Por José Belló Aliaga
Se ha celebrado en el Centro O_LUMEN, situado en la madrileña calle de Claudio Coello, 141 de Madrid, un interesante coloquio con la cineasta Paula Ortiz, organizado por SIGNIS-ESPAÑA, en colaboración con CinemaNet.
En el acto participaron la propia cineasta, Paula Ortiz, y los críticos de cine, Ninfa Watt, Rubén de la Prida y Juan Orellana.
Coloquio con la cineasta Paula Ortiz, dentro de Encuentros SIGNIS y CinemaNet ,en el Centro O-Lumen, c/ Claudio Coello, 141
Como nos comenta María Ángeles Almacellas, directora de CinemaNet-Madrid, vicepresidenta de SIGNIS-España, crítica de cine: “Ha sido una interesantísima actividad cinéfila: una mesa de diálogo con la cineasta Paula Ortiz, una de las grandes directoras del panorama nacional, con importante repercusión en el cine internacional y una ocasión extraordinaria haber podido asistir en directo a la reflexión sobre su propio cine de una directora de la categoría de Paula Ortiz e , incluso, plantearle preguntas”.
Y añade, María Ángeles: “Decía el gran Orson Wells que la cámara debía ser un ojo en la cabeza de un poeta. Pues esto es exactamente lo que sucede con Paula Ortiz: es una cineasta que, a través de su cámara, contempla la vida y al ser humano con la reverencia de un poeta. Solo la mirada de un poeta que anda en amor es capaz de llegar a la esencia de las cosas, y solo una cineasta «en-amor-ada» de la belleza, como Paula Ortiz, puede revelar lo profundo de cada realidad con lenguaje de imagen y sonido”
“Sus historias se desarrollan en una atmósfera estética muy personal, en la que se entremezclan la música, como expresión del sentimiento o de la emoción de una escena; recursos visuales, como el uso del color, con relatos pictóricos de una belleza plástica deslumbrante, o la recurrente presencia de espejos en los que se refleja la complejidad de los personajes; elementos simbólicos, como el cristal y la sangre; el uso de la luz jugando entre las sombras. Es un estilo sensual y visual, que provoca sensaciones e invita a la contemplación, con uso frecuente de la cámara lenta, que parece detener el tiempo, y planos detalle sobre el rostro de los personajes, que permiten penetrar hasta el hondón de su alma”.
“Hasta el momento ha realizado cinco largometrajes, el último de los cuales, Hildegart no ha llegado todavía a las pantallas, tiene previsto su estreno en 2024. De tu ventana a la mía (2011), directora y guionista; La novia (2015), directora y coguionista con Javier García Arredondo (adaptación libre de la obra Bodas de sangre de Federico García Lorca); Al otro lado del río y entre los árboles (2022), directora (guion de Peter Flannery sobre la novela homónima de Ernest Hemingway); Teresa (2023), directora y coguionista con Javier García Arredondo y la colaboración de Juan Mayorga (adaptación de la obra de teatro La lengua en pedazos de Juan Mayorga); Hildegart (2024), directora (guion de Eduard Sola y Clara Roquet)”.
El cine de Paula Ortiz
María Ángeles Almacellas continúa: “Si nosotros leemos Al otro lado del río y entre los árboles, La última novela de Ernest Hemingway, autobiográfica y escrita en el atardecer de su vida, y vemos la película homónima de Paula Ortiz, comprobamos que el personaje protagonista, el coronel Richard Cantwell, es el mismo, pero distinto. La cámara, ese ojo en la frente de un poeta, ha llegado hasta lo más hondo de ese hombre herido en el alma por los horrores vividos, traspasando la capa de cinismo hasta llegar al núcleo donde habitan los miedos y la nostalgia de una prórroga del tiempo de amar y vivir”.
“La verdad de las esencias profundas de las cosas está más allá del tiempo y el espacio. En De tu ventana a la mía, Violeta, en el Canfranc de 1923, Inés, en la comarca de las Cinco Villas, allá por 1940, y Luisa, en la Zaragoza de 1975, las tres son la mujer, esa mujer a la que la historia no la ha dejado ser, pero ha permanecido siempre de pie, sin perder la dignidad”.
“La Novia presencia sobrecogida cómo el novio y Lorenzo luchan a muerte, cada uno, con un cuchillo de cristal en la mano. Cuando ambos caen abatidos con la novia entre ellos, formando un conjunto de sangre y muerte, las voces se quedan mudas, solo la música hace avanzar y da sentido a la tragedia”.
“En Teresa, la cineasta penetra en el hondón del alma de una mujer extraordinaria, maestra de espirituales y gloria de las letras españolas. La película tiene una estructura formal y argumental impactante para expresar la profundidad de la vida mística, la entereza y la grandeza de una mujer abulense del siglo XVI, que trató de amistad con el mismo Dios, pero que fue tan fiel y tan humana como para dudar de sí misma. Hasta que, en su reflexión dolorida, en la contradicción está la ganancia, halló la única salida a su desazón: abandonarse del todo, dejar atrás sus inquietudes y abismarse confiadamente en el amor del Amigo”.
José Belló Aliaga