Estamos siendo testigos de un problema, de un ataque a los derechos humanos de una población ya humillada, masacrada y abandonada desde hace 35 años, estamos viendo como el gobierno de Marruecos ataca a la población civil de el campamento de la dignidad saharaui en el Aaiún, estamos siendo testigos de cómo el Gobierno español, por miedo a los intereses económicos que tiene con el reino alauí, no ha sido capaz de actuar ante esta situación ni, cuando se está obstaculización la libertad de prensa y expresión incluidos los profesionales españoles.
Mientras el presidente del gobierno, no contento con su pasividad ante el conflicto, manda a sus compañeros de partido que no hagan declaraciones en las que se posicionen contra la postura gubernamental . Ha podido acallar a su partido pero no a la sociedad española. Con la voz de la sociedad está la voz del mundo de la cultura, aquellos que apoyaban el No a la Guerra, los que se han dejado ver en campañas contra la violencia de genero, los que se han posicionado siempre a favor de los derechos humanos y que ahora, no puede de otra manera deben seguir manifestando su compromiso contra la injusticia frente a la población saharaui. Para acallar también esta voz la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, pide a los actores que no opinen y dejen esa responsabilidad a los expertos. ¿Quienes son los expertos? Los propietarios de empresas que abandonando sus lugares y sus trabajadores han ido a explotar mano de obra barata en Marruecos; o los gobiernos que lo priman denominándolo relaciones comerciales internacionales. O es la Ministra de Asuntos Exteriores que necesita más información para poder actuar o al menos posicionarse.
¿Que ha pretendido la ministra de Cultura con estas declaraciones? manipular a los representantes de la cultura, a las caras que pueden hacer llegar mensajes con la fuerza de su imagen pública a la sociedad para movilizarla. Es que solo piensan utilizarles cuando hay que sacar adelante unas elecciones, o apoyar a un partido político concreto. Eso no, yo al menos tengo bastante más confianza en los Bardem, en Willy Toledo, en Botto, en Miguel Rios en Mendoza y en tantos otros que, no sólo nos hacen disfrutar con su hacer cultural, sino que nos demuestran que no son insensibles a los problemas sociales y a la violación de los derechos humanos. Resume esta aptitud del Gobierno lo que dice Monleón: «El poder necesita sentirse poder y las críticas desde fuera introducen una capacidad crítica, hacen pensar. Hay personas que aceptan instrucciones como en un rebaño. Pero cuando alguien hace preguntas, los poderes tiemblan».
Entremedias de esta tormenta de incongruencias por parte del gobierno, en el Parlamento Andaluz, celebra las jornadas de presentación de la Región Oriental del Reino de Marruecos, para fomentar lazos empresariales y económicos, a lo que el grupo de IU ha denunciado que no es el momento más apropiado para que esto se fomente con dinero público.