Los trabajadores del CIDRA han apoyado mayoritariamente la oferta de mejora del Expediente de Regulación de Empleo. En las votaciones realizadas este lunes, 57 de los 64 trabajadores de la plantilla pasaron las urnas, y de éstos, 45, un 80%, decían sí a la reducción de 30 a 23 despidos y a la ampliación de la indemnización (días por año trabajado) para 14 de los afectados. Así lo ha comunicado a Radio Daimiel, el presidente del comité de empresa, Vicente González, quién confirmaba que ya se había estampado la firma correspondiente y que ahora sólo falta el visto bueno de Trabajo, que, en principio, no pondrá objeción alguna al acuerdo.
La satisfacción por las ventajas conseguidas en el ERE final se ve empañada por la aparición de un nuevo conflicto laboral. Según González, todavía no han cobrado la paga extra y todavía no han ingresado la de julio. Una consecuencia más de la situación de colapso que vive Alquimia y que se reconoce desde el propio departamento financiero. “Nos han dicho que no saben ni cómo ni cuándo nos van a poder pagar”, subrayaba el sindicalista.
Respecto al estado de ánimo que se respira en la plantilla, el presidente del comité de empresa decía que los trabajadores están “expectantes” y que después de la responsabilidad con la que han actuado esperan que Alquimia y las administraciones públicas empiecen a mover a ficha. Y es que “de “continuar así” González anunciaba una movilización más seria.
En este sentido, pedía la implicación del Gobierno Regional con el que le consta que la empresa ha mantenido ya algún contacto pero del que no podía aportar más detalles, primero por discreción y segundo porque él no es un gestor de la misma. Sí confirmaba que en campaña electoral, el comité de empresa se reunió con la hoy consejera de Agricultura y Medio Ambiente, María Luisa Soriana, y que en esa reunión se comprometió a buscar soluciones.
En este punto, Vicente González recordaba que el 40% del accionariado es de titularidad pública y que se aprobó una ampliación de capital donde todavía “nadie ha puesto un duro”. Y mientras que en Andalucía elaboran el borrador de la segunda ley regional de residuos, aquí no se ha dado “ni un pasito”.