En plena crisis económica en general y del periodismo en particular, La Tribuna sorprende con un salto de calidad: a partir de este martes, todas las páginas del periódico se imprimirán íntegramente en color. Abandona, de este modo, el clásico blanco y negro del que hacen uso el resto de periódicos de nuestra provincia y la inmensa mayoría de los nacionales.
Este salto no es una novedad dentro del grupo, ya que algunas de las cabeceras de Castilla y León ya vienen imprimiéndose a todo color desde hace algunos meses. Sí resulta sorprendente que La Tribuna haga esta apuesta de calidad en unos tiempos en que el papel está perdiendo rentabilidad y ha comenzado su particular «principio del final» hasta su desaparición en gran parte de los medios impresos actuales. Además, el predecible aumento en los costes de impresión contrasta con la dudosa situación económica de las cabeceras de Antonio Miguel Méndez Pozo, que en mayo del año pasado cerró La Tribuna TV (pese a ser adjudicataria de una licencia de TDT regional), La Tribuna de Cuenca, La Tribuna de Guadalajara y ‘adelgazó’ la plantilla de Ciudad Real dejándola casi en la mitad. En total, cerca de 90 trabajadores que fueron despedidos, lo que provocó un total de cuatro concentraciones de protesta.