El Patronato del Museo Reina Sofía aprueba nuevas donaciones y los nombramientos del nuevo organigrama

Por José Belló Aliaga

El Patronato ha confirmado los nuevos nombramientos de Carlos Urroz como director de Gabinete Institucional, Diana Lara como directora de Comunicación y Julia Morandeira como directora de Estudios. En el pleno de la Comisión Permanente del Patronato del Museo Reina Sofía celebrado se han aprobado, a petición de su director Manuel Segade, tres importantes donaciones que se incorporarán a la Colección del Museo y los nombramientos de los tres puestos de alta dirección elegidos tras concurso público con los que se completa el organigrama de la institución.

Donación de Juana de Aizpuru

La primera de las donaciones ha sido realizada por la galerista Juana de Aizpuru. Por un valor aproximado de millón y medio de euros la donación incluye numerosas obras de artistas españoles de los años 90 y comienzos de los 2000 -una generación poco representada en la Colección del Museo Reina Sofía-, algunas piezas históricas de artistas andaluces contemporáneos representados por la galería y, además, un importante grupo de piezas de pintores y escultores alemanes vinculados a Juana de Aizpuru desde los años 70.

Una serie de instalaciones escultóricas de Ana Laura Aláez vienen a completar su representación en la Colección el Museo. Hombre rana, 1995, White Chocolate Lipsticks, 1999 y Lipsticks 3, 2001, son grupos escultóricos de gran interés por su cronología y muy representativos de la producción de una artista clave en las últimas décadas en España.

La obra de Rafael Agredano permitirá a la colección del Museo integrar a un artista fundamental de la escena española de la década de los ochenta. La pieza donada es un tríptico fotográfico donde la construcción de la imagen en su pintura anterior vinculada a la transvanguardia se torna performativa y anuncia muchos discursos de producción de identidad fundamentales para los años noventa.

Las seis pinturas de Pilar Albarracín de la serie Bárbara, realizadas en 1997, plantean una crítica de las desigualdades sociales y de género, cuestionan la situación subalterna de la mujer respecto al hombre y la violencia física y psíquica ejercida sobre el cuerpo femenino. Como en el caso de las obras anteriores, esta permite completar la representación en la colección de una generación que, desde los años noventa, utiliza su propio cuerpo para cuestionar roles y estereotipos y para denunciar el espacio social patriarcal. Albarracín tampoco estaba representada en la colección con obra escultórica. De ahí la importancia de las dos piezas de la serie Lujo ibérico I y II, realizadas en terciopelo, plástico y metal en el año 2001. Estas obras inciden en el valor de dinero y el concepto del lujo, sobre el que la artista reflexionó en la colectiva Argent et valeur – le dernier tabou (Dinero y valor -el último tabú), celebrada en Suiza en 2002.

Jorge Barbi es un artista que no tiene representación en la colección. La obra Solutio Perfecta, está formada por un alambique metálico de gran tamaño y partido por la mitad, de modo que lo que el espectador transita en la galería es el propio contenido de la vasija destinada a la destilación de líquidos, que en este caso es solo aire. La obra refleja la idea del espacio y el tiempo que existe en el interior de las cosas, además de ser un ejemplo de dinámicas de apropiación y simulación, propias de las poéticas del momento. También contiene un juego de lenguaje: así la solución (química) perfecta en este caso es el espacio del espectador, y recurre a la idea contraria al desdoblamiento, la partición, para crear precisamente una obra par, desdoblada y simétrica.

La obra Sin título, 1999 de Nuria Carrasco realizada en madera y goma de borrar, es una obra que formó parte de la exposición De lo terreno y lo humano, de la galería Juana de Aizpuru. Federico Guzmán ha comentado esta obra que «se parece a los cajones de arena de los parques infantiles. Una estructura de madera forrada de gomas de borrar naranja, blanco y verde que contiene virutas del mismo material mezcladas con pigmento negro». Guzmán explica que es «una escultura que nos habla del arrepentimiento, la duda y todo lo que habría que borrar en el mundo expresado en un objeto que contiene todas las transformaciones del presente».

El conjunto de pinturas Luis Claramunt que pasarán a formar parte de la Colección del Museo, pertenecen a su segunda etapa creativa, marcada por su traslado a Sevilla en 1985 y a sus constantes viajes a Marrakech, acompañado de Teresa Lanceta. Las series realizadas entre 1986 y 1988 dedicadas a Marruecos y a la ciudad de Sevilla representan un punto de inflexión en la producción de Claramunt. En este periodo va de la mancha casi monocroma a la línea, resumiendo todo un proceso de vaciamiento espacial que le conduce a un protagonismo absoluto de la figura en un espacio más simbólico, como vemos en las obras Figura y manos negras, 1987 o Toro de invierno, 1988. En 1989, Claramunt llega a Madrid y es en la capital que consigue su internacionalización. Con la serie Shadow Line (1989) alcanza un breve pero intenso reconocimiento en el extranjero, sobre todo en Alemania y Austria. Con esta serie, de la que oferta una pieza en esta donación, plantea un trabajo completamente abstracto, antitético a sus obras inmediatamente anteriores y una vuelta a su literatura con una expresión puramente caligráfica. Este conjunto de 7 obras del pintor catalán de los años ochenta vendría a completar la representación del artista en la colección del MNCARS de tres obras de los años noventa.

