Coincidiendo con el Día Internacional del Pan, Pan Real ha presentado su última creación, la Hogaza Malaspatas, un homenaje a la tradición panadera rural y un tributo a nuestros abuelos, quienes desde la humildad nos legaron el alimento más esencial, el pan.
Un pan con historia
El nombre Malaspatas proviene de un apodo familiar de Moral de Calatrava, símbolo de orgullo y oficio heredado. Los descendientes de Longinos Sánchez y Mariantonia Estornell, fundadores de la Panadería Malaspatas, quieren honrar este legado panadero, presentando esta hogaza inspirada en sus recuerdos.
Ingredientes de calidad y fermentación lenta
La Hogaza Malaspatas combina ingredientes naturales como harina de trigo, harina de centeno, harina de trigo molida a la piedra, agua, fermento de masa madre propio y sal. Su proceso de elaboración incluye un doble reposo y una fermentación de 24 horas, que le otorgan un sabor único, además de hacerla más saludable y digestiva. El resultado es un pan con corteza dorada y crujiente, miga alveolada y esponjosa, donde destacan aromas a cereal y recuerdos a heno, y un sabor prolongado y lleno de matices.
El valor del pan artesano
Con esta hogaza Pan Real quiere reivindicar el pan de calidad, elaborado con tiempo y dedicación, alejándose de las tendencias actuales marcadas por grandes producciones, sin respetar los tiempos necesarios para crear un pan genuino y artesanal, que rememora felices momentos con los que crecimos.
La Hogaza Malaspatas ha sido presentada al concurso nacional 50 Panaderos Top de España, donde Pan Real ya fue galardonado anteriormente con una estrella por su Hogaza Pan Real.