El consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha destacado que el límite de gasto no financiero, conocido como techo de gasto, acordado en Consejo de Gobierno el pasado 27 de agosto y que hoy se ha aprobado en las Cortes regionales, asciende a 8.315 millones, con una variación del 4,5 por ciento con respecto al año anterior, “no supondrá en ningún caso un incremento de la presión fiscal” y va a “consolidar el progreso y el crecimiento económico” de Castilla-La Mancha.
Así lo ha manifestado durante su intervención en el pleno de las Cortes regionales, que se ha desarrollado este jueves, en el que se ha aprobado el techo de gasto y donde ha indicado que “se cumple así con el compromiso adquirido en 2015 con los agentes sociales, empresarios y trabajadores de mantener en nuestra Comunidad Autónoma la congelación fiscal e incluso rebajarla, como ya se hizo en 2022 y 2023”.
Unos compromisos que se suman a los adquiridos con la ciudadanía y que se centran en el refuerzo del Estado del Bienestar, la protección de las familias más vulnerables; el impulso a la actividad económica y el empleo; la lucha contra la despoblación, “de la que somos referente y la aceleración de la transición ecológica y digital, aprovechando los fondos europeos, que con eficacia y rapidez se están ejecutando”, ha insistido.
En su intervención, Ruiz Molina ha explicado que el techo de gasto es el máximo que la Administración regional podrá gastar durante el próximo año y ha señalado que su elaboración se ha hecho “con la máxima prudencia” y teniendo en cuenta los recursos provenientes del sistema de financiación autonómica, comunicados oficialmente por el Ministerio de Hacienda; los objetivos de estabilidad presupuestaria, en base a los aprobados en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, celebrado el pasado 15 de julio; las estimaciones de lo que se espera recaudar en relación con los tributos que gestionamos y las transferencias no finalistas recibidas de la Unión Europea y el Estado.
El consejero ha sostenido que la aprobación del techo de gasto supone tener los “mimbres necesarios” para que se pueda elaborar un presupuesto encaminado, un año más, a “mejorar la calidad de vida del conjunto de la ciudadanía”, así como para “favorecer el desarrollo económico” de la región; en definitiva, continuar “consolidando el progreso y bienestar de Castilla-La Mancha, como venimos haciendo desde año 2015”.
Crecimiento económico y estabilidad política
El titular de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital ha contextualizado la situación económica y política de la región y ha remarcado que, desde un punto de vista económico, Castilla-La Mancha se encuentra en un entorno de crecimiento sostenido que ha permitido elaborar “con prudencia” desde la Consejería de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital unas previsiones de crecimiento para finales de 2024 de un 2,3 por ciento, y del 2 por ciento del PIB en términos reales para 2025.
Un escenario que, como ha indicado el consejero está avalado por entidades como la AIReF y servicios de estudios reputados, como los del BBVA y CEPREDES, se suma a la “contención de la inflación”, que según los últimos datos publicado por el Banco de España se sitúa en un 2,6 por ciento, y que previsiblemente bajará en agosto, tras publicarse la semana pasada el dato avanzado para España, que se ha reducido al 2,2 por ciento.
Durante su alocución, Ruiz Molina ha subrayado también la importancia de la estabilidad política que vive la Comunidad Autónoma, “ya que no podemos vivir al albur de lo que sucede en Madrid”, y que contrasta con la situación a nivel nacional, en la que el techo de gasto y los objetivos de estabilidad presupuestaria presentados por el Gobierno de España, han sido rechazados en el Congreso de los Diputados, con los votos en contra del PP, VOX y Junts, a quienes, en el propio parlamento autonómico ha pedido que en el caso de volver a presentarlos, “defiendan los intereses de la región y voten a favor”.
Principales magnitudes del límite de gasto no financiero
Durante su intervención, Ruiz Molina ha detallado cada uno de los componentes de este límite de gasto no financiero para 2025. El primero de ellos son los ingresos propios de carácter no financiero, que como ha indicado, ascienden a 8.247 millones, variando con respecto al anterior ejercicio en un 4,6 por ciento. De esta cifra ha remarcado que el 88 por ciento, es decir 7.257 millones, son los ingresos que le corresponden a Castilla-La Mancha provenientes del sistema de financiación vigente.
Un elevado porcentaje que, como ha indicado Ruiz Molina, “pone de manifiesto la importancia que para la región tiene abordar de manera urgente una modificación del sistema de financiación autonómica, que corrija los defectos del actual, y por supuesto que ese nuevo modelo de financiación se aborde de forma multilateral”.
Asimismo, ha precisado que el 12 por ciento restante, es decir, 990 millones, “se corresponde con los ingresos de carácter tributario que gestionamos desde la Administración regional y los provenientes de otras administraciones, como el Estado o la Unión Europea”.
El segundo componente es el déficit autorizado para el próximo ejercicio. En este punto, el consejero ha recordado que tal y como se acordó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado mes de julio, “éste es del 0,1 por ciento del PIB regional, lo que supone unos 55 millones de euros”.
Una tercera magnitud que compone este techo de gasto, son los ajustes de contabilidad nacional, aquellos que se deben realizar para que el techo de gasto sea fijado en términos de contabilidad nacional y que para este 2025 está previsto que sumen 12,3 millones de euros. Por último, el consejero ha recordado que los ingresos procedentes del fondo REACT UE, en esta ocasión no se han estimado, al “ser Castilla-La Mancha una de las tres comunidades autónomas que los tiene ejecutados en su totalidad”.