Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.626 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa una incremento del 14,5% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en un contexto marcado por los bajos precios del gas y unos menores márgenes de refino. informó la compañía.
Mientras, el resultado neto ajustado del grupo, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.126 millones de euros a cierre de junio, un 21,8% inferior a los seis primeros meses de 2023.
Por otra parte, la energética ha decidido proseguir avanzando en su política de remuneración a sus accionistas y ha anunciado un segundo programa de recompra de acciones y una reducción de capital, mediante la amortización de acciones propias, de 20 millones de acciones para la segunda mitad de este año.
Con 1.128 millones de euros comprometidos como dividendo en efectivo en 2025, la compañía distribuirá a sus accionistas 0,975 euros brutos por acción en 2025, lo que representa mas de un 8% en comparación con 2024.
Repsol distribuyó un dividendo en efectivo de 0,90 euros brutos por acción, incluyendo una remuneración de 0,40 euros por acción y 0,50 euros por acción en enero y julio respectivamente. Esto representa un incremento cercano al 30% respecto a la remuneración de 2023.
Adicionalmente, la compañía amortizó 40 millones de acciones propias el 12 de julio de 2024, finalizando de esta forma la primera reducción de capital de 2024. Desde 2022, la compañía ha amortizado 350 millones de acciones, un 22,9% del capital social a 31 de diciembre de 2021.
En total, el grupo prevé destinar 4.600 millones de euros a dividendo en efectivo hasta 2027, a lo que se puede sumar la recompra y amortizaciones de acciones por un valor de hasta 5.400 millones, para alcanzar un rango de distribución a los accionistas de entre el 25% y el 35% del flujo de caja operativo del periodo.
«Estamos plenamente centrados en la ejecución de nuestra estrategia a 2027, que se fundamenta en una transición energética rentable que satisfaga las necesidades de nuestros clientes y retribuya de forma creciente a nuestros accionistas», señaló el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.
El flujo de caja de las operaciones durante el segundo trimestre de 2024 ascendió a 925 millones de euros, 770 millones de euros inferior al mismo periodo del año pasado, debido principalmente a la salida de caja por la adquisición del 49% restante en Repsol Resources UK y al acuerdo para cerrar el procedimiento arbitral con Sinopec. Excluyendo este efecto, el flujo de caja de las operaciones durante el trimestre fue 216 millones de euros superior respecto al mismo periodo de 2023.
LA DEUDA NETA ASCIENDE A 4.595 MILLONES DE EUROS
Por su parte, la deuda neta del grupo al cierre del segundo trimestre de 2024 se situó en 4.595 millones de euros, 694 millones de euros más a la cifra al cierre del primer trimestre de este año, debido principalmente al programa de recompra de acciones y a nuevos contratos de arrendamientos.
Mientras, la liquidez Repsol a cierre de junio se situó en 9.669 millones de euros -incluyendo las líneas de crédito comprometidas no dispuestas-, lo que supone 3,09 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
Repsol destacó que su contribución fiscal en los primeros seis meses de este año alcanzó a los 5.802 millones de euros, de los cuales 3.895 millones de euros fueron en España). En estas cuentas de enero a junio ya se incluyen 335 millones de euros correspondientes al impacto para la compañía del gravamen especial del Gobierno para las energéticas y la banca.
TRANSFORMACIÓN DE SUS ACTIVOS INDUSTRIALES
En este periodo, Repsol ha proseguido además impulsando la transformación de sus activos industriales, que ha obtenido el respaldo de diversas instituciones, como el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Banco Europeo de Inversiones, con la entrada en producción de la planta de combustibles 100% renovables de Cartagena, con una inversión de 250 millones de euros y una capacidad de 250.000 toneladas al año. A esta planta sumará una segunda en Puertollano.
Asimismo, el grupo ha avanzado en su apuesta por los combustibles renovables y ha multiplicado por cinco los puntos donde ya los suministra, pasando de 60 en enero a los más de 350 actuales en España y Portugal, con el objetivo de alcanzar 600 puntos a final de año y 1.500 en 2025.
Además, durante el semestre, aumentó un 47% el volumen de energía eléctrica comercializada frente al año anterior, hasta alcanzar 3.130 gigavatios hora (GWh). De esta manera, cuenta con 2,4 millones de clientes de electricidad y gas en España y Portugal, un 9% más respecto al cierre de 2023, y es el cuarto operador de este mercado en España.
También los clientes digitales de Repsol, presentes sobre todo en la aplicación Waylet, se sitúan en 8,6 millones, frente a los 7,9 millones de finales del ejercicio anterior.
RENOVABLES
En lo que respecta al impulso de las renovables, cerró el semestre con una capacidad instalada de 3.118 megavatios (MW), un 54,6% más que el año anterior, gracias principalmente a la puesta en marcha en España de Sigma (204 MW) y de Frye (637 MW), su mayor planta fotovoltaica hasta la fecha, ubicada en Estados Unidos.
Además, la compañía cuenta con una cartera de proyectos de 60.000 MW en varias fases de desarrollo, de los que 2.870 MW se encuentran ya en construcción. Tras la entrada en operación de estos activos, su producción de energía eólica y solar ha aumentado un 66,2%, hasta 2.154 GWh, en el primer semestre.
Igualmente, durante el semestre se ha cerrado la integración de ConnectGen, que aporta una cartera en desarrollo de proyectos eólicos terrestres de 20.000 MW en el mercado estadounidense, donde Repsol prevé tener el 30% de su capacidad global instalada en 2027.