La Asociación de Bailes de Salón de Manzanares clausuró el curso con un multitudinario festival, que registró un lleno absoluto del Gran Teatro. En él pudo verse una amplia muestra de los diferentes estilos que practican sus miembros. La recaudación, que superó los tres mil euros, fue destinada íntegramente al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
Como ya es tradicional, la Asociación de Bailes de Salón de Manzanares dio por finalizado el curso 2010-2011 con un vistoso festival. El Gran Teatro al completo acogió este espectáculo en la noche del sábado, en el que pudo verse una muestra de los diferentes estilos que practican los miembros de la asociación.
Tanto los componentes de la asociación como su profesor, Raúl Calzado, valoraban satisfactoriamente el desarrollo del Festival de Fin de Curso, del que destacaron su dinamismo, variedad y contraste de estilos. En él participaron cerca de cincuenta personas, provenientes de la Asociación de Bailes de Salón de Manzanares y de la Escuela de Baile “Raúl” de Almagro.
En cuanto al presente curso, Raúl Calzado señaló que es el alumnado quien les transmite la ilusión para trabajar con ellos. De igual forma, apuntó que el próximo año será especial, ya que se cumple su décimo aniversario como profesor de la Asociación de Bailes de Salón, y que ya están preparando el festival del año que viene.
La recaudación íntegra del acto, que ascendió a un total de 3.003 euros, contando con la venta de entradas de fila cero, fue destinada al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que dirige el reputado investigador Mariano Barba Cid.
Cinco jóvenes investigadores de distintas nacionalidades recogieron el donativo de la asociación en el escenario del Gran Teatro, al finalizar el espectáculo. “Es fundamental para el avance de la investigación que la gente se conciencie del trabajo que se desarrolla en los laboratorios”, afirmaron. Igualmente destacaron la importancia que suponen estas aportaciones económicas.
En el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, situado en Madrid, se llevan a cabo diferentes tareas. Así, por ejemplo, se trabaja en la investigación básica, utilizando en la mayoría de los casos modelos de ratón; se realizan estudios epidemiológicos sobre los factores que podrían aumentar las tasas de población enferma de cáncer; o se desarrollan fármacos para su tratamiento. Porque, como afirma la investigadora Sara Sagaci, “sin investigación, no habrá cura”.