Manuel Cabezas Velasco.- En la tarde de este viernes 29 de noviembre en el salón de actos del Museo López – Villaseñor asistimos a la presentación de una nueva creatura de la mano de Ediciones Mahalta, siendo las partes implicadas en dicho acto el artista que dio imagen a la portada, Gregorio Sabariegos, y desde un punto literario como abanderado el escritor Antonio L. Galán Gall, coeditor junto a Francisco Javier Martín Prieto, de la obra coral “Los cuentos de la desolación. Historias de la España olvidada”, acompañado a la mesa por los autores Eugenio Arce Lérida, Elisabeth Porrero Vozmediano y Pedro Martín-Romo.
Cada uno de ellos fue exponiendo en sus intervenciones el problema existente de un territorio tan vasto como son los territorios que corresponden a las actuales Comunidades Autónomas de Castilla y León y Castilla-La Mancha, más concretamente en las provincias de Salamanca, Ávila, León, Ciudad Real, Albacete, Toledo y Cuenca.
A modo de preludio, Antonio Galán fue explicando cómo se gestó el proyecto de reivindicación de aquella España (centrada en el territorio castellano) que hoy en día adolece de cierta despoblación ante el empuje durante décadas que el desarrollo urbano ha provocado, además de expresar el agradecimiento por la apuesta arriesgada a Ediciones Mahalta, en la persona de Miguel Ángel de la Beldad, y la ayuda prestada por las Cortes de Castilla-La Mancha a través de su institución universitaria, estando vinculado al programa Erasmus rural.
Si tenemos en cuenta otros ejemplos literarios como el de Paco Cerdá Arroyo con “Los últimos. Voces de la Laponia española”, Ramón Carnicer Blanco con “Donde las Hurdes se llaman Cabrera” o el citado Julio Llamazares con “La lluvia amarilla”, los ejemplos son palmarios del auténtico problema que supone la España vaciada, y con la presentación de hoy se suman a dicha reivindicación.
Daría pues paso, Antonio Galán a los demás ponentes y de esta forma los intervinientes en la mesa, autores igualmente de algunos cuentos integrantes en el libro presentado fueron: Antonio L. Galán Gall de “La mortaja”, quien presentó a los restantes miembros que le acompañaban además de al artista ilustrador de la obra; Elisabeth Porrero Vozmediano de “La vida inesperada”, autora de cinco libros y colaboradora y muchos otros más, además de su actividad en prensa, encuentros y jurados literarios; Eugenio Arce Lérida de “Torresmeralda”, referente literario por la multitud de creaciones y reconocimientos que jalonan su dilatada vida literaria, sus colaboraciones en prensa y ser merecedor de homenajes por parte del Grupo Literario Guadiana y Almagro Íntimo; y Pedro Martín-Romo de “¡Y hasta me dicen!”, autor de novelas principalmente de misterio y terror, aunque también de dilatada trayectoria en el mundo de la meteorología. A ellos se suman, hasta alcanzar la cifra de veintitrés, escritores los que siguen: Mª Belén Andrés Cuesta, Isabella Andrés Pereira, Juan Pedro Aparicio, Antonio Blázquez-Madrid, Rafael Escobar Sánchez, Chema Fabero, Enrique Galindo Bonilla, Domingo Javier González Alonso, Lary Hernández Francisco, María Lourdes Hernández Ayora, José Manuel Manso Calvo, Lidia Marcos, Francisco Javier Martín Prieto, Eduardo Moreno Alarcón, Noelia Pulido Rodríguez, Esteban Rodríguez Ruiz, P. Alberto Sánchez Andrés, Alfredo Sánchez Rodríguez y Manuel Zuloaga.
Con ellos se plantean las dificultades de una Castilla que se ha visto vaciada y, a través de la literatura, se pretende poner los puntos sobre las íes en dicha problemática, esbozando el inconveniente del vaciamiento y del abandono de esta enorme superficie del territorio español desde la perspectiva literaria con una proyección de futuro, con intención de agitar las conciencias y sensibilizar de una problemática que requiere de una tabla de salvación, y la perspectiva de que la escritura cumpla una función salvífica tanto para el escritor como para el lector.
Sin duda alguna, es un nuevo intento de mostrar una problemática que lleva décadas asolando el territorio peninsular y que el crecimiento urbano, apoyado en los intereses creados de quienes tratan de explotar áreas abandonadas y olvidadas, no ha hecho nada más que aumentar la problemática de dicha desolación.
Sin embargo, no fueron los únicos autores asistentes al acto, sino que hubo algunos más de los citados, y quien presidió la mesa, antes de proceder a la pertinente firma de libros, informó de los destinos de las próximas presentaciones de “Los cuentos de la desolación”, destacándose las poblaciones de Villanueva de los Infantes, Navarredonda de la Rinconada, Toledo o Salamanca, entre otras.