Canción triste del Aeropuerto de Ciudad Real: Conoce las verdaderas razones de su «suspensión» y el futuro de la plantilla

Que el Aeropuerto de Ciudad Real esté herido de muerte no es obstáculo para que PSOE y, en menor medida, PP, se hayan mostrado “políticamente correctos” ante su futuro. Ambas formaciones dejan la puerta abierta a un hipotético rescate de la infraestructura, pero no parecen verlo igual sus administradores concursales, quienes esbozan un panorama desolador. Así se desprende de la solicitud de autorización de suspensión de actividad remitida al juzgado, cuyos detalles te revela en exclusiva MICIUDADREAL.ES. El documento denota el desaliento de los responsables del aeropuerto ante su gravísima situación financiera, las decisiones políticas, la amenaza de Barajas o el papel de la prensa.

El PSOE, como padrino político del aeropuerto, sigue defendiendo su potencial de futuro y recriminando la política de “abandono” del PP. Y los populares, aunque culpabilizan al PSOE de la creación de esta “galería de los horrores”, confían en que finalmente la infraestructura remonte el vuelo tras la reactivación de la economía española. O al menos así lo aseguran…

Mientras tanto, los administradores concursales y los socios supervivientes en el Consejo de Administración mantienen una amarga disputa entre bambalinas, ya que estos últimos consideran que lo único que les interesa a los primeros es valorar la liquidación de la sociedad, lo que les reportaría más ingresos añadidos a los cinco millones de euros que, supuestamente, se van a embolsar por su actual gestión. Y en medio de todos, los trabajadores, que hace unos días se concentraban ante las puertas del Palacio de Justicia para exigir el cobro de sus nóminas, e información sobre el futuro y viabilidad de la infraestructura.

Pero, ¿en qué términos defienden su postura los administradores concursales? ¿Qué aducen para pedir al Juzgado que les permita suspender temporalmente la actividad aeroportuaria? Pues que hay pocos resquicios para la esperanza. Al menos así queda reflejado en la descripción de la situación del Aeropuerto de Ciudad Real que el administrador concursal Francisco Pérez Pérez remitió el pasado 4 de octubre al Juzgado de Primera Instancia y Mercantil Nº 4 de Ciudad Real para solicitar la aún pendiente suspensión temporal de actividad.

En ese documento, al que ha tenido acceso MICIUDADREAL.ES, los actuales gestores de la infraestructura, por boca de Francisco Pérez, transmiten su impotencia para reflotar el proyecto, aduciendo múltiples circunstancias y culpabilizando a tirios y troyanos: desde la gravísima situación financiera de CR Aeropuertos SL, a las decisiones políticas contrarias a sus intereses, pasando por la amenaza de Barajas como competidor casi imbatible. Los administradores guardan pólvora, incluso, para los medios de comunicación. La coletilla final está dedicada a los trabajadores, para muchos de los cuales planea la suspensión de contratos.

El concurso de acreedores, el primer escollo

En el escrito remitido al juzgado, los gestores se lamentan ahora paradójicamente de que la situación de concurso «dificulta extraordinariamente llegar a acuerdos de explotación de los servicios en un sector que precisa un marco estable a muy largo plazo”. “Este factor –prosiguen- imposibilita en la práctica la explotación del aeropuerto, puesto que no podemos concertar contratos que condicionen su explotación  más allá del periodo de vigencia de nuestros cargos, que actualmente podemos estimar en un año (periodo en el que podría culminar la tramitación del concurso), mientras que los plazos en el sector se miden por décadas”.

Estando así las cosas, los administradores sostienen que “la operatividad del aeropuerto es una incógnita que retrae a los interesados en el negocio, puesto que no se sabe si alcanzará algún convenio que permita la subsistencia de la infraestructura, o si se abrirá la fase de liquidación”.

Todos los proyectos, fallidos

Pero la situación concursal quizá sea el menor de los males, a pesar de su gravedad. Y es que, entrando más en harina, Francisco Pérez subraya que “para mayor dificultad, el aeropuerto no dispone de hangares, naves industriales, ni aparcamientos de larga estancia para aeronaves ya explanados, ni existe disponibilidad financiera para que la administración concursal pueda construir dichas estructuras y las empresas se instalen rápidamente, generando ingresos”.

A pesar de todo, y según los administradores, se han llevado a cabo “numerosas gestiones” para incrementar la actividad empresarial, aunque “o no han fructificado, o requieren un tiempo del que ya no se dispone”. Entre estos proyectos fallidos, se han referido a las conversaciones con empresas o asociaciones como IATA, para la creación de un centro de formación aeronáutica; Airbus (parking y reconfiguración de aeronaves), Alizanza Hillwood-Ross Perot y Eulen (explotación del aeropuerto), OMD, Wolrdlimpex (gestión de la terminal de carga), Teribe (parking de larga estancia), Aveos (parking y reparación de aviones), Deurbi Proyecta (establecimiento de un centro logístico intermodal), Experience Plus (compra de instalaciones), Kriber Airlines (establecimiento de una base operativa), o Sun Delivery Holding (mantenimiento de aeronaves), entre otras.

