El servicio de Fisioterapia de Atención Primaria en Ciudad Real del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha alcanzado una media de 250 pacientes atendidos al mes cuando se cumple su primer año de funcionamiento.
Esta unidad, ubicada en el Centro de Salud III de la capital, atiende a los pacientes que derivan los médicos de Atención Primaria de los tres centros de salud de Ciudad Real para tratar patologías de traumatología subagudas o leves, como esguinces de grado I y II, traumatismos leves sin fractura y luxaciones, y crónicas como lumbalgias, dorsalgias o artrosis de rodilla.
Históricamente, estos tratamientos sólo podían prescribirlos los especialistas hospitalarios. Tanto es así que la sala de fisioterapia funcionaba desde la inauguración del centro de salud como una extensión del servicio de Rehabilitación del HGUCR y los profesionales atendían solo a pacientes procedentes de la lista de espera del hospital.
Este modelo estuvo vigente hasta diciembre de 2022, cuando el SESCAM publicó la Guía de Fisioterapia en Atención Primaria, documento que, según uno de sus autores, Antonio Mateos, “supuso un cambio de paradigma” porque “es el médico de familia o el pediatra quien puede remitirnos un paciente y somos nosotros los que, tras analizar la derivación y valorar al paciente, establecemos los objetivos terapéuticos”.
Mateos, que es fisioterapeuta del Centro de Salud de Miguelturra, explica que la guía sirve de apoyo al médico de familia y aclara qué pacientes puede enviar directamente a Fisioterapia y cuales debe derivar al hospital a la consulta del especialista.
A este respecto, Pilar García Arroyo e Isabel Herrera, fisioterapeutas de la citada unidad de Atención Primaria en Ciudad Real, señalan que existe muy buena comunicación con los facultativos de los centros de salud, a los que han informado personalmente de la nueva guía y se han establecido consensos para garantizar la mejor atención a nuestros ciudadanos. Además, “cada día revisamos una por una las derivaciones que recibimos y en caso de duda hablamos directamente con los médicos de familia”, apuntan.
En cuanto a la atención, destacan que “podemos aplicar técnicas a los pacientes a las que sólo podían acceder en consultas privadas de fisioterapia, como tratar un esguince con un vendaje funcional”.
Este nuevo modelo asistencial tiene, además, la contrapartida de facultar a los profesionales para que puedan ejercer también como educadores de salud y trabajar la salud comunitaria junto con el resto del equipo de Atención Primaria. Así, los fisioterapeutas de Atención Primaria, a través de la educación sanitaria, trabajan en sus centros para prevenir caídas de ancianos, desarrollan escuelas de pacientes de hombro, de lumbalgias o para la prevención de esguinces y fascitis, entre otras.
Como explican Isabel Herrera y Pilar García Arroyo “la fisioterapia ha cambiado mucho en los últimos años: hasta hace poco una lumbalgia se trataba actuando directamente sobre ella con ejercicios específicos y, ahora, en cambio, trabajamos el movimiento, en quitar el miedo, logrando que el paciente se recupere antes”, subrayan.