El número 69 de la revista Al-Basit, del Instituto de Estudios Albacetenses, sale en diciembre de 2024. Aurelio Pretel Marín publica un obituario de Francisco Fuster Ruiz, creador del primer centro sobre las Brigadas Internacionales (BB II), fallecido en junio de 2024. Explica así la cuestión de los dos centros, a raíz de su traslado a Murcia: “Todo ello motivó que hubiera de dejar la dirección de Al-Basit a la Junta, que de todas maneras ya venía ejerciéndola en su ausencia, y el Centro de Documentación de las Brigadas, como codirector, a Manolo Requena, que acabó por crear a espaldas del IEA otro Centro, el CEDOBI, a través de un convenio establecido por el Ayuntamiento con la Universidad, obteniendo para él la subvención que se daba a este último, que supo por la prensa de dicha creación. Aquello provocó la ruptura entre ambos, no porque se llevara a la Universidad, como piensa Fuster, sino por la manera subrepticia de hacerlo, con lo que los proyectos de su organizador se quedaron en nada, al menos por la parte que toca al IEA”.
Pero llega 1996, sexagésimo aniversario del comienzo de la guerra civil española. Y es un año de intensas polémicas en toda España, también en Albacete, referidas tanto al conflicto bélico en general como a las Brigadas en particular. A la originada el año anterior en la provincia por la propuesta de Manuel Requena Gallego de levantar un monumento de homenaje a las BB II sigue la creada por unas palabras de un edil del Ayuntamiento de Albacete, muestra evidente de las nostalgias franquistas.
La página no oficial del Partido Popular (PP) Los Genovesees (https://www.losgenoveses.net/. Consulta 15-1-2025) incluye un especial dedicado al dictador. Pues bien, entre las noticias de 1996 destaca dos, que pueden resumir en España y en Albacete las polémicas del año. La primera, con el número 31, tiene el título de “El concejal y las Brigadas Internacionales” y el siguiente texto: “El Concejal de Festejos y Asuntos Taurinos del Partido en el Ayuntamiento de Albacete Antonio Rodríguez, califica a los miembros de las Brigadas Internacionales como ‘asesinos y carniceros’ (Marzo 96)”. Y la segunda, con número 32, es esta: “El presidente del Congreso Federico Trillo y el vice-presidente 1º Enrique Fernández Miranda ausentes ‘por problemas de agenda’, en el homenaje que la Cámara realizó a los de 370 brigadistas de varios países a los que fueron entregados los certificados acreditativos de nacionalidad española que el Parlamento les otorgó el pasado año. Brigadistas Internacionales (Noviembre de 1996)”.
Para situar mejor el clima político es preciso recordar que el 8 de enero de 1996 se dispone en un decreto la disolución del Congreso de Diputados y el Senado y la convocatoria de elecciones el 3 de marzo. Es decir, la controversia iniciada por el edil franquista se produce en plena campaña electoral, que empieza el 16 de febrero y finaliza el 1 de marzo.
A finales de febrero, Antonio Rodríguez García, concejal de Festejos y Asuntos Taurinos, en el transcurso de la comisión municipal de Cultura, utiliza graves descalificaciones contra los componentes de las BB II. En el punto referente a la subvención del Ayuntamiento para colaborar en la financiación de los actos de homenaje a los brigadistas se hace la propuesta de 300.000 pesetas. PSOE e IU votan en contra por considerar insuficiente la cantidad. Y es cuando Antonio Rodríguez afirma que le parece excesiva para homenajear a una “banda de asesinos” (La Tribuna de Albacete, 28-2-1996). Pero lo más grave, según los partidos de oposición, es que cuando se le pide que retire lo dicho por su gravedad, el edil se ratifica en sus palabras y entonces se acuerda que conste en acta de la Comisión.
Los hechos son denunciados por PSOE e IU. Ante el revuelo credo, el concejal se disculpa con la afirmación de que sus palabras son fruto de la ofuscación (Crónica de Albacete, 1-3-1996). El presidente provincial del PP, Gabriel Martínez Paños, pide el cese del concejal. Pero Juan Garrido Herraez, primer alcalde del Partido Popular en la ciudad, apoya a su concejal. Aunque pide disculpas, señala que el único afán que le guía es el de reconciliación y apoya la celebración de las “efemérides” de las BB II.
