La nueva presidenta regional, María Dolores Cospedal, ha presentado su plan para “salvar” las cuentas públicas regionales, cosechando el aplauso de los suyos y de la Ministra de Economía, Elena Salgado. Tanto cacarear Cospedal y el PP que con ellos se iba a gobernar de otra manera, y resulta que este Plan es casi un calco al primer plan de ajuste que presentó Zapatero; congelación de la oferta pública de empleo, paralización de las inversiones de obra pública, recortes en educación,… Salvo la subida del IVA, en lo que Cospedal no tiene competencias, básicamente hay una total coincidencia en ambos planes, y el resultado, año y medio después, ya sabemos cuál es: mayor paro y crecimiento insuficiente para erradicarlo.
De momento, la aplicación del plan generará entre 6.000 y 15.000 nuevos parados con carácter inmediato, a través del cese de interinos. Si a eso le añadimos la paralización de la inversión pública, y de la inversión privada agregada, tendremos más paro, menos inversión, y más crisis.
Cuando hay un consenso generalizado en la necesidad de invertir en educación para mejorar nuestro modelo económico y productivo, aquí mutilamos la capacidad de modernización y mejora de nuestro sistema educativo, condenando a Castilla La Mancha a seguir en la cola de España y Europa.
También recurre Cospedal a la contabilidad creativa, pretendiendo obtener 400 millones de euros al vender edificios sanitarios (hospitales) para luego pagar un alquiler con derecho a compra durante años. Esto es una operación de crédito encubierta, sin tener que recurrir a deuda pública y déficit, pero que pagaremos a un interés de usura, con el agravante de que al no ser deuda, y por tanto no estar garantizado su pago, se pudiera dar la circunstancia de que se nos desahuciara de algún edificio sanitario si llegara a incumplirse el pago de su alquiler, o simplemente se inicie sin más la privatización del sistema sanitario público regional.
Curiosamente no contempla ni una sola medida estructural de mejora de los ingresos, ni de combate del fraude fiscal y laboral, de los que nuestra región ocupa un deshonroso primer lugar, con más de un 23% de nuestra economía en negro (el 36,5% en la provincia de Ciudad Real en abril de 2011). En un plan jalonado de malos ejemplos (malos porque no explican tanto ahorro pretendido), podemos añadir otro: si hasta ahora las mayores inversiones empresariales estaban subvencionadas en un porcentaje similar al IVA, reducirlas en un 10% significará renunciar a una herramienta útil para combatir la economía sumergida.
Básicamente este Plan es un ataque en toda regla al sector público y al Estado Social, es la aplicación avanzada de la reforma constitucional pactada por PSOE y PP, en el que la aplicación a pies juntillas de los topes al déficit, supone de momento la generación de mas paro, la retracción de la inversión pública y privada, el inicio del desmantelamiento del Estado Social y el alargamiento de la crisis en nuestra región.
Cospedal y el PP ha dicho a bombo y platillo, que este Plan será un ejemplo a seguir para el resto del país. Lástima de ciudadanos de esta región, que de juguete roto del PSOE hemos pasado a conejillo de indias del PP.
No me negaran que se avecina una campaña electoral que llevara a muchos políticos al borde de la esquizofrenia, o al trastorno bipolar. De momento ya hemos escuchado a Carmen Quintanilla (PP) con un discurso que parece escrito por Rubalcaba, un Plan de Ajuste del PP aplaudido por el Gobierno de Zapatero,… ¿Se imaginan un mitin del PSOE en Ciudad Real con Barreda hablando de austeridad y rigor en la gestión pública, junto a Nemesio de Lara aplaudiendo la desaparición de las diputaciones que propone Rubalcaba? Lo dicho, de locos.