COFICAM participa en la II Feria del Mayor de Castilla-La Mancha con un taller de prevención de caídas

Los pasados días 25 y 26 de octubre el recinto ferial del IFAB, en Albacete, acogía la celebración de la II Feria del Mayor de Castilla-La Mancha, organizada por la Fundación Mayores, que ha contado con la participación y colaboración de más de 80 stands y 152 entidades e instituciones públicas, privadas y particulares, y en la que se han celebrado 135 actividades y 13 conferencias.

Una de esas actividades fue un taller de prevención de caídas, impartido por el fisioterapeuta y secretario del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha, Isidro Granero.

Según datos del Ministerio de Sanidad, una de cada tres personas mayores de 65 años y la mitad de los mayores de 80 años, se cae al menos una vez al año. Las cifras del año 2023 del Instituto Nacional de Estadística arrojan un saldo de 4.018 muertes por caídas, lo que supone 11 muertes al día por este motivo.

Las caídas, sean del tipo que sean, son una situación adversa que viene definida como el descenso involuntario o accidental al suelo o a un nivel más bajo. En los adultos mayores, una gran mayoría de ellas vienen provocadas por el estado de deterioro del sistema músculo esquelético.

Hay que tener claro que la salud de este grupo de edad debe medirse en términos de funcionalidad, más que de enfermedad. En base a esto, aparece el término de fragilidad, que es un predictor de las caídas como evento adverso de salud, por lo tanto, un término clave para la prevención de caídas, la fragilidad. La fragilidad es un estado dinámico y transicional entre la robustez y la dependencia, y a su vez, es un término muy relacionado con la sarcopenia, que es la pérdida de masa, fuerza y función muscular, por lo tanto, un proceso patológico, que debe ser abordado por un profesional sanitario, y en este caso concreto, por los fisioterapeutas.

Una de las intervenciones que mejores resultados está teniendo con este grupo poblacional son los programas de Ejercicio Terapéutico desarrollados por los fisioterapeutas, con ejercicios centrados sobre todo en mejorar la fuerza y el equilibrio, al igual que el componente aeróbico, siempre individualizado para cada paciente, dependiendo de la funcionalidad y la condición física de cada uno, que previamente se determina con diferentes test.

Partiendo de la base que todos los sistemas de nuestro organismo experimentan un envejecimiento fisiológico, la velocidad a la que se produce el daño es variable, y aquí el medio ambiente y el estilo de vida tienen un papel fundamental. Uno de los sistemas más implicados en este proceso de envejecimiento es el músculo esquelético, que sufre importantes cambios en relación con la edad: disminuye su masa, es infiltrado con grasa y tejido conectivo, hay una disminución especialmente significativa de las fibras tipo 2, disminución de las unidades motoras, y disminución del flujo sanguíneo. Todos estos cambios se traducen en una menor capacidad del músculo para generar fuerza.

Como se ha indicado antes, la fragilidad acarrea deterioro funcional y se considera un estado de pre-discapacidad. Por lo tanto, para mantener una condición física acorde con la edad de cada persona es fundamental la implementación de intervenciones de manera precoz para prevenir, retrasar o incluso revertir el estado de fragilidad o su progresión a la discapacidad.

De ahí la importancia de la implementación de programas de ejercicio terapéutico como principal herramienta de intervención, prescritos siempre por los fisioterapeutas.

Otro de los aspectos fundamentales para la prevención de caídas es la actuación en el entorno de las personas mayores, en su hogar, que es donde pasan gran parte del tiempo. Actuaciones y medidas como utilizar el calzado cerrado por detrás y con suela antideslizante, retirar los cables y alfombras de los sitios de paso, tener agarraderas en la ducha y el inodoro, y evitar tener suelos deslizantes o incluso señalizar si tienen escalones, pueden prevenir de este tipo de situaciones adversas para la salud como son las caídas.

Pero si por desgracia llega a ocurrir una situación de estas en una persona mayor, es decir, una caída, y además está solo o sola, lo primero que tiene que hacer o intentar hacer es mantener la calma y respirar profundo para mantenerse relajado. Una vez haya pasado ese momento del shock por la caída, del susto, y cuando sean conscientes que se han caído deberían colocarse a cuatro patas, apoyando rodillas y brazos, e intentar desplazarse hasta un mueble estable, como puede ser un sillón e intentar levantarse. A partir de ahí, es conveniente llamar a los servicios sanitarios para que valoren la situación.

Además, en este grupo poblacional es muy interesante la tenencia de sensores para detectar si la persona se ha caído, y realizar así una llamada automática al servicio de teleasistencia.

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