En la icónica serie titulada Anarchitekton (2002-2004) de Jordi Colomer, un personaje recorre los entornos urbanos de cuatro ciudades del mundo (Barcelona, Bucarest, Brasilia y Osaka) portando modelos de cartón de los edificios icónicos de la arquitectura local, que recuerdan al dispositivo ciudadano de la pancarta política. Con ello activa las metáforas de la propaganda, especialmente de los desfiles tardo-soviéticos, pero desde la ironía. Las esculturas de Jordi Colomer: Se leve et se couche amb triple caracola, 1988, Como en casa, de 1991, Rincones 1993 y El orden nuevo de 2000, son obras muy representativas de su etapa anterior al videoarte, etapa de la que la Colección ya contaba con el vídeo de 1997 Simo.

Salomé del Campo es una importante creadora que surgió del novedoso ambiente social y político de Sevilla en el que tuvo lugar su desarrollo artístico. Ventana al mar, 1986, es uno de sus primeros trabajos, en los que se dedicó principalmente a pintar misteriosos paisajes y enigmáticos objetos, a veces aumentando su escala. Estas piezas aparecen unas veces acompañadas de inquietantes títulos; en otras, dotados de simpleza y sin ningún mensaje claro aparente. Ventana al mar (1986), con referencias al tema marino es una muestra de ensoñación. El Museo Reina Sofía no contaba con ninguna obra de la artista de la Colección y se sumará en relación con artistas de su misma generación como Victoria Gil, Mercedes Carbonell, Nuria Carrasco o Pilar Albarracín.

Las fotografías de Carmela García son destacados ejemplos de su trayectoria. La artista emplea la perspectiva de género como herramienta de reivindicación para proponer una visión diferente de lo femenino en el mundo y como un medio para proyectar la necesidad de un futuro alternativo. A través de narrativas ficticias y escenarios construidos, propone reevaluar la construcción de la historia y reformular los cimientos del imaginario colectivo. En Estudio (2001), García presenta una escena cuidadosamente construida que subvierte los estereotipos y clichés asociados a la representación femenina. La fotografía Lago de Sanabria (Sabrina) (2002), una de sus obras más icónicas, forma parte de la serie Paraísos, donde la autora recrea escenas románticas que contraponen ser humano y naturaleza. La serie subvierte tópicos tradicionales de la representación femenina y del paisaje, mostrando a una mujer en un lugar inaccesible y alerta en lugar de la típica pasividad. La estrategia de Carmela García se enmarca en una estética posmoderna, apropiándose de estilos bien conocidos para reinterpretarlos y proyectar nuevas identidades femeninas, fundamentadas en la autonomía personal y la especificidad de las relaciones entre mujeres. Las dos fotografías completarán la presencia de Carmela García en el Museo, que cuenta únicamente con piezas de su serie Chicas, deseos y ficción (1998).

La instalación de Dora García titulada Sistema de gradación de lo real de 2002, es un ejemplo de la utilización de una estructura cotidiana para hacer una instalación conceptual que se refiere a la condición de ficción de la obra de arte. La artista escribe en La habitación cerrada, que el arte y la vida son lo mismo, pero no a la vez, es decir, unas veces vida, otras veces arte. El sistema de gradación de lo real es en realidad un estor que matiza la luz y la visión de la realidad exterior, una metáfora de la finalidad del arte y un elemento que la voluntad cognitiva del espectador activa o no. A esta pieza se suma Leído con dedos de oro (Cortázar) de 1999, una pieza en la que la hulla de la lectura es un indicativo del valor aportado a las páginas: el libro, una vez leído por la artista, recobra un valor nuevo.

Las fotografías del recientemente fallecido Pierre Gonnord pertenecen a dos líneas de trabajo diferenciadas y a la vez conectadas entre sí. Por un lado, Utópicos, enmarcada dentro del género retratístico, el que ha dado una mayor notoriedad al autor. La serie explora la identidad, la individualidad y la marginalización, retratando a personas que viven en comunidades rurales y alejadas, principalmente en el norte de España y Portugal. Los sujetos de Utópicos son personas que han elegido vivir fuera de los centros urbanos y han adoptado modos de vida alternativos: pastores, agricultores y otros individuos, cuyas vidas están profundamente conectadas con la naturaleza y la tierra. Siempre en Gonnord resulta sobresaliente la profundidad emocional que dota a sus retratos, así como la capacidad para conectar al espectador con realidades a menudo ignoradas. Por otro lado, los paisajes pertenecientes a la serie Terre de personne, que ofrecen una visión ampliada de los entornos donde viven sus sujetos retratados. Como los retratos, los paisajes están cargados también de emotividad e impregnados de una atmósfera que invita a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza. En sus imágenes de incendios, presenta alteraciones y cambios violentos que son comunes tanto en la naturaleza como en la vida. La selección de obras completaría la presencia de Pierre Gonnord en el Museo, que conserva tres retratos fotográficos fechados entre 1999 y 2005.

