El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 para aumentar la conciencia medioambiental y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente. Coincidiendo con este día, Ecologistas en Acción creó los premios “Atila”, que reconocen y denuncia a quienes con sus actuaciones no permiten que “crezca la hierba”.
Con estos premios de ámbito estatal se señala a personas e instituciones que son responsables de agudizar la crisis social y ambiental.
En esta edición, Ecologistas en Acción han otorgado un accésit especial al gobierno de Castilla-La Mancha presidido por Emiliano García-Page “por actuar a través de sus decisiones en contra de la biodiversidad, de la defensa del medio ambiente y de la emergencia climática, poniendo cortapisas a la urgente transición ecológica”.
En el último año, el gobierno regional de Castilla-La Mancha “se ha destacado a nivel estatal por ser uno de los que más medidas regresivas en materia medioambiental ha implementado. En este sentido se enmarca su apuesta desmedida por el incremento del regadío, sin atender al estado de sobrexplotación de los ríos y acuíferos; por la promoción de la caza, en detrimento del uso público del medio natural, de los caminos y vías pecuarias y de la protección de la biodiversidad y de los espacios naturales protegidos; por la apuesta por las macrogranjas, el biometano y la importación de residuos; o por la promoción de macroproyectos insostenibles, como el Centro de Datos de Meta en Talavera de la Reina, los parques de Ocio en la cabecera del Tajo o el Parque Toroverde en la serranía conquense. Para remate el Gobierno de Castilla-La Mancha sigue inmerso en un proceso de implantación de renovables desordenado e impactante social y ecológicamente”.
El Gobierno de Page “también ha frenado importantes iniciativas ambientales, como los nuevos planes de recuperación de especies en peligro de extinción, la ampliación de la Red Natura 2000, la reducción de emisiones debido a la agricultura y ganadería o las que pretenden el uso sostenible del agua y el descenso de la contaminación en zonas urbanas”.
Castilla La Mancha “es la región que más ha crecido en regadío, siempre en muy pocas manos y donde está el ejemplo más extremo de pérdida de humedales y espacios protegidos; el parque nacional de Las Tablas de Daimiel que sigue sin contar con un apoyo sincero por parte del Gobierno regional”.
También es de criticar “la falta de transparencia en información medioambiental, impidiendo o retrasando el acceso a proyectos de fuerte impacto o declarándolos como “proyectos prioritarios” en cuyo caso se tramitan al amparo de una decisión política y con más rapidez”.
Finalmente por “no contar con la participación de las organizaciones ambientales en la toma de decisiones, pero dando por seguro su apoyo en casos muy criticables, como el del plan de gestión de las ZEPA para aves esteparias, donde se ha aumentado en 3.000 hectáreas el cultivo de leñosos con el solo apoyo de las OPA”.
A nivel nacional el primer premio, Premio Atila 2024, es para el Gobierno de Canarias, por su “empeño” en la destrucción del territorio insular y la utilización de las instituciones públicas para la defensa de intereses privados.
Las actuaciones del actual gobierno han dado lugar a las movilizaciones “Canarias tiene un límite” de abril, donde más de 200.000 canarias y canarios salieron a las calles a reclamar un cambio de modelo económico y social en las islas.
El segundo premio, Premio Caballo de Atila, se lo ha llevado Altri-Greenfiber, empresa promotora de la macrofactoría de celulosa, y el Gobierno de la Xunta de Galicia por impulsar este proyecto “insostenible” en la comarca de A Ulloa, el corazón de Galicia. El proyecto Gama “acarreará una gran contaminación para el río Ulla al que verterá las aguas residuales de la fábrica”.
En cuanto a los accesits especiales, estos se han otorgado, además de al Gobierno de Castilla-La Mancha, a los de Castilla y León, La Rioja y Extremadura.
