Se está planteando la Sra. Romero y su equipo de gobierno, una vez conocido que Gedeco-Avantis entra en concurso de acreedores y da la estocada al proyecto del «Reino de Don Quijote», cuál va a ser el futuro de la ciudad ahora que se ha quedado sin ese macroproyecto que suponía el desarrollo de la economía, la esperanza de crecimiento, el destino de su engalanado tranvía para el traslado de turistas a modo «hawaiano» con guirnaldas de flores rumbo a las Vegas Manchegas.
¿Cómo vamos a poder subsistir los trabajadores de Ciudad Real sin ese gran Casino que el grupo estadounidense Harrah’s nos iba a instalar en este lugar de la Mancha? ¿Cómo podrá subsistir la población ciudadrealeña sin las 10.000 viviendas de lujo frente a los estupendos campos de golf regados con el agua detraída de la agricultura de los alrededores?
En 2008 Harrah’s anunciaba la suspensión de sus actividades en la capital manchega, de manera provisional «hasta que las condiciones del mercado fueran favorables». Aunque las condiciones no son las mismas, sino peores, aunque el fracaso está servido y el proyecto ha tocado fin, todavía hay fieles a sus fantasías animadas (mantenidas con dinero público, eso sí), y al parecer el Reino de Don Quijote sigue vigente para los responsables municipales. Así se desprende de la relevancia que tiene en el Plan de Ordenación Municipal (POM) el megaproyecto ya que uno de sus objetivos será precisamente unir las zonas de mayor relevancia de la ciudad con el Reino de Don Quijote y con el comatoso Aeropuerto Central.
A pesar de todos estos contratiempos, de todos estos fracasos, de toda la pérdida del dinero público que se ha entregado y del que se ha dejado de percibir, de que éste sea uno de los culpables de la situación de CCM a pesar de continuar siendo Proyecto de Singular Interés según la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el equipo de gobierno municipal considera «vivo» el proyecto y aprobó recientemente la reparcelación inicial del Reino de Don Quijote, algo que según Cañizares es síntoma de que el proyecto «sigue vivo para el Ayuntamiento de Ciudad Real y para el agente urbanizador» y servirá para desmentir «la rumorología sobre este proyecto».
Este resorte turístico con componentes de ocio, negocio y residencial, estaba considerado como un eslabón más para alcanzar la Ciudad Real del porvenir. ¿Qué proyecto tenemos en mente para salvar ahora el futuro de la ciudad? ¿Peligra incluso el apellido «Real» de Ciudad Real ahora que se ha quedado sin su «Reino»?