Las fotografías a color, presentadas de Juan Hidalgo, forman parte de una serie titulada Las tres gafas y constituyen un ejemplo de lo que el propio artista llamó “acciones fotográficas”. Fueron realizadas por un periodo aproximado de 12 años, última fase de su carrera, pero comienzan a gestarse mucho antes por su autor, quien las define e interpreta, siempre en colaboración con diferentes fotógrafos. En ellas se resumen muchos de los intereses que estuvieron en toda la obra de Hidalgo desde la fundación de Zaj: el humor, la ironía, la sexualidad y especialmente el interés hacia la acción y la performatividad como formas de subvertir la cotidianeidad y activar metáforas sobre la identidad. No existían en la Colección del Museo obras del autor de esta etapa final de su carrera, mientras que el resto se encontraban bien representadas.

El trabajo de Fernando Sánchez Castillo se basa en una utilización crítica de los documentos y vestigios de la historia (fotografías, objetos) o de los elementos conmemorativos, especialmente la estatuaria y la escultura monumental. La obra de la donación, titulada Rey de 2009, tiene como base un busto en bronce, cubierto con una caja de embalaje de cartón le tapa el rostro. El crítico Ferran Barenblit ha escrito que su «noción de monumento pone en tela de juicio la manera en la que los vencedores han escrito la historia… subvierte las relaciones de poder y reclama el espacio propio del arte para cuestionarlas. Reflexionan sobre los monumentos y el potencial de la transmutación del bronce». En este caso, en plena crisis económica y de prestigio del anterior monarca el artista utiliza el busto similar a los numerosos que pueblan las instituciones estatales para hacer una versión crítica del retrato regio como elemento representativo del orden constitucional.

Las dos obras de Juan Suárez de la donación corresponden a los primeros años de su carrera, Paisaje Reunión y Paisaje Granadino, ambos de 1979. Se trata de dos piezas dominadas por el color blanco con una sugestiva pincelada, fragmentado por un listón vertical de madera que sujeta la estructura pictórica. La atención a la geometría se relaciona sobre todo con una reflexión personal sobre el alcance y el papel del arte en la modernidad. En su obra se aprecian las influencias de Barnett Newman, Jules Olitski, Noland y Dieberkon. Su obra está en relación con el trabajo de otros artistas sevillanos contemporáneos como Gerardo Delgado, Joaquín Meana, Francisco Molina o José Ramon Sierra. El museo cuenta con dos obras del artista en la colección datadas en 1991 y 1983, por lo que con esta donación suma una producción más temprana del artista.

En la Colección del Museo se encuentra una obra de Pedro Cabrita Reis, H Suite IX, adquirida en 1993 y otra obra como depósito particular A casa da paixao e do pensamento de 1990. La obra De un portón nos haremos una casa, es más reciente, pero está constituida por las características básicas de su escultura desde los años 90, un arte con una aproximación antropológica, que habla de las formas primordiales de ocupación del espacio, de habitación del ser humano. Utilizando materiales constructivos, como en este caso, reciclados, construye a partir de un concepto artístico que cuestiona las nociones de autor, creación y subjetividad, su aproximación poética a los objetos está en relación con la escala humana y el concepto de casa como lugar de refugio, de introspección.

La constante investigación de Jiri Dokoupil sobre procedimientos pictóricos le lleva en 1988 a pintar en Madrid su primer cuadro realizado con humo. Se trata de series de pinturas realizadas con hollín en las que utiliza la llama de una vela como pincel. Entre la serie de cuadros de humo clásicos se pueden ver obras de 1988 a 1992. Fusión Inconclusa, 1989, es uno de estos ejemplos. En ella representa la firma del protocolo de fusión del Banco de Crédito (BANESTO) y el Banco Central, por sus presidentes Mario Conde y Alfonso Escámez en junio de 1988 en Madrid. El Museo Reina Sofía cuenta dos obras del artista en su colección. En el año 2000, el museo le dedicó una exposición monográfica titulada, Dokoupil. Querido amante del arte, soy un artista centroeuropeo. Con esta donación se vendría a incluir una obra representativa de sus trabajos de investigación técnica más transgresores y que se enmarca en una de las líneas de investigación del museo sobre la crítica de la representación.

Common spots, 1999, es un claro ejemplo del trabajo pictórico de Georg Herold con materiales insólitos en el campo de la pintura, a través del uso de papel de aluminio y resina, obteniendo como resultado una pieza a media camino entre la pintura y la escultura. Es especialmente interesante el juego de texturas y luces en esta fantástica obra que consigue con materiales cotidianos de escasa calidad. Realizada a finales de los años 90, es el periodo más importante de experimentación con nuevos materiales. El museo no posee ninguna pieza suya, por lo que esta donación sería de gran interés de cara al nuevo proyecto expositivo, en el contexto de la crítica a la representación.

