La alcaldesa Rosa Melchor, junto con el concejal de Obras Municipales, Javier Ortega, ha realizado esta mañana una visita a las obras que se están llevando a cabo en la Plaza de Santa María. Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Alcázar de San Juan en el que la empresa alcazareña Intedhor está actualmente acometiendo una significativa renovación.
Una serie de cambios sustanciales que contribuirán a que siga siendo un amigable lugar de encuentro, pero adaptado tanto a los tiempos actuales como a exigencias normativas, de acuerdo con las explicaciones de José María Ropero, director gerente de Intedhor. Entre las características generales de la obra, destacan los cambios de todas las tuberías de agua, la instalación de gas preparada para que el vecindario pueda solicitar suministro en cualquier momento, la recuperación de árboles y la colocación de bordillos artesanales que embellecerán el entorno.
Asimismo, Ropero ha señalado que gran parte del proceso más farragoso de la obra está llegando a su fin, por lo que Intedhor pronto procederá al cerramiento del pavimento y a la aplicación de hormigones con el objetivo de crear pendientes para la evacuación de pluviales, siguiendo con la colocación de adoquines que permitirán que la plaza quede activa para el tráfico urbano y el tránsito de personas, pudiendo dando paso al comienzo de la segunda fase del proyecto, centrada en el frontal de la parroquia de Santa María.
La nueva Plaza de Santa María traerá también consigo una nueva zona de juegos infantiles, una necesidad de gran relevancia teniendo en cuenta su ubicación en una zona con mucha población y con una parroquia muy concurrida, motivo por el que Rosa Melchor ha explicado que se va a apostar también por la prioridad de los peatones sobre los vehículos y por la instalación de un adoquín hecho a base de un material con capacidad de absorber dióxido de carbono. Se trata, por tanto, de un proyecto enmarcado en una filosofía que ya se está aplicando en el resto de Alcázar de San Juan y que está muy alineada con los valores europeos de ciudad moderna.
Una rehabilitación que «había que hacer desde el cariño, ya que la Plaza de Santa María es en realidad el origen de nuestra ciudad y era muy necesario llevar a cabo esta obra, ya que teníamos muchos problemas con el tráfico rodado y con la accesibilidad de nuestros peatones», ha indicado la alcaldesa, que ha puesto en valor la mejora en infraestructura que va a experimentar la zona y, en consecuencia, sus vecinos y vecinas, con los que ha querido disculparse por las molestias ocasionadas y a los que ha pedido comprensión, ya que «en apenas tres meses estaremos disfrutando da una placeta adecuada al siglo XXI».