Nunca antes había sido primera noticia Izquierda Unida en los medios de comunicación. Nunca se ha tenido en cuenta sus propuestas, su trabajo, su programa ni las opiniones de su coordinador federal cuando han ofrecido soluciones posibles a los graves problemas que sufre principalmente la clase trabajadora.
Desde las elecciones del 22 de mayo se viene hablando de la “obligación” de IU de pactar para dar el gobierno de las instituciones al PSOE. Pero mientras este partido ha tenido mayoría absoluta o suficiente, ¿se ha preocupado de que el electorado más a su izquierda, esa izquierda que ahora tanto le preocupa y añora, no tuviera voz en las instituciones por culpa de la normativa electoral?
Por otra parte es inadecuado hablar de estar minoría cuando se refieren a mayoría simple. Debe dolerles no poder actuar a su libre albedrío a la hora de gobernar y tener que contar con el control continuo de la oposición, en su obligado papel de freno a las decisiones cuando no sean adecuadas, cuando no cumplan programas por los que han ganado las elecciones o control en las cuentas que tanta falta nos hace.
“Siempre tiene que haber niños que se lleven las culpas”, se dice por nuestra tierra: siempre está Izquierda Unida para que le sea analizada hasta su más mínima actuación, su coherencia en estado más puro, su incorrupta manera de llevar el voto que representa. Para así culparla de todo lo que está sucediendo en el arco político, en este caso con las negociaciones o no para los distintos gobiernos. Mientras, el resto de partidos pasan todos los controles por la puerta grande, sin alarmar ni alarmarse.
¿Cómo analizamos esta situación? ¿Cuánto intervienen los medios de comunicación en este entramado? ¿Y cuánto interés existe en hacernos desaparecer cuando reanudamos nuestra buena marcha en resultados, con mucho esfuerzo y trabajo, sin ninguna ayuda por parte de los distintos gobiernos con la modificación de la dichosa ley electoral que nos dificulta el acceso a las instituciones de forma proporcional a nuestros votantes? Nos han distraído totalmente de los grandes problemas que están surgiendo en los traspasos de información entre los antiguos y nuevos gobiernos -como el caso de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha- aunque esto sí que es un verdadero problema en el que se plantea, incluso, la posibilidad de que no pueda cobrar el personal. Pero no interesa hacer mucho daño a quienes se alternan en el poder. Por ello siempre queda IU para soportar las duras críticas de nuestros presuntos compañeros de viaje en la izquierda española mientras que quien continúa sacando beneficios es el Partido Popular.
Pediría a los medios de comunicación y a los responsables socialistas que contengan la crítica fácil a las distintas asambleas de Izquierda Unida y se marquen como objetivos solucionar los verdaderos problemas de las instituciones: déficit, deuda, crisis, desempleo y corrupción.
