáritas, Esperanza asegura que el trabajo como voluntaria le sirve para intentar cambiar el mundo, ayudando a hacer realidad el slogan de la campaña de voluntariado de este año: «Atrévete, Vidas voluntarias que cambian el mundo». En parecidos términos se pronuncia Dorotea quien asegura que dar un poco de su tiempo a los demás es una tarea muy gratificante, al tiempo que le sirve para ver que delante de ella hay un ser humano que necesita su ayuda y su comprensión.
Por último, Mariano afirma que ser voluntario le supone un compromiso serio, una regularidad constante y disponer de un espacio donde puede desarrollar acciones y actividades organizadas, donde ayuda a los demás.
Estos tres voluntarios llevan años implicados en los diferentes programas de Cáritas en sus municipios y aseguran que esa experiencia personal les ha servido para valorar más lo que tienen, para mirar con otros ojos y sentir los problemas de los «últimos» como si fueran propios y para tomar impulso y conciencia y que la atención a los más desfavorecidos la realicen desde el convencimiento, sin cundir en ellos la desesperanza ante las dimensiones que está alcanzando la pobreza.
Por último, todos coinciden en afirmar que la persona voluntaria siempre recibe más de lo que da. Ésta es la opinión de Mª Esperanza y de Dorotea que aseguran que se sienten bien al saber que están ayudando a personas que lo están pasando mal, aquí o en otros países a miles de kilómetros de distancia .
Por último, Mariano asegura que animaría a otros a ser voluntarios desde su convencimiento de que se puede transformar parte de la realidad actual y de que todas las acciones socio-caritativas son útiles. Por último, asegura que unidos, en la acción que desarrollan en Cáritas, «podemos juntos cambiar la realidad y la historia».