Con la inauguración de la “cueva-silo” junto al molino Infanto, se culmina, para UPyD, “una de las actuaciones más inoportunas y absurdas de la presente legislatura”. Según UPyD, esto pone en evidencia que «el equipo de gobierno municipal ha perdido el norte y anda dando tumbos peligrosos en un campo como el de la protección y conservación del patrimonio en el que, muchas veces, las decisiones conllevan consecuencias irreversibles”.
UPyD ha recordado que las “cuevas-silo” o “sotanillos de molino” tienen un valor excepcional por ser construcciones populares de varios siglos de tradición que se realizaban exclusivamente en Campo de Criptana y se caracterizan por su típica bóveda de piedras a canto, forjada sobre cimbra de madera y recubierta con tierra en el exterior. Estos sotanillos se usaban básicamente como almacén temporal de grano y, además de ser un endemismo arquitectónico de Criptana a todos los niveles, tampoco tienen parangón a nivel local, con los típicos chozos, ni cualquier otro tipo de construcción popular. «Constituyen, pues, un elemento etnográfico de ineludible protección y de máximo mimo», señala la formación política, que mantiene que «ya únicamente quedan en Criptana 4 sotanillos, tres de ellos en estado de ruina muy avanzado. Otro de ellos está situado en el entorno de las eras aterrazadas, que son la puerta de entrada a la sierra por su parte oeste, junto a la EFA. Éste, el más intacto, estuvo en perfecto estado hasta hace dos años, a partir de los cuales ha entrado en un proceso, aún realmente reversible, de degradación y derrumbe».
«Conocedor de todo ello, el Ayuntamiento de Campo de Criptana ha decidido poner remedio a la situación destinando unos 30.000 euros a construir un sotanillo de nueva planta y prácticamente desde cero junto al molino Infanto, dando como resultado una especie de pastiche sin gracia, a base de cemento, continuos errores de documentación y diseños relamidos, que nada tiene que ver con nuestras cuevas tradicionales ni, mucho menos, con nuestros sotanillos de molino”, denuncia UPyD. «Para paliar un poco el efecto, sin embargo, se ha querido ilustrar a los visitantes con el rótulo de ‘Cueva-silo Siglo XVI’, quizá porque se piense que el turismo de calidad no debe ser un objetivo para Criptana y que aquí lo que hay que traer es gente más bien sin cultura y embrutecida”.
Respecto a los demás sotanillos, “los auténticos”, UPyD asegura que el alcalde «no ha considerado conveniente destinar un solo céntimo, quizá porque son viejos y no están cerca de la tienda de chucherías o de algún molino visitable». «Sin embargo», aclara el partido magenta en Campo de Criptana, “sabe perfectamente que tras las lluvias del pasado año y las que vengan en éste y en el próximo, son monumentos sentenciados de forma definitiva si no se actúa ya, de forma inmediata”.
Para UPyD, que está de acuerdo con el criterio arqueológico de atender primero la catalogación, consolidación y protección de lo que ya hay desde siglos, de lo que ya tiene valor auténtico e intrínseco sea cual sea su estado, «todo esto no ha resultado una sorpresa», y pide al gobierno local de Criptana que “aunque sea verdad que las murallas medievales de Villajos fueran capaces de resistir 700 años de historia y batallas, pero no tres meses de este alcalde; o que el palomar de Treviño haya resistido más de un siglo en pie para precisamente ahora desmoronarse: por favor, con la cueva-silo del siglo XXI ya tenemos bastante; no se pongan a construir ahora en la sierra ni palomares ni murallas. Aunque estén cerca de la tienda de chucherías o de algún molino visitable”.