Ya dijo esta semana el PP de Castilla-La Mancha, a través de Vicente Tirado, que el Gobierno de Barreda había dejado la Junta en una situación de quiebra y que la situación era insostenible, y no parecía que la respuesta del PSOE fuese a tardar mucho en llegar. Y así ha sido: este fin de semana, el portavoz del PSOE, Santiago Moreno, tachaba de falsas las acusaciones del PP y aseguraba a Europa Press que su partido procedía a suspender las reuniones del traspaso de poderes.
El primer varapalo para el PSOE llegaba el pasado viernes, cuando Vicente Tirado aseguraba que la situación económica de Castilla-La Mancha era «de quiebra total, habiendo dejado los cajones llenos de facturas y vacíos de fondos”. Tirado aseguraba que «la Junta de Comunidades no tiene dinero para pagar las nóminas de los próximos meses a los empleados públicos, ni para pagar las facturas de la luz y del teléfono». A pesar de ello, mandaba un mensaje de tranquilidad a los funcionarios: «el PP buscará las fórmulas para pagarles». Santiago Moreno, por su parte, ha negado la mayor: «Él sabe perfectamente que el dinero para las nóminas está reservado y miente cuando dice que pueden peligrar, se lo dije yo personalmente y lo va a tener hasta certificado para que no pueda mentir y generar incertidumbres en todos los trabajadores públicos».
Para el PSOE, las declaraciones del PP sólo buscan «generar una alarma y una situación de absoluta desesperación», además de allanar el terreno de cara a unos posibles y futuros nuevos recortes sociales. Entre tanto, el PSOE ha paralizado las reuniones que restaban para llevar a cabo el traspaso de poderes efectivo en el Gobierno de Castilla-La Mancha. La siguiente iba a tener lugar precisamente este lunes, a de dar al PP la información que ha pedido sobre Sanidad.