También la escultura de Herold Sin título de 2007 es un buen ejemplo de su arte. De formato horizontal y construida a base de restos de bastidor unificados por la tela cosida y pintada de rojo, le sirve para lograr una figura, recuerda una deforme figura humana recostada. En 2008 Herold presentó en el Museo Ludwig de Colonia unas obras con similar técnica en las que la referencia a la figura humana desnuda era mucho más evidente. El artista no está representado en la Colección del museo por lo que esta donación es de interés y significativa de su obra de las últimas décadas.

En Lord, el susurrador de caballos, Anticristo, 1999, de Albert Oehlen se aprecia claramente la influencia de su formación en publicidad, con una obra que sigue el patrón de un cartel publicitario de gran formato. Se trata de uno de los ejemplos, a partir de los años 90, en los que el artista integra tecnologías modernas, como impresoras de inyección de tinta y programas de diseño por computadora. En su proceso creativo, explora nuevas posibilidades y límites del arte a través de estas herramientas. Fue pionero en el uso de esta técnica y abrió nuevos caminos para la intersección entre el arte tradicional y el digital, al adaptar los complejos recursos tecnológicos existentes con la finalidad de idear una técnica apropiada para los pintores de la era digital. En esta misma línea de experimentación se enmarcan S. T. (P 20/05) y S. T. (P 21/05). Dos fotografías de collage de grandes dimensiones en las que desafía las convenciones tradicionales de la pintura, mezclando elementos figurativos, con mensajes pegados sobre lápidas en un cementerio.

En la obra Polka Dots de 1998, reconocemos la inconfundible paleta de Markus Oehlen. Trabaja con formas amorfas que se mueven libremente, incluso de forma anárquica, entre sí y en la que se puede ver una referencia al estilo Op Art. Los elementos pop y surrealistas se combinan y superponen en una red compleja, donde el uso de rejillas estabilizadoras y el uso libre de colores suaves y efectos 3D comunican luz, profundidad y ritmo. Las obras son un comentario sobre los valores estandarizados de las ideas burguesas. Su otra obra donada, Sin título, fechada en 2000 es una escultura característica de la producción tridimensional del artista, donde utiliza materiales como el poliespán o espuma de poliestireno tallado, como base sobre la que enrolla cuerda para conseguir la textura sobre la que posteriormente aplica pintura. El artista trabaja en grandes formatos y desde los años 90 mantiene una unidad estilística en sus esculturas que han sido consideradas como obras que toman el estereotipo del arte moderno, especialmente la abstracción para transformarlo en algo «esencialmente feo».

La fotografía de Wolfgang Tillmans titulada Dunst I (2004) se inscribe en el trabajo que desarrolló el artista en la línea de la fotografía realista, antes de evolucionar hacia la abstracción a mediados de la década de 2000. Las primeras obras de Tillmans, en la década de 1990, se centraron en la cultura juvenil, la vida nocturna y la política, capturando momentos íntimos y personales de su entorno y las subculturas urbanas. Esta fase de su trabajo se caracteriza por la captación de la vida cotidiana y las subculturas urbanas con autenticidad y detalle. En palabras del artista: «Mi punto de partida es tomar imágenes contemporáneas, hacer arte que te haga sentir qué es estar vivo hoy en día». Tillmans desafía las fronteras entre el arte y la vida cotidiana con unas obras caracterizadas por una técnica experimental que permite plantear un cuestionamiento de las percepciones tradicionales. Sus imágenes capturan la inmediatez del presente y transforman lo cotidiano en arte significativo, combinando frescura y relevancia, lo íntimo y lo político. Esta obra permitiá contar con una primera representación del autor en las colecciones del Museo Reina Sofía.

Las obras de Joel-Peter Witkin Poussin in Hell (BL 19052) (1999) y Corpus Medius (BL 19633) (2000) son ejemplos del estilo característico de Witkin. Poussin in Hell refleja la influencia de la pintura clásica y religiosa en el trabajo de Witkin, recreando una escena que evoca las composiciones del pintor barroco Nicolas Poussin, con un giro macabro y perturbador. La imagen puede interpretarse como una alegoría del infierno, enfocada hacia el cuestionamiento y la exploración de temas como la moralidad, la redención y la condición humana. En cuanto a Corpus Medius, que presenta la mitad inferior de un cuerpo masculino tendido sobre una superficie y en contraste con un fondo homogéneo y oscuro, sugiere una reflexión acerca de la anatomía y la fragilidad del cuerpo humano. El enfoque sobre el cuerpo como objeto central de estudio y contemplación invita a realizar una meditación sobre la carne y el espíritu, y cómo estos aspectos se entrelazan en la experiencia humana. Las obras de Witkin, que hacen uso de cadáveres, partes del cuerpo humano y otros elementos, han sido objeto de admiración y controversia a partes iguales. El concepto de lo abyecto, desarrollado por Julia Kristeva en su libro de 1980 Poderes de la perversión, se ha relacionado de forma directa con las creaciones de Witkin. Dado que las obras conservadas en el Museo Reina Sofía datan de los años ochenta, estas dos fotografías permitirán tener ejemplos de su cronología posterior.

