Con los votos favorables de los concejales socialistas y el rechazo de Partido Popular e Izquierda Unida. El concejal de Hacienda, Isidro Fernández de Marcos, defendió su austeridad y avanzó que, de cumplirse las previsiones, podría empezar a reducir la deuda. Su aumento durante la legislatura fue el eje central de las intervenciones del Partido Popular, mientras Izquierda Unida, que presentó varias enmiendas al reparto presupuestario, entendía que “está cogido con alfileres”
El Pleno aprobó anoche los presupuestos municipales del ejercicio 2011 con los votos favorables de los nueve concejales del Partido Socialista y el rechazo de Partido Popular e Izquierda Unida. Las previsiones de ingresos de la Hacienda Local se fijan en 20.200.000 euros, cantidad similar a la que se estimó en las cuentas de 2010 (20.987.000 euros), superada luego en más de seis millones de euros en la liquidación presupuestaria. Del lado de los gastos, el mayor porcentaje, un 43%, se lo lleva personal (más de ocho millones y medio de euros); por detrás, el dinero empleado en bienes corrientes y servicios, con un 29% (casi seis millones de euros); y, a continuación, las inversiones reales y la amortización de la deuda que se mueven en torno al 9%.
Si este desglose contable se traslada a las áreas municipales encontramos que más de un 34%, unos siete millones de euros, se destinan a los servicios públicos básicos: Seguridad y Movilidad Ciudadana, Vivienda y Urbanismo, Bienestar Comunitario y Medio Ambiente. En actuaciones de protección y promoción social, que engloba Servicios Sociales y Fomento del Empleo, se han fijado casi cuatro millones y medio de euros, un 22% del presupuesto. Otros tres millones de euros (15%) lo consumen Sanidad, Educación, Cultura y Deporte y para la Deuda Pública quedan 2.146.000 euros(10,62%).
Tras la presentación de estas cifras, el concejal de Hacienda, Isidro Fernández de Marcos defendió la austeridad del presupuesto ya que, según apuntó, “de nuevo se han recortado los gastos voluntarios sin que eso afecte al mantenimiento de los servicios públicos”.
Desde Izquierda Unida se elevaron varias enmiendas al reparto de las partidas presupuestarias que, entre otras cosas, proponían una disminución en las retribuciones de los concejales liberados, la elaboración de un plan energético que ahorrase en alumbrado público o un recorte mayor en el área de Festejos. Dinero que, según expuso su portavoz municipal, Galo Sánchez Bermejo, destinarían a más becas de estudio, a la delegación de Cultura, a ayuda al desarrollo, al proyecto de recogida de aceites domésticos, a un fondo para evitar desahucios o al fomento de los presupuestos participativos. Posicionamientos que valoró por su “valentía” el concejal de Hacienda pero que no podía aceptar al realizarse, dijo, “con criterios ilegales o alegales”. “Reduce el volumen de las inversiones y con el dinero que le queda de los créditos financia gasto corriente; eso es ilegal y algo básico que se debe saber en la elaboración de un presupuesto”, indicó Fernández de Marcos.
En su segundo turno de intervención, Sánchez Bermejo le recriminó que no le advirtiese de esos errores con antelación, poniendo, a su juicio, en entredicho “la bondad del Alcalde” para confeccionar unos presupuestos participados por los grupos de la oposición. A continuación, el concejal de Izquierda Unida comparó las “optimistas” previsiones de ingresos del equipo de Gobierno en los impuestos de Bienes e Inmuebles (IBI), Actividades Económicas (IAE) o en las licencias urbanísticas, con las que refleja el informe de Intervención. “Son unos presupuestos cogidos con alfileres, están en el alero más de 300.000 euros. No pueden estar orgullosos de unos presupuestos en los que Intervención les dice que con llueva un poco más se van a números rojos”, señalaba
Mientras, el Partido Popular centró su análisis en la evolución del nivel de endeudamiento durante la legislatura. Su portavoz, Leopoldo Sierra, detalló que “desde 2007 la deuda se ha elevado en un 32% más (del 57% al 88%),pasando de 9.400.000 euros a 18 millones, en 2010”. A ello sumaba la deuda de la Empresa Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente (EMUMASA) para reseñar que “se deben a entidades bancarias 30 millones de euros”.
En este sentido, y tras anotar que en este 2011 se destinará más dinero a pagar intereses que a inversiones y que la capacidad de endeudamiento ha llegado a casi su límite, Sierra concluía su balance anotando que “no se ha guardado cuando había y ahora no hay nada”, excepto y enlazando con la situación económica nacional, “más paro, inflación y deuda pública”.
A este respecto, Fernández de Marcos se desmarcaba del “discurso catastrofista” de los populares y criticaba que no elevarán ninguna enmienda presupuestaria al “desbarajuste socialista” que plantean. Sobre la situación de la deuda, el concejal de Hacienda indicaba que “ese dinero se ha empleado en la generación de unos servicios espectaculares”, que animaba a comparar con otras poblaciones de similar población. Además, en base a las cuentas de 2011, subraya que, de cumplirse las previsiones, “este año se reducirá la deuda en al menos 400.000 euros” ya que se amortizará más (1.786.000 euros) de lo se pedirá a los bancos para inversiones (1.375.000)
Concluido el debate de los portavoces, el alcalde José Díaz del Campo salió al paso de los asuntos tratados, especialmente en el capítulo de la deuda o en la situación de EMUMASA. En una extensa alocución, el primer edil defendió la operatividad de la empresa municipal en la generación de suelo industrial y, ante el posible “colapso” que Sánchez Bermejo apuntó en base a la auditoria realizada, Díaz del Campo señaló que ese mismo auditor recalcó que “EMUMASA presenta los mejores resultados de las que ha encontrado en el sector”. En cuanto al nivel de endeudamiento, el alcalde daimieleño resaltó que la calificación de la deuda del ayuntamiento se valora con una triple B, por delante de la credibilidad de algunas comunidades autónomas. Confianza, decía, ganada por el esfuerzo y la capacidad de trabajo de éste y anteriores equipos de Gobierno socialistas. Finalmente, también se detuvo en comparar la carga porcentual que el Ayuntamiento destinará este año al pago de su deuda con la de cualquier familia. “De cada 1.000 euros, nosotros pagaremos unos 111 euros, muchos hogares firmarían ese volumen entre hipotecas y demás créditos contraídos”, concluía.
En el apartado de preguntas, el alcalde comentó, ante una interpelación compartida por PP e Izquierda Unida, que fue él mismo quien informó al emprendedor interesado en habilitar en Daimiel un servicio de recogida de aceites domésticos de las posibilidades que tenía. Los dos grupos de la oposición hicieron referencia a las quejas de éste, que entendía que había estado mal asesorado, a lo que el primer edil consideraba que no fue así y que otra cosa era su interpretación.