El CEDOBI. Solidaridad con la República española (2)

En abril de 1938 las Brigadas Internacionales se trasladan desde Albacete al sector de Barcelona. Y meses después se produce su salida de España. El 28 de octubre de 1938 más de trescientas mil personas presencian el desfile de los internacionalistas en Barcelona, según el diario La Vanguardia (Barcelona, 29-10-1938, p. 3.), con la presencia del jefe del Estado, Manuel Azaña Díaz (1880-1940), y del presidente del Gobierno, Juan Negrín López (1892-1956).

Brigadistas en Albacete. Fondo CEDOBI

Y el día siguiente, se celebra una “comida íntima” en honor de los brigadistas en el castillo de Vich (La Vanguardia, 30-10-1938, p. 3), con brindis a los postres de Negrín y contestación de André Marty (1886-1956). Merece la pena relacionar los comensales de la mesa presidencial, cuyos apellidos proporciona el diario catalán, información completada y rectificada con datos de otra fuente (Boletín Mensual de la Sociedad de Naciones, Ginebra, números de octubre de 1938 y enero de 1939).

En la presidencia, el jefe del Gobierno. A su derecha, Diego Martínez Barrio, presidente de las Cortes; André Marty, propulsor de las Brigadas Internacionales; Mariano Gómez González, presidente del Tribunal Supremo; coronel A. L. M. Molesworth, comisario de la Comisión internacional; Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro, general de Aviación; teniente coronel Hans Kahle (alemán); Ramón González Peña, ministro de Justicia; teniente coronel Bach, secretario de la Comisión internacional; Segundo Blanco González, ministro de Instrucción Pública y Sanidad; Reiner, jefe de brigada (solo figura esa palabra, quizá sea el austriaco Adolf Reiner, alias de Anton Dobritzhofer); Tomás Bilbao Hospitalet, ministro sin cartera del Gobierno de la República.

Y a su izquierda, general B. Jalander, presidente de la Comisión de control para la retirada de combatientes internacionales; Bernardo Giner de los Ríos García, ministro de Comunicaciones y Transporte; Luigi Longo –Gallo–, comisario de las Brigadas Internacionales; Francisco Méndez Aspe, ministro de Economía y Hacienda, teniente coronel A. Homo, comisario de la Comisión internacional de control; Antonio Velao Oñate, ministro de Obras Públicas; Morandi Aldi, jefe de división; Paulino Gómez Sáiz, ministro de la Gobernación; teniente comandante R. W. M. Lloyd, miembro de la Comisión de control; y José Moix Regás, ministro de Trabajo. A continuación, el periódico relaciona comensales de las distintas mesas.

Cuartel de Mahora (Albacete). Fondo CEDOBI

La composición de la presidencia es una muestra evidente de la complejidad política de la España republicana. Además de los miembros de la Comisión de control para la retirada de combatientes internacionales y de los máximos responsables de las BB II, los comunistas Marty y Gallo, asisten representantes de judicatura, milicia y política. Mariano Gómez González, presidente del Tribunal Supremo, es un jurista, de profundas convicciones religiosas católicas y republicano. Cabe pensar que alguno de los militares es socialista, aunque no he podido verificarlo, pero del PSOE, aparte del jefe de Gobierno, asisten Ramón González Peña y Paulino Gómez Sáiz. Solo un político del PCE, el ministro de Trabajo José Moix Regás y los militares comunistas Ignacio Hidalgo de Cisneros y el alemán Hans Kahle. Completan la representación política, Francisco Méndez Aspe y Antonio Velao Oñate, de Izquierda Republicana; Diego Martínez Barrio y Bernardo Giner de los Ríos, de Unión Republicana; Segundo Blanco González, de Confederación Nacional del Trabajo; y Tomás Bilbao Hospitalet, de Acción Nacionalista Vasca.

El brindis de Negrín es reflejo del agradecimiento a los brigadistas: “España entera, el pueblo español, agradece este gesto magnífico de los combatientes extranjeros que, atraídos por un Ideal, por el amor a España y por creer que estaban identificados los intereses de sus países con los de nuestra patria, han venido aquí a ofrendar su vida y a verter su sangre. ¡Loor a los cinco mil muertos extranjeros de todos los países que han ofrecido lo más preciado que un hombre puede ofrendar voluntariamente: la vida; su sangre! ¡Loor, y nuestro recuerdo imperecedero!”.

El 1 de noviembre de 1938 Dolores Ibárruri ‒Pasionaria‒ pronuncia un emotivo discurso de despedida a los voluntarios de las Brigadas Internacionales. Una de las frases más significativas y famosas es “Sois la historia, sois la leyenda, sois el ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia” (En la lucha. Palabras y hechos 1936-1939, Moscú, 1968). Se trata de la inscripción, precisamente, que puede leerse en el monumento a las Brigadas Internacionales ubicado en la Ciudad Universitaria de Madrid, inaugurado el 22 de octubre de 2011, en conmemoración del 75 aniversario de la formación de las mismas.

Y Pasionaria termina su intervención de esta manera: “No os olvidaremos, y cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República española, ¡volved! (…) Volved a nuestro lado, que aquí encontraréis patria los que no tenéis patria, amigos, los que tenéis que vivir privados de amistad, y todos, todos, el cariño y el agradecimiento de todo el pueblo español, que hoy y mañana gritará con entusiasmo: ¡Vivan los héroes de las Brigadas Internacionales!”

Conmemoración del primer aniversario de las Brigadas en la plaza de toros de Albacete. Fondo CEDOBI

Es preciso recordar que el 30 de septiembre de 1938 el Consejo de la Sociedad de Naciones constituye un Comité de tres miembros con representantes de Reino Unido, Francia e Irán. Reunido en Ginebra a comienzos de octubre procede a la designación de los componentes de la Comisión neutral, que realiza el 14 de octubre en Perpiñán la reunión constitutiva y después sus miembros se trasladan a Barcelona donde son recibidos por representantes del Gobierno español. Algunos de ellos participan en la comida del castillo de Vich.

A la llegada a Barcelona el 16 de octubre de 1938 el Gobierno español comunica a los miembros de la Comisión que los extranjeros presentes en el Ejército se elevaban a unos 12.000, con la inclusión de más de 3.000 hospitalizados. No obstante, la Comisión internacional elabora su propio censo de voluntarios internacionales, agrupados por nacionalidades en los lugares de concentración, así como de los que se encuentran en cárceles y hospitales. A fecha 12 de enero, el número de combatientes no españoles incluidos en el censo es el siguiente: zona de Barcelona, 9.843 y zona de Valencia, 2.830. Es decir, un total de 12.673 personas. A mediados de enero de 1939, según datos de la Comisión, han salido de España 4.640 combatientes. Entre ellos 2.112 franceses, 548 norteamericanos, 407 ingleses, 347 belgas, 283 polacos, 194 italianos y 182 suecos. Asimismo, se indica que están reunidos y listos para salir 1.500 combatientes sin nacionalidad y 350 canadienses (“La situación en España”, Boletín Mensual de la Sociedad de Naciones, vol. XIX, nº 1, 1 a 31 de enero de 1939, pp. 8 a 12).

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