El retrato de Vanessa del Rio (Porn Star) de Andrés Serrano, fechado en 2003, pertenece a la mítica serie América (2001-2004), en la que el autor utiliza retratos personales para explorar la variedad cultural y la identidad estadounidense tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. La retratada Vanessa del Río, hija de inmigrantes cubanos y puertorriqueños, creció en Harlem, y a partir de 1974 se convirtió en destacada actriz de películas para adultos. El proyecto América reúne una gran variedad de retratos: personalidades públicas como Donald Trump, Yoko Ono, Robert Altman, B.B. King o la propia Vanessa del Rio, así como personas anónimas, de todas las edades, profesiones y color de piel. El resultado es una muestra representativa de la sociedad estadounidense sin clasificación social. El Museo Reina Sofía cuenta con dos únicos retratos de Andrés Serrano, pertenecientes a la serie que realizó en 1990 sobre el Ku Klux Klan.

Heimo Zobernig ha explorado diversos momentos y movimientos históricos del arte, específicamente el Modernismo, el Posmodernismo, la Abstracción Geométrica y el Minimalismo, con un espíritu riguroso e interrogativo. Su enfoque, a menudo lúdico, también incluye una afinidad aguda y constante con los modos de exhibición, la escenografía y la teatralidad. En el lienzo ofertado en donación explora en las manchas de color difusas que nos parecen querer hablar de los paisajes fauvistas. El Museo Reina Sofía no cuenta con ninguna pintura del artista austriaco por lo que es una gran oportunidad para la representación de su obra en la Colección. También Sin título de 1988, es una escultura en hierro de Zobernig, incluida en esta donación. La pieza está vinculada a la tradición del minimalismo, con una forma abierta y angular que busca abarcar el espacio de la sala, en concreto se sitúa en consonancia con el rodapié. La práctica de Zobernig, como ha señado Jürgen Bock lleva a cabo una praxis expositiva que da la misma importancia al objeto que a la presentación del objeto.

Donación de Yasumasa Morimura

El artista Yasumasa Morimura (Osaka, Japón, 1951) se formó en Bellas Artes en la Universidad de Kyoto (1978) y pronto experimentó un gran interés por el trabajo de Cindy Sherman. Ha trabajado en el ámbito de la fotografía y el videoarte, explorando temas de identidad, género, historia del arte y cultura popular. Desde los años 80 ha desarrollado su obra utilizando como dispositivos principales el autorretrato y la apropiación, organizando sus proyectos en distintas series que contienen deconstrucción, subversión y homenaje.

Morimura comenzó a exponer de manera individual desde 1983 en Japón, iniciando su proyección internacional a partir de 1990, con exposiciones en Londres, Boston, Nueva York, Chicago, Toronto, Melbourne, Bangkok, Madrid, Milán, Moscú, Ámsterdam o París. Su obra se conserva en instituciones como: Yokohama Museum of Art, Museum of Contemporary Art (Tokyo), Carnegie Museum of Art (Pittsburgh), Modern Art Museum (Fort Worth), Museum of Fine Arts (Boston) o San Francisco Museum of Modern Art. El Museo Reina Sofía contaba con dos obras fechadas en 1988 y 1990.

El conjunto de fotografías que Morimura dona al Museo, están fechadas entre 1991 y 2010 y pertenecen a dos series diferenciadas:

– La serie Requiem for the XX Century, en la que Morimura se transforma para reinterpretar personajes e imágenes fotoperiodísticas en una propuesta de revisión de la historia del siglo XX. La selección incluye ejemplos de una primera etapa del proyecto (1991-2007) y una segunda etapa, titulada inicialmente New Requiem (2010). De la primera etapa son las imágenes referidas a Mao Tse-Tung, Chaplin como Hitler en El Gran Dictador, Lee Harvey Oswald, la fotografía de La ejecución de Saigon en la guerra de Vietnam, Lenin, el asesinato de Inejirō Asanuma, Albert Einstein y León Trotski. De la segunda etapa: Mahatma Gandhi, Sergei Eisenstein, Osamu Tezuka, Salvador Dalí, así como del encuentro entre el emperador Showa y el general Douglas MacArthur tras la derrota de Japón en la II Guerra Mundial.

 – En cuanto a las dos fotografías de la tercera serie, An Inner Dialogue with Frida Kahlo (2001), las imágenes reinterpretan sendas pinturas de Frida Kahlo.: Las dos Fridas (1939) y Árbol de la Esperanza, mantente firme (1946). Morimura explica que siempre se sintió atraído por su obra debido a su cuantiosa producción de autorretratos.

