Energía, pasión y una emoción tal que en diversos momentos entrecortó su voz, fue lo que derrochó Alfredo Palmero, hijo mayor del memorable pintor almodovareño que inició la saga de artistas que va ya por su tercera generación, en el pregón ofrecido en la noche de este pasado domingo, 11 de septiembre, con motivo de los actos de inauguración de la Feria y Fiestas de Almodóvar del Campo.
Junto a las autoridades locales que encabezaba el alcalde, José Lozano García, estuvieron también la senadora Carmen Fúnez; el coordinador provincial de Educación, Cultura y Deportes, Miguel Morales; responsables de cuerpos y fuerzas de seguridad y de diferentes colectivos, así como el prestigioso director de orquesta Ramón Torredelló.
Los actos de apertura de las celebraciones en esta localidad ciudadrealeña daban inicio en el Jardín Municipal donde, ante decenas de personas, fueron investidas las nuevas reinas y damas de honor que, en edad infantil, ostentan este año respectivamente Paloma Villa Morales, Rosana López Grande y Eva Camacho Castellanos, y en edad juvenil hacen lo propio Marta Almodóvar Espinosa, Elena Gutiérrez Cañaveras y Fátima Lara Sánchez.
Con ello se daría paso a la intervención de quien se crió en esta población manchega, que como bien reiteró tan vinculada está al Quijote y que comparó a un belén si se la mira desde la atalaya del cerro de Santa Brígida. La localidad es cuna del Alfredo Palmero fallecido hace ahora 20 años y cuyo nieto, hijo del pregonero y también del mismo nombre, lleva a gala la labor artística cuyo tío, Miguel Ángel, también ya desaparecido, heredó en su día. Según dijo el pregonero, eslabón de esta saga de pintores, todos los Palmero han difundido el nombre de Almodóvar del Campo allá donde han ido. Afincada la familia en Barcelona, el halo de su impronta creativa ha cundido en buena parte del mundo y, en este sentido, lo más reciente es el paso por Qatar y la inminente apertura de una exposición en Hong Kong del joven pintor tal y como apuntó su emocionado padre.
En otro momento de su intervención, este abogado que fundó en su día los Museos Palmero de Almodóvar y de la capital catalana, rememoró ante los presentes su particular recorrido por lugares emblemáticos de la población, poniendo especial énfasis en la casa de San Juan de Ávila o la iglesia parroquial y su torreón. “Si los sueños pudiesen ser realidades, Almodóvar sería un campo florido, repleto de riquezas materiales porque de lo demás ya lo tiene. Antiguo como el mundo es, cruce de caminos, el Real de la Plata lo repasó Cervantes dejando en Almodóvar huella”, refirió el pregonero poco antes de dar el pistoletazo a estas “fiestas benditas, fiestas vitales, fiestas hombrunas, fiestas de riesgos, fiestas de amores”.
Sería ya el alcalde de Almodóvar del Campo quien entregara a tan ilustre pregonero una placa de recuerdo del momento, así como un florido ramo a la esposa de Alfredo Palmero, que se desplazó a la tierra manchega en compañía también de otros miembros de su familia.
Y en lo que era su primera intervención como nuevo alcalde almodovareño, José Lozano expresó su deseo de que “estas fiestas sean las de todos, de nuestros mayores, de nuestros jóvenes, de nuestros niños, de nuestras peñas, que todos tengan cabida y que todos lo pasemos bien; vosotros sois los protagonistas y vosotros sois los que hacéis grandes nuestros festejos, así también construimos nuestro pueblo”.
El primer edil, que agradeció las palabras pronunciadas previamente por Alfredo Palmero, también quiso lanzar un mensaje de optimismo en el actual contexto de dificultades económicas y de crisis y auguró que “si continuamos unidos en el esfuerzo seremos capaces de superar estos momentos” y se encomendó a los patrones locales, la Virgen del Carmen, San Juan Bautista de la Concepción y San Juan de Ávila, próximo Doctor de la Iglesia, para ayudar “a los vecinos que más lo necesitan”.
También tuvo un recuerdo honesto para los concejales del actual equipo de Gobierno, a quienes agradeció no sólo la organización de estos festejos septembrinos, sino también “la gran cantidad de horas que están aportando y por ende la gran cantidad de tiempo que roban a su familia, a su vida privada, para dársela a la comunidad” y pueda redundar así en el bien de Almodóvar del Campo “cuna de ilustres varones, santos y sabios, muy noble, muy antigua, muy leal y muy afable”.
Finalizadas las intervenciones y tras un vino de honor, la comitiva que estuvo toda la noche acompañada por la Asociación Musical ‘Pablo Sorozábal’, se trasladó hasta el templo de la Virgen del Carmen, donde a la medianoche y junto a miembros de sus hermandades, a las autoridades religiosas y vecinos y visitantes, se procedió con la tradicional ofrenda floral y salve cantada a la patrona. Media hora más tarde, en el Recinto Ferial, el alcalde cortaría ya la cinta que daba pie a los coloristas fuegos artificiales.