Barajas, el gigante imbatible

En sumo grado les preocupa a los administradores la competencia con el Aeropuerto de Barajas. En su escrito, advierten de que “este mismo año 2011 se han tomado decisiones políticas y empresariales que perjudican la posición competitiva del Aeropuerto de Ciudad Real”. En este sentido, llaman la atención sobre “la decisión de construir en Barajas una gran terminal de carga en la T4 con una superficie mucho mayor que la de Ciudad Real, ya que con esta decisión queda en entredicho una de las mejores oportunidades competitivas del aeropuerto”. Además, y siempre según los actuales responsables del aeródromo ciudadrealeño, “la decisión de privatizar la explotación de Barajas, formalizada en el Consejo de Ministros del 15 de julio, añade más incertidumbre sobre el futuro del proyecto”.

Sin patrocinio de la Junta

Pero no acaban ahí las decisiones políticas dañinas. Pérez recuerda asimismo que el 11 de agosto de 2011 el nuevo gobierno autonómico decidió suspender el patrocinio de líneas regulares, así como liquidar la Sociedad de Infraestructuras Aeroportuarias de Castilla-La Mancha. “Sin el apoyo financiero de la Junta de Comunidades es imposible mantenerlas. Además, no cabe esperar ayuda financiera de esa procedencia puesto que la Consejería de Fomento nos ha comunicado, pública y personalmente, que el aeropuerto es una empresa estrictamente privada”, señala el administrador.

Una liquidez de… 22.000 euros

Respecto a la situación financiera, los gestores del Aeropuerto de Ciudad Real advierten de que las actuales circunstancias “no permiten continuar con la actividad”. La liquidez de la sociedad, a 4 de octubre de 2011 era de 21.942 euros, mientras que los gastos previsibles se antojan desorbitados. De hecho, Pérez incide en que los gastos estimados para mantener la actividad ascenderían  a una media de 880.000 euros mensuales (990.321 en octubre, 835.434 en noviembre y 832.528 en diciembre). “La diferencia entre efectivo disponible y obligaciones de pago seguiría siendo enorme. En lo que a costes laborales se refiere –continúa-, se han abonado los salarios de septiembre, pero no será posible pagar los de octubre, ya que el importe de la nómina asciende a unos 100.000 euros. No es conforme a derecho, ni justo, ni equitativo, obligar a trabajadores y proveedores a mantener sine die la prestación cuando no se les va a poder pagar”.

Con las manos atadas

Los administradores concursales exponen, además, el poco margen de actuación que les queda. “No es posible acudir a crédito porque la financiación bancaria está muy restringida, y más para una empresa en concurso de acreedores”. Por otra parte, y siempre según el escrito remitido al juzgado, “no es posible vender activos aislados (por ejemplo, parcelas de terreno de uso industrial-aeroportuario) por dos razones: la primera, porque no hay demanda de parcelas; la segunda, porque su venta, especialmente las lindantes con la zona aire, supondría condicionar el posible convenio que pudiera alcanzarse, al introducir zonas estratégicas para la futura explotación del aeropuerto en manos de un propietario nuevo con el que necesariamente habría que contar”.

Sin ofertas de compra “serias”

Contradiciendo los rumores, los responsables del aeropuerto aseguran en su escrito que hasta la fecha “no se ha recibido ninguna oferta que podamos considerar seria para la adquisición del activo esencial de CR Aeropuertos SL (aeropuerto y su zona industrial)”. Así, explican que “la administración concursal estimó que, dada la enorme dimensión económica del negocio y el valor de sus activos, sólo podrían considerarse serias las ofertas de adquisición que fueran precedidas de la consignación en la cuenta del Juzgado de en torno al diez por ciento del precio ofrecido», algo que, a fecha de este escrito, no se produjo por lo que los administradores consideran que «no hay oferta seria sobre la que pronunciarse».

La prensa, también culpable

Ante el juez, los gestores concursales aún guardan un cartucho contra la prensa: “Por si lo anterior no fuese bastante –se quejan-, a lo largo de estos meses las noticias denigrantes sobre el aeropuerto y la publicidad negativa se han sucedido y reiterado en los diarios provinciales, nacionales e, incluso, internacionales, convirtiéndose en un tópico. Un día sí y otro también el Aeropuerto de Ciudad Real aparece en los medios de comunicación como ejemplo de obra faraónica, inviable y sin sentido económico, y aunque esa conclusión simplista y demagógica no es acertada, parece haber calado en la opinión pública y en una parte de la empresarial-bancaria”.

¿Y qué hacemos con la plantilla?

En resumidas cuentas, para los administradores, “ante la imposibilidad objetiva de persistir en la actividad por falta de medios financieros y de ofertas serias de compra de activos”, la única alternativa fue solicitar al Juzgado la suspensión temporal total de actividad desde la desaparición del tráfico aéreo hasta la finalización del concurso, cuyo plazo se estima en un año.

A pesar de ello, avisan de que “seguirán siendo necesarias importantes actividades de mantenimiento y conservación», y de que la administración concursal deberá concretar qué contratos vigentes con prestadores de servicios y proveedores deben subsistir. En este sentido, consideran necesaria la “suspensión temporal de los contratos laborales de los empleados cuyos puestos no sean necesarios para mantenimiento y conservación”, si bien “sin perjuicio de la tramitación de esta solicitud, como medida alternativa, se podría someter a consideración del juzgado cualquier oferta de compra de activos, acreditada mediante un ingreso previo en la cuenta del juzgado, en efectivo metálico, del 10 por ciento del importe de la oferta”.

@santosgmonroy

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