La donación de las 17 obras de Morimura supone poder contar con una excelente representación de la obra de este artista, sumándose a las dos piezas ya presentes en la colección del Museo Reina Sofía y encuadrándose en la línea dedicada a la crítica de la representación.

Donación del Archivo de Darío Villalba

El Archivo de Darío Villalba comprende fundamentalmente la documentación generada por el artista en el transcurso de su actividad artística: material archivístico manuscrito e impreso; publicaciones editadas y recortes de prensa referidos a Darío Villalba; fotografías, diapositivas, negativos y carteles que documentan tanto el proceso creativo del artista en pruebas o experimentaciones como su desarrollo final y exhibición. El conjunto incluye además algunos documentos de carácter audiovisual y otro material diverso, como pueden ser algunos libros de la biblioteca del artista intervenidos y varios paneles de obras en proceso.

Darío Villalba (San Sebastián, 1939 – Madrid, 2018) es un artista que destaca por la exploración de la fotografía como técnica y poética capaz de irradiar a las obras pictóricas. Sus creaciones borran el límite entre estas dos artes a través de descontextualizaciones, fragmentaciones, texturas, veladuras, encuadres, brochazos, barnices, etc. Un abanico de recursos que amplían el campo de la pintura y crean una obra polimorfa y singular, clave en el contexto posterior al informalismo.

Las obras de Villalba han formado parte de numerosas exposiciones colectivas, así como en bienales y ferias internacionales, destacando su participación en 1970 en la XXXV Bienal de Venecia con su serie Encapsulados rosas. Dentro de las muestras individuales sobresalen: Darío Villalba, Galería Vandrés, 1974; Darío Villalba 1964–1994, IVAM, 1994; Documentos básicos 1957–2001, CGAC, 2001; Una visión antológica 1957-2007, MNCARS, 2007; y Pop soul: Encapsulados & Otros, Sala Alcalá 31, 2019. Su trabajo ha sido reconocido a nivel nacional e internacional con diferentes galardones, entre ellos, el Premio Internacional de Pintura en la XII Bienal de Sao Paulo (1973), el Premio Internacional del Jurado en la XIII Bienal de Arte Gráfico en Liubliana (1979), el Premio Nacional de Artes Plásticas (1983) y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes (2003).

Este archivo permitirá abrir nuevas investigaciones en torno al trabajo del artista en un momento de gran interés internacional por su trabajo, desde el punto de vista de la proliferación de la cultura visual y de la articulación de un deseo diferencial como elementos centrales de su fértil producción.

Nuevos nombramientos

El pasado 1 de junio daba comienzo el proceso selectivo, tras la publicación en el B.O.E y en la página web del Museo de las convocatorias de los puestos de Director/a del Gabinete Institucional, del Director/a de Comunicación y del Director/a de Estudios del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Un procedimiento que ha garantizado la publicidad y concurrencia atendiendo a los principios de mérito y capacidad y a criterios de idoneidad.

Además, se anunciaba la creación de una comisión de valoración, que ha examinado y evaluado las solicitudes y la documentación aportada por los 43 candidatos que se han presentado a la convocatoria de Director/a de Gabinete Institucional, los 111 candidatos que se han presentado a Director/a de Comunicación y los 46 presentados a la plaza de Director/a de Estudios. La comisión ha estado presidida por el subdirector gerente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Julián González Cid, e integrada por dos personas más en condición de vocales: un representante del Real Patronato, Guadalupe Herranz Escudero, secretaria del Real Patronato y un representante de la Subdirección de Gerencia, Sara Horganero Gómez, subdirectora Adjunta a Gerencia. La comisión de valoración, tras la evaluación de las solicitudes presentadas, emitió un informe en el que se concretó el resultado de la misma y una prelación de las solicitudes. A la vista de los méritos acreditados, y visto el informe de la comisión de valoración, el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía junto a la comisión de valoración ha realizado entrevistas personales a los candidatos/as que han sido preseleccionados para comprobar su idoneidad para el puesto y tener un mejor conocimiento de sus méritos y capacidades.

Tras la finalización del proceso, el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Manuel Segade (en aplicación del artículo 9.2.ñ) del Estatuto del MNCARS, ha propuesto hoy a la Comisión Permanente del Real Patronato el nombramiento de Carlos Urroz (Madrid, 1966) como Director de Gabinete Institucional, a Diana Lara (Madrid, 1977) como Directora de Comunicación y a Julia Morandeira (Bilbao, 1986) como Directora de Estudios.

Perfil de Carlos Urroz

Carlos Urroz Arancibia (Madrid 1966) es Gestor Cultural y Asesor de Instituciones Artísticas. Trabaja con fundaciones e instituciones culturales para desarrollar sus proyectos y así generar un impacto positivo en el público y en la sociedad; adecuando estructura, contenido, medios y actividades para hacerlas sostenibles y viables. Es profesor del Máster de Comisariado de la Universidad de Navarra y de la Universidad Nebrija.

