Muchos de vosotros ya me conocéis, llevo tres meses en política, no he estado nunca afiliado a ningún partido, y procedo de la empresa privada, mi único fin, siempre ha sido la familia, el trabajo, la cultura y ayudar a los demás en la medida que he podido, valores que intento inculcar a mis hijas, debido mi labor política actual he recorrido muchos pueblos, y os puedo asegurar que he podido ver de todo.
Pienso que no hay una verdadera Democracia, y que por lo tanto no podemos hablar abiertamente de un país libre, y de un país con personalidad, con identidad, puesto que no representa a la totalidad de los habitantes del país.
Deseo un cambio de la ley electoral, por una Democracia participativa de verdad, donde nuestras opiniones, la de los ciudadanos, sean las que gobiernen.
Por lo tanto defenderé una verdadera democracia plural, con los mismos derechos, con igualdad de oportunidades para todos. Eso hace que una nación, una región, comunidad, un municipio, tenga identidad propia y el resto de las comunidades mundiales la acepten.
Defenderé la listas abiertas, verdadera esencia de la Democracia de un pueblo. Defenderé a cada una de los diferentes personas con voz.
Llevamos tres días de campaña y las televisiones locales y provinciales sacan a la luz las actuaciones de los partidos grandes. ¿Y los pequeños? Acaso no pagamos impuestos, no pasamos necesidades, no sufrimos enfermedades, no tenemos personas mayores, no tenemos hijos sin trabajo. ¿Eso es la Democracia?
Llevo tres meses en política y no puedo entender como los políticos que llevan tanto tiempo en el poder no se dan cuenta de la realidad de sus ciudadanos.
A mi me preocuparía que me dijesen “todos los políticos sois iguales, no creo en la política, no tengo trabajo y ahora vienes, lo que tenéis que hacer es venir el día 23 de mayo y no ahora, no voy a votar, estoy hasta las narices de todos, me voy a trabajar a Barcelona, no aguanto más sin trabajo…”. Y en cuanto a los jóvenes: “paso de política, yo no voto, no tengo curro, no me gusta la política, hacen falta centros recreativos…”.
Pienso que es el momento de reflexionar, de meditar, de analizar si realmente vamos por un mal camino, y si tenemos que pararnos todos y llevar a cabo una única Ley de Educación que nos defina como país coherente.