“El trabajo precario aumenta en un 61% las posibilidades de padecer depresión”

Con motivo de la conmemoración mañana jueves, 10 de octubre, del Día Mundial de la Salud Mental -que este año llega muy vinculado al mundo laboral bajo el lema “Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo”-, UGT Castilla-La Mancha ha presentado hoy en Albacete el informe “La salud mental. Una prioridad para la seguridad en el trabajo”, un estudio en el que se arrojan datos significativos de lo que hoy ya es un “problema endémico” y que incluye propuestas concretas por parte del sindicato.

En rueda de prensa -y acompañado por la coordinadora regional de Prevención de Riesgos Laborales de UGT Castilla-La Mancha, Irene Ortega-, el responsable del área de Salud Laboral de la gestora de UGT CLM y secretario general de UGT Albacete, Francisco Javier González, ha insistido en los riesgos para la salud física y mental que pueden suponer unas malas condiciones laborales, también la falta de trabajo o la pérdida del mismo. Concretaba que “unas buenas condiciones laborales reducen en un 60% la mala salud mental de las trabajadoras y en un 80% la de los hombres”.  Por el contrario, apuntaba Irene Ortega, “el trabajo precario aumenta en un 61% las posibilidades de padecer depresión”.

“Desde UGT Castilla-La Mancha defendemos que la precariedad laboral y el deterioro de las condiciones están afectando gravemente a la salud mental de las personas empleadas”. Francisco Javier González añadía que se ha dado un paso importante en materia de salud mental: “visibilizar el problema que representa”. Sin embargo, “nos queda mucho camino por recorrer”.

Para la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores es necesaria una directiva comunitaria que regule la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas y que sirva de paraguas para todos los Estados miembros que, como España, no disponen de una norma de estas características. “Los riesgos psicosociales de origen laboral son los únicos que no cuentan con una normativa propia en nuestro país”.

Una directiva que garantice el derecho a la desconexión digital; la negociación de protocolos contra el estrés laboral, la violencia y el acoso laboral en las empresas; la actualización del listado de enfermedades profesionales para que sean incluidas las patologías derivadas de los riesgos psicosociales; acabar con la mercantilización de los servicios de prevención para que sean más efectivos; y abrir una mesa de diálogo social en materia de siniestralidad laboral para establecer líneas de actuación que reduzcan la incidencia de los riesgos psicosociales son otras propuestas que realiza el sindicato y puestas de manifiesto hoy por el responsable de Salud Laboral de la gestora de UGT CLM.

“La primera causa de muerte en el trabajo son los infartos y derrames, tras los cuales los riesgos psicosociales están muy presentes”

Por su parte, la coordinadora regional de Prevención de Riesgos Laborales de UGT Castilla-La Mancha destacaba que el año pasado en Castilla-La Mancha fallecieron en el trabajo 33 personas, siendo el motivo de 13 de estas muertes los infartos y derrames cerebrales. “Estamos hablando de que el 40% de los fallecimientos en accidentes de trabajo fueron por esta causa, tras la cual están muy presentes los riesgos psicosociales y que la sitúan como primera causa de muerte en el trabajo”. 

“Las cifras registradas a nivel regional relativas a lo que va de 2024 no nos hacen ser especialmente optimistas ya que, de enero a julio de este año, de las 26 muertes contabilizadas en las empresas de la región, 10 se han debido a infartos o derrames cerebrales”, añadía.

Tal y como ha puesto de manifiesto Irene Ortega, el informe presentado hoy en Albacete también señala que la temporalidad, la inseguridad laboral y la digitalización son las grandes amenazas para la salud mental de las personas trabajadoras. Tanto es así que “el trabajo precario aumenta en un 61% las posibilidades de padecer depresión, en un 77% las posibilidades de padecer ansiedad y en un 51% las posibilidades de suicidio”.

El sindicato defiende que existe una serie de factores psicosociales y organizativos a los que se debe prestar atención y prevenirse para que no se materialicen en daños para la seguridad y salud de los trabajadores/as, como por ejemplo el tiempo de trabajo, la hiperconectividad, la carga de trabajo cuantitativa, la sobrecarga cualitativa, la demanda psicológica de naturaleza cognitiva, etc. Los desafíos ya están aquí y es que, según afirmaba la coordinadora regional de Prevención de Riesgos Laborales, el 32% de la población ocupada considera que está expuesta a presiones de tiempo o sobrecarga de trabajo.

“Desde UGT Castilla-La Mancha siempre hemos exigido que los riesgos psicosociales dejen de ser los grandes olvidados en la gestión de la prevención de los riesgos laborales para pasar a ocupar un lugar destacado en las agendas de trabajo, máxime cuando el reconocimiento de origen profesional de las patologías relacionadas con los riesgos psicosociales de origen laboral es residual. En España, con cifras de 2022, solo se reconocieron 113 casos de desórdenes causados por el trabajo y 20 agravados por el trabajo”.

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