Director entre 2019 y marzo 2023 de TBA21 (Thyssen-Bornemisza Art Contemporary) la fundación creada por Francesca Thyssen-Bornemisza para la producción, exposición y colección de obras de artistas contemporáneos relacionados con temas sociales y medioambientales implanta institucionalmente en España en 2022. Entre las actividades de la fundación están organizar 2 exposiciones al año en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, el acuerdo a tres años con el C3A de Córdoba y la supervisión de otras actividades de la fundación con instituciones culturales y educativas.

Ha sido director de la feria ARCOmadrid desde mayo 2011 a febrero 2019., intensificando el vínculo con América Latina, creando la sección “Opening” para galerías jóvenes y desarrollando la marco ARCO internacionalmente con la creación de ARCOlisboa desde 2016. Miembro del patronato de la Fundación ARCO ha aumentado su actividad a través de nuevas actividades como la Gala de los Premios A la Coleccionismo o los ARCO Gallery Walks para generar nuevos públicos para el arte y el coleccionismo.

En 2005 y hasta 2011 crea y dirige UP (Urroz Proyectos), empresa destinada a idear e implementar proyectos en el ámbito de la organización y comunicación cultural con la que colabora con la Fundación Loewe, Bienal de Canarias, SEACEX (sociedad estatal para acción cultural en el exterior), Región de Murcia…cargo que simultánea con otros puestos en instituciones como asesor de artes plásticas de la Comunidad de Madrid o miembro del comité de programación de la Fundación ICO.

Entre 1998 y 2006 es director de la Galería Helga de Alvear donde trabaja con importantes artistas internacionales y comisariando proyectos propios, así como con la colección Helga de Alvear, germen del actual centro de arte del mismo nombre sito en la ciudad de Cáceres. Anteriormente trabajó 4 ediciones (1995-1998) como director adjunto de ARCO, siendo su directora Rosina Gómez-Baeza.

Colaborador y profesor de universidades conferencias y seminarios, su trabajo ha sido distinguido como Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres de la República Francesa (2014), la Medalla del Gobierno de Colombia (2015), Medalla al Mérito del gobierno del Perú (2018) y la Medalha Municipal de Mérito Cultural de la Ciudad de Lisboa (2019).

Perfil de Diana Lara

Licenciada en Humanidades por la Universidad Carlos III de Madrid, Máster en Comunicación Corporativa e Institucional Web 2.0 por la Universidad de Alcalá, y Máster en Online Reputation & Community Management por la Universidad de Barcelona, Diana Lara (Madrid, 1977), lleva ejerciendo como experta en Comunicación Corporativa y Gestión Cultural desde finales de los años 90.

Inició su trayectoria profesional en 1997 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en el que ocupó el cargo de Jefa del Área de Prensa, Radio y Publicaciones y donde coordinó la comunicación interna y externa de la institución, la edición de las publicaciones de la institución (revista mensual Minerva, Anuario anual…), la gestión de la publicidad externa y de los intercambios publicitarios así como la coordinación de la emisora cultural de la entidad, Radio Círculo, elaborando cada temporada su programación anual.

A continuación, en el año 2004 ocupó el cargo de Técnico I de Prensa y Publicaciones en el Instituto Cervantes coordinando la comunicación nacional e internacional de todas las sedes que el Instituto Cervantes inauguró en ese periodo destacando, entre ellas, la de Pekín, Brasilia, Praga, Belgrado, Estocolmo, Nápoles o Sofía, entre otras, así como la relación con medios internacionales y la gestión de las relaciones con los medios en los diferentes países en los que el Instituto Cervantes tenía presencia.

En 2007 es nombrada directora de Comunicación del Ministerio de Cultura del Gobierno de España encargándose de la elaboración del plan director de Comunicación del Ministerio de Cultura y de sus direcciones generales. Allí es responsable de la comunicación interna y externa y de la Imagen Institucional del Ministerio, de las relaciones con los medios de comunicación nacionales e internacionales y del asesoramiento en todos los asuntos relacionados con la comunicación del Ministerio.

En 2010 participa en la puesta en marcha del proyecto de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en Madrid, Casa del Lector, como directora de Comunicación, Marketing y Community Manager desarrollando toda la estrategia en medios de comunicación y redes sociales, así como el protocolo de los actos institucionales y la gestión y coordinación de actividades culturales y las diferentes estrategias de captación de públicos.

En el año 2017 se incorpora, tras un proceso opositivo, al cargo de Coordinadora del Prensa del Museo Reina Sofía, puesto que ocupa en la actualidad y que compatibiliza con el de Profesora Asociada de la Universidad Camilo José Cela. En el Museo ha coordinado la política de comunicación institucional con las relaciones con los medios de comunicación nacionales e internacionales, se ha responsabilizado de la gestión, análisis y prevención de situaciones de crisis, de la gestión de los eventos externos elaborados en colaboración con diferentes medios de comunicación, de la coordinación del equipo del departamento de prensa y del diseño y coordinación del plan anual de publicidad Institucional.

