Caja Rural de Ciudad Real obtuvo en 2010 un beneficio antes de impuestos de 13,5 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 12,5% sobre el objetivo previsto y un descenso del 4,3% sobre el año anterior. El director general de la entidad, Miguel Ángel Calama, ha dado a conocer el balance 2010 de la Caja: todos los directivos están satisfechos.
Calama manifestó que en el año 2010 se habían fijado cinco ejes de actividad que eran; Balance, Resultados, Morosidad, Cobertura de Insolvencias y Solvencia de la Entidad, y manifestó que estos cinco objetivos «se han cumplido todos ellos e incluso se han superado».
Señaló que los créditos a clientes habían alcanzado la cifra de 1.287 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 6,1% sobre el año 2009. Recalcó que este dato es especialmente significativo por ser un indicador de la recuperación y este crecimiento está por encima de
la media del sector. La principal aportación vino del circulante de las empresas y comercios.
Respecto de los Recursos de clientes, señaló que el saldo del total recursos gestionados se situó en 1.484,2 millones de euros con un comportamiento excelente de los Recursos de Balance que crecieron a tasas del 3,52% sobre el año anterior. La principal contribución vino del lado de las imposiciones a plazo fijo.
En cuanto a la evolución de la morosidad «se comporta mucho mejor que la media del sector». «La Caja cerró el 2010 con una ratio del 3,14% cuando la media del sector supera el 5,70%». Durante el ejercicio del 2010 la Caja ha seguido una política de fuertes dotaciones destinando en el año más de 12 millones de euros, lo que le permite tener un ratio de cobertura del 178%, tres veces más que la media del sector, que se sitúa en el 59%. Miguel Ángel Calama dijo que esta posición «permite abordar el 2011 en unas condiciones inmejorables para seguir apoyando el desarrollo del sector empresarial».
También se refirió a la evolución de la solvencia de la Caja que se situó en el 13,15% siendo el 86% de los Recursos propios Core Capital, dato que está mas de un 40% por encima del ratio medio de las Entidades.
Para terminar su exposición se refirió a la capacidad de liquidez que tiene la Entidad, señalando que este es otra de las partes fuertes, pues a diciembre la Caja tenía una posición de 652,8 millones de euros lo que representa un incremento sobre el año 2009 del 16%. «Esto permite decir que la Caja no tendrá presiones de liquidez al menos durante los dos próximos años».
En cuanto a los retos a los que se tendrá que enfrentar el sector financiero, dijo que serán similares a los del 2010 y además se tendrían que adaptar a los nuevos requisitos exigidos por Basilea III.
Por su parte, el presidente, Luis Díaz Zarco, manifestó sentirse «muy satisfecho pues se han cumplido los cinco objetivos que se habían fijado,
debido al crecimiento del negocio, el manejo exigente de los costes y los gastos generales, y a una política prudente de las inversiones lo que hace que Caja Rural de Ciudad Real enfrente el ejercicio 2011 en una posición de liderazgo y vuelva a cosechar nuevos éxitos ya dentro de lo que será Globalcaja». En este sentido, dijo sentirse muy satisfecho por la evolución de la fusión y el buen clima que existe en los equipos de las tres entidades, y reiteró que mayo será la fecha en la que inicie la actividad la nueva Caja: GLOBALCAJA.
Análisis nacional e internacional
En el ámbito de la economía nacional e internacional, el presidente manifestó que el ejercicio que acaba de terminar ha sido un año de «extrema dificultad». «En el contexto de la Eurozona, se produjeron las intervenciones de las economías griega e irlandesa, creando un clima de fuerte desconfianza entre los socios Europeos llegando a hablarse incluso de la adopción de medidas excepcionales con un hipotético riesgo de fragmentación en la Zona Euro». «Todo este entorno de inestabilidad ha perjudicado seriamente a nuestra economía, que ha visto como durante los meses del verano sufrió los ataques de los especuladores ante la hipótesis de que España tuviera que acogerse a un plan de estabilización exigido por la Unión Europea», dijo.
Para Díaz-Zarco, ñas consecuencias inmediatas de esta desconfianza han sido la dificultad de renegociar la deuda ya existente y por supuesto el coste de la misma, «pues en ocasiones la prima de riesgo llegó a alcanzar un diferencial sobre el bono alemán de 290 puntos básicos.
Continuó diciendo que de todas formas el año 2010 será reconocido en nuestro País como el año de la reestructuración del sector financiero, sobre todo el sector de las Cajas de Ahorro, que son las Entidades que más directamente han sufrido la crisis por su fuerte exposición a la actividad de la construcción y promoción inmobiliaria.
«La ordenación del sector ha sido de tal intensidad, que bien por la vía de fusiones directas o por participar en los S.I.P, hoy de las 42 Cajas de Ahorro que había a principios del año pasado, quedan 16 Grupos y ya se habla que durante el 2011 se volverán a producir procesos de concentración reduciéndose nuevamente el número de operadores».
Con respecto a la economía real española, dijo que “me atrevo a calificar el ejercicio anterior como el año en el que se inicia la remontada; es cierto que los datos de crecimiento de nuestro P.I.B. son muy débiles y presumiblemente cerramos el año con una ligera tasa negativa del 0,2%, pero en economía lo importante son las tendencias y empieza a observarse como el consumo de familias y hogares muestra una tendencia algo más favorable que en el ejercicio anterior».
Recordó que «la confianza de los consumidores ha venido mejorando durante los tres últimos trimestres, situándose el indicador de confianza del Consumidor en 70 puntos con un aumento de 1,9 puntos debido a la mejor percepción de la economía española». «El comportamiento de la inversión en bienes de equipos ha tenido una recuperación extraordinaria a lo largo del 2010. E idéntico comportamiento han
seguido nuestras exportaciones sobre todo a las economías de la zona Euro».
El dato que lastra la senda hacia el optimismo es el drama del paro «que durante el ejercicio pasado ha seguido creciendo en 174.470 parados más, lo que representa un incremento del 4,5% sobre el año anterior y arroja una penosa cifra de 4.100.073 personas sin empleo, lo que representa superar un 20% la tasa del paro».