Ayer por la tarde me acerqué al vecino pueblo de Montiel para visitar su histórico castillo de la Estrella o mejor dicho lo que queda de él. No soy de Montiel, sino de Valdepeñas pero la historia de este castillo también es mía como castellano-manchego que soy y estoy bastante indignado.
Es realmente triste ver como un pedazo de nuestra historia se desmorona año tras año como un azucarillo mientras que las autoridades competentes miran hacia otro lado y la supuesta avaricia de unos propietarios particulares impiden la recuperación de este bastión de gran importancia en la historia del Reino de Castilla y por ende de España. Dicho castillo está bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español, y yo me pregunto ¿esto sirve de algo?. Hablo desde el desconocimiento profundo del tema pero pienso que cuando alguien es propietario de un patrimonio histórico y no hace nada por conservarlo y éste se cae a trozos, la Administración debería de actuar de oficio para resolver el tema y si no se llega a un acuerdo expropiar directamente y poner fin a este lamentable expolio de nuestra historia.
Si se tratase de una zona con posibilidades urbanísticas seguro que el tema ya estaría resuelto desde hace mucho tiempo pero ¿a quién le puede importar cuatro piedras con unos cuantos cientos de años?, ¿hace algo la Diputación de Ciudad Real?, nada, ¿hace algo la Junta de Comunidades? menos todavía. Me consta que hace años el Ayuntamiento de Montiel llegó a un acercamiento con los propietarios que al final se quedó en agua de borrajas…y mientras los vecinos de Montiel siguen viendo como su castillo, sus raíces y su historia se siguen ninguneando.
Pienso que estamos ante la última oportunidad de recuperar este enclave histórico, se debería de hacer una inversión pública, recabar ayudas europeas y dar empleo mediante la rehabilitación de la zona y consolidación o restauración del castillo pues al final esto repercutiría en el desarrollo socio-económico y turístico del campo de Montiel.
Mientras el pueblo es el único que intenta sacarle los colores a estos desaprensivos y desde el año 2007 se celebran las Jornadas Medievales durante el fin de semana más próximo a la muerte del rey Pedro I de Castilla, una fiesta en la que se vuelcan todos los habitantes de Montiel y en la que, ataviados con trajes medievales, estandartes y banderas, recorren las calles del pueblo para dirigirse al castillo (www.encomiendademontiel.com). Hace años se constituyó una plataforma en defensa del castillo con el fin de poder conservar lo poco que queda de él o intentar su reconstrucción. Es la lucha de un pueblo por mantener sus raices y su historia, una batalla seguramente ya perdida contra la burocracia y la desidia de estos tiempos modernos que no respetan nada, ni nuestra propia esencia como castellanos y españoles. Desde aquí todo mi apoyo y solidaridad con estos ejemplares paisanos.
Yo tenía unos diez años, era por el año 1967 cuando acompañando a mi padre que era fabricante de yeso, veníamos del pueblo de Villahermosa, pueblo en el que nacimos. Me acuerdo que al bajar la primera curva de la Cuesta del Chaparral carretera que une los pueblos de Villahermosa y Montiel, distante del primero,dos kilómetros y medio,yo veía al fondo en una hondonada un cerro,con un pueblo precioso a sus pies, era la población de Montie, y en lo alto del cerro una construcción, a mi me parecía estar viendo un automóvil Ford T, con sus ventanas abiertas, eran los grandes agujeros del castillo de la Estrella, hoy en día solo de ven cuatro piedras,en una pared, que recuerdos,54 años han pasado desde entonces, y me parece que fue ayer, luego pasados unos tres años, un día con mi buen amigo y maestro don Quintiliano Gallego Moya, nos llevó a todos sus alumnos al castillo de Montiel, como era conocido por todos los habitantes de los pueblos de al lado de el, antes de llegar al castillo,como a unos cientos de metros, no recuerdo bien, hicimos parada en un cerro donde don Quintiliano nos dijo que en aquel cerro estaban las huestes de don Enrique de Trastamara, y donde desde el castillo vino su hermanastro don Pedro el Cruel, rey titular de Castilla, allí recreamos los alumnos aquella epopeya, donde estando don Enrique de Trastamara, debajo de don Pedro el Cruel, su vasayo y criado, dijo aquella Famosa frase.
– Ni quito ni pongo rey, pero defiendo a mi señor.
Y se cambió el la historia de España en aquel momento, después fuimos hasta el castillo, subiendo hasta arriba, y viendo más castillo de lo que es hoy, me acuerdo de ver una agujero muy grande, con una senda que iba hasta el Interior de la montaña o cerro, los lugareños así lo comentaban que era una entrada al interior de la montaña, también decían que había un pasadizo que iba desde la base del castillo, hasta un cerro que hay enfrente, en la carretera que va a Santa Cruz de los Cáñamos, gracias por dejarme escribir estos bonitos recuerdos.
Gracias por dejarnos mirar por tu ventana del pasado. Un saludo. María