También José Manuel Molina García, presidente regional del PP en Castilla-La Mancha (1989-1996), exige la dimisión del edil del PP. Martínez Paños declara a EFE que el propio José Manuel Molina le pide que se ocupe personalmente del tema, “porque el Partido Popular deplora semejantes declaraciones que están fuera de tono”. Además, declara que la única forma de pedir disculpas por las afirmaciones vertidas es presentar la dimisión (La Tribuna de Ciudad Real y Lanza, Ciudad Real, 28-2-1996).
El director de La Tribuna de Albacete (1-3-1996), Carlos Zuloaga Pérez, en su sección La Pegatina, con el título de “Ratas y brigadistas”, aprovecha el tema del edil para arremeter contra José Bono Martínez, presidente del Gobierno regional, y expresa la opinión de que Antonio Rodríguez debe continuar en su puesto.
Sin embargo, la presión política y mediática provoca, por fin, la dimisión del concejal, aunque la polémica continúa, con mayor o menor intensidad, durante todo el año. La intervención de Molina hace que el día 20 de marzo de 1996, en una reunión del comité ejecutivo provincial del PP, presidida por el propio presidente regional, se acuerde, por unanimidad, retirar a Antonio Rodríguez la condición de afiliado “por manifestación pública de discrepancia grave con el pensamiento político del partido” (El País, Madrid, 29-11-1997).
Pasadas las elecciones, las Cortes de Castilla-La Mancha aprueban de forma unánime una proposición no de ley, presentada por Izquierda Unida, en la que se censuran las descalificaciones hechas por el político albacetense del PP (Lanza, Ciudad Real, 26-3-1996). En el texto, consensuado, los diputados lamentan las palabras del concejal e instan al Gobierno regional a colaborar en el homenaje que se prepara para los brigadistas, al que se adhieren las Cortes.
¿Cómo acaba el culebrón del concejal? Pues El País, diario de Prisa, que tradicionalmente se ocupa poco de Castilla-La Mancha, salvo sucesos o similares, inserta varias noticias referidas al tema, al menos los días 12 y 22 de marzo de 1996. En el verano de 1997 empieza la recuperación del expulsado. Lo cuenta La Tribuna de Albacete (2-8-1997), en un artículo firmado por E. P., titulado “La oposición criticó la ‘reaparición’ del concejal Antonio Rodríguez. ‘Garrido ha recuperado para su gobierno la cara fascista del PP’”. Es decir, el concejal no adscrito recupera la concejalía de Asuntos Taurinos y la concejala socialista Pilar López tacha la decisión de pantomima y burla del alcalde Garrido.
Y meses después, más. El 29 de noviembre de 1997 un titular de El País anuncia que “El PP reincorpora al edil que llamó ‘asesinos’ a los brigadistas”. El alcalde y los 13 concejales que en su día firmaron su expulsión presentan un nuevo escrito, solicitando la reincorporación de Rodríguez a su grupo.
Las polémicas diversas siguen durante todo el año y en diferentes ámbitos. Y cuando unos 300 brigadistas acuden emocionados al homenaje en el Congreso de los Diputados, se produce un enfrentamiento político entre socialistas y populares. Hay lipotimias y desfallecimientos entre los veteranos brigadistas y algunos no pueden contener las lágrimas (El País, Madrid, 7-11-1996). Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde, presidente del Congreso, no asiste y justifica su ausencia con un acto en Valencia. Y el vicepresidente Enrique Fernández-Miranda y Lozana –estaba previsto que les recibiera-, alega compromisos anteriores. Hace de anfitrión el socialista Joan Marcet i Morera, vicepresidente segundo. Por el Grupo Popular solo acuden la secretaria primera, María Bernarda Barrios Curbelo, y el portavoz, Luis de Grandes Pascual. Diputados del PSOE e IU critican lo que consideraron descortesía del presidente del Congreso.