El museo municipal Manuel López Villaseñor abría esta tarde las puertas al centenar de alumnos, que, desde octubre, han participado en el XXXII Curso de Pintura López-Villaseñor, que este jueves ponía su broche de oro con un mural colectivo, en el que cada uno ha plasmado parte de la obra del centenario artista ciudadrealeño, tal y como ponía en valor el concejal de Cultura, Pedro Lozano.
“La entrega de diplomas de este curso, tan multitudinario, sirve como acto inicial o pistoletazo de salida a todas las celebraciones preparadas para conmemorar los 100 años de López Villaseñor, que se cumplen mañana”, explicaba Lozano, quien recalcaba el nivel del alumnado de este curso y de su profesor. “Jesús se supera cada año y es increíble su nivel y profesionalidad, tanto, como el mural que preside la entrada al museo, a la altura de cualquier museo o galería de arte”, añadía el concejal de Cultura.
Bajo las nociones de Jesús Arévalo, 120 alumnos han desarrollado la técnica del acrílico, desde cero, así como sus procedimientos y su aplicación en diferentes soportes. Así, en esta obra comunitaria cada alumno ha ilustrado, con distintas técnicas, una parte o detalles de la obra de López-Villaseñor, con un resultado que no ha dejado indiferente a los propios autores.
Con la organización del curso, el Ayuntamiento de Ciudad Real ha cumplido con una de las funciones intrínsecas del museo, como es la de servir como vía de comunicación entre el arte, los artistas y el público, además de intentar superar los resultados obtenidos en anteriores ediciones.