Como docente, además de la Universidad Camilo José Cela, ha impartido clases durante varios años en el Máster de Comunicación corporativa e institucional de la Universidad Carlos III de Madrid, en el MBA en Marcas de Lujo y Lifestyle organizado por Elle Education y Mindway House of Education, en la Diplomatura online en Industrias Culturales organizado por el Instituto Universitario de Investigación Ortega-Marañón en colaboración con la Organización de Estados Iberoamericanos así como en la Escuela de Formación del Ayuntamiento de Madrid como profesora en el curso “Gestión de Redes Sociales en Archivos, Bibliotecas y Museos”. Es miembro del Instituto de Cultura y Tecnología de la Universidad Carlos III de Madrid.

Perfil de Julia Morandeira

Julia Morandeira Arrizabalaga (Bilbao, 1986) es investigadora, comisaria y educadora. Es desde 2023 directora de la sede parisina de KADIST, una organización de arte contemporáneo que desarrolla una importante labor internacional a través de su colección y programas que buscan situar el trabajo de artistas en los debates sociales de nuestra época. Es también desde 2022 profesora en la Universidad de Leiden (Países Bajos), donde coordina e imparte el curso Social and Ecological Justice Activism in the Visual Arts, y profesora en el grado de Exposiciones. Curaduría y Diseño de EINA Barcelona.

Entre 2021 y 2023, fue comisaria del programa post-académico y miembro del comité ejecutivo de BAK, basis voor actuele kunst en Utrecht, donde articuló y organizó el programa transnacional de becas y células de investigación Fellowship for Situated Practice entre otros. También ha estado vinculada con la fundación de la estructura y mediación de encargos públicos en con Concomitentes, marco en el que ha desarrollado la intervención del artista Iván Argote en la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Morandeira ha comisariado la sección Opening de ARCOMadrid en las ediciones 2021-23, y ha sido consultora en artes visuales del programa PICE de A/CE-Acción Cultural Española en 2019-20. De 2016 a 2019, co[1]directora del departamento de la escuelita en el Museo CA2M, un organismo de investigación en el seno de la institución, y de 2018 a 2020, fue comisaria del Programa de Pensamiento de los Teatros del Canal, un espacio de debate y producción de conocimiento sobre la danza y el teatro, su cultura y política, su comunidad y escena. Otras posiciones a destacar fueron su labor de coordinación de la Feria LOOP (2012- 2013) y comisariado del Festival Screen (2011), ambas en Barcelona; así como la de asistente de exposiciones y eventos públicos en Gasworks (2009-2010), Londres.

En las vertientes académicas y para-académicas, fue tutora de investigación y docente de teoría en el máster Dutch Art Institute de 2019 a 2023. De 2019 a 2021, fue profesora en el programa de máster de Arte y Profesiones Artísticas de la escuela SUR en el Círculo de Bellas Artes con la Universidad Carlos III y en 2020-2021 fue profesora en el curso de investigación en Prácticas Colectivas del posgrado en el Royal Institute of Arts de Estocolmo. En colaboración con el colectivo artístico KEM, la ONG Krytyka Polityczna y la comisaria Kasia Sloboda, desarrolló ¿Cómo tocar el movimiento? Materialidades del cuerpo, coreografías sociales y feminismos queer, una escuela informal que explora la coreografía expandida y los feminismos, inaugurada en 2021 en Varsovia, Polonia. Ha impartido cursos y conferencias en numerosas instituciones como la University of Applied Arts de Viena, el Royal Institute of Art de Estocolmo, De Appel Curatorial Program en Amsterdam, la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, la Universidad del País Vasco-EHU, Goldsmiths College en Londres, Notre Dame University en Indiana (EEUU) o en la École Normale Supérieure (París). Su trabajo se sitúa en la intersección entre las preguntas avanzadas por los estudios culturales y la teoría crítica al calor de la práctica artística, visual, o performativa y la intervención educativa y política. Sus proyectos se articulan en investigaciones curatoriales de largo aliento. Su trabajo ha sido presentado internacionalmente bajo múltiples formatos en KADIST y Jeu de Paume (Paris); Hangar (Lisboa); Peryton (Copenhagen); CA2M, CentroCentro y Matadero (Madrid); Azkuna Zentroa (Bilbao); Tabakalera (Donostia-San Sebastián); MACBA (Barcelona); Savvy (Berlin); Kyiv Biennial (Kiev); Kunstcenter Bergen; Gasworks y Serpentine Gallery (Londres); TEOR/Ética (Costa Rica); ArtCenter/SouthFlorida (Miami); BetaLocal (Puerto Rico), o en el CCE La Paz (Bolivia). En 2012, fue comisaría del pabellón de Barcelona en la 9 Bienal de Shanghai con un proyecto de Miralda. Es Licenciada en Humanidades por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y máster en Culturas Visuales por Goldsmiths College de Londres

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