M.L. (vecina de Pozuelo de Calatrava).- El señor alcalde y todo el equipo de gobierno de Pozuelo de Calatrava posan satisfechos por el éxito logrado en la celebración de la verbena de San Cristóbal. Casualmente, ni la página web del Ayuntamiento ni los medios digitales locales permiten exponer quejas o comentarios en relación con la «noticia» publicada. Por eso recurro a este medio, al que quedo agradecida por darme la oportunidad de recordar al citado alcalde que también existe «la otra cara» de esa verbena.
Seguro que como autoridad municipal es conocedor, pues ya en octubre de 2023 presenté una reclamación al respecto. Entonces detallé el calvario que sufrimos los vecinos de calle Granada, muy próxima a la plaza donde el evento transcurre. Son desde luego hechos asquerosos: durante esa noche la aludida vía pública se convierte en un urinario, y eso en 2023, porque entre el 6-7 de julio de 2024 convirtieron además la calle en sitio ideal para esparcir excrementos humanos.
Aunque suene feo, la pestilencia es mucho peor. Efecto lógico debido a las altas temperaturas del estío, con el asfalto tan reseco e impregnado de orina en descomposición, penetra dentro de los domicilios (el calor obliga a tener las ventanas abiertas) un hedor insufrible.
En la plaza donde acontece la verbena hay disponibles sólo un baño para damas y otro para caballeros; medios insuficientes para cubrir las necesidades fisiológicas de la multitud que se congrega en el festejo. Un desahogo tras los excesos, cuyo desagradable contenido (acompaño fotografías como testimonio gráfico) vierten en la cercana calle Granada, entre el resguardo de los coches estacionados, mostrando exhibicionismo impúdico ante los vecinos, quienes a la mañana siguiente han de recoger los cúmulos de inmundicia…porque los servicios municipales de limpieza sólo se preocupan de adecentar la plaza, que debe lucir bien para oficiar la misa.
Interpelo desde aquí al señor alcalde, para ponerle de manifiesto que el ocio de algunos tiene como límite el derecho a un domicilio inviolable, y que con ignorar las quejas vecinales no conseguirá silenciarnos. Llevamos soportando largos años el infernal ruido (implica dos noches sin dormir) inherente a la celebración, pero semejante estercolero insalubre no lo voy a aguantar, y no me pienso callar.
Por ello en febrero de 2024 dirigí una queja al Defensor del Pueblo, y en el contexto de la misma el alcalde aseguró que habían contratado seguridad privada y reforzado la presencia policial y el servicio de limpieza, si bien tal afirmación no obedeció a la realidad del desarrollo de la verbena en la edición del presente año. La situación empeoró terriblemente, como acreditan las fotografías que he mencionado.
El 7 de julio por la mañana hallé el horror a escasos centímetros de mi puerta, de modo que antes de las 8:00 llamé a la Policía Local, para que fueran testigos de la porquería acumulada, pero… ¡el teléfono estaba apagado!
Al final siempre es lo mismo: mientras los vecinos afectados bregamos con los desechos orgánicos, resulta que los efectivos de limpieza municipales se limitan a acicalar la plaza para concelebrar misa, que tiene lugar ofreciendo una imagen de perfección y orden, por la que se congratula ufano el Consistorio.
Me pregunto si el señor alcalde puede mostrar empatía, si estimaría admisible que junto a su casa numerosas personas incívicas (hartas de alcohol y otras sustancias) se pongan a hacer sus necesidades sin recato, y que al día siguiente él se viera forzado a quitar los restos de micciones y heces con sus propias manos.
No todos somos sumisos contribuyentes. Además de pagar impuestos, algunos conocemos nuestros derechos, así que a veces el titular de tales derechos puede luchar para protegerlos y reivindicarlos.
A que es del Partido Popular?