Eduardo Muñoz Martínez.- …a la puesta del Sol, bajan a la Patrona al Altar Mayor. Una vez más nos lo recuerda la coplilla popular y ya desde siglos, en víspera de San Lorenzo su antigüedad, cada año renovada, de la efemérides.
! Vamos a ver a la Virgen! Los hijos, los nietos, los padres, los abuelos.., todos, durante estos días, tendremos nuestra cita con la Madre.
Cada uno con nuestros proyectos, con nuestros problemas, con nuestras dolencias físicas…, y ante nosotros Ella, la Madre que no se cansa de esperar.
Es a la que rezamos, especialmente cuando somos niños, es de la que a veces nos olvidamos,.. Quiera Dios, – así será -, que siempre recordemos, a pesar, muchas veces,de ser unos mal queda, que una madre no se cansa de esperar.
Al regreso me enciendes una luz, la de la esperanza; me sonríes y me aguardas; siento tú abrazo en mi alegría de volver.