El cruce de declaraciones de la pasada semana entre la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, y el futuro candidato a la alcaldía por el PSOE, José Valverde, demuestra, según Izquierda Unida, el bajo nivel político y la necesidad de una regeneración democrática en la capital basada en la participación ciudadana que haga decisiva la contribución de los colectivos más desfavorecidos de la ciudad.
Para Izquierda Unida de Ciudad Real «el programa electoral del Partido Popular no está ejecutado al completo… afortunadamente». Según la portavoz de la asamblea local de Izquierda Unida, Carmen Soánez, «cuando las formaciones políticas que optamos a llevar la voz de los ciudadanos en el Pleno municipal elaboramos nuestros programas electorales debemos tener muy presente que los fondos públicos son limitados y que no podemos ofrecer más de lo que los ciudadanos pueden aportar, y mucho menos emplear el dinero de todos en adornos caros e innecesarios, insultantes sobre todo en tiempos de crisis», dijo, refiriéndose al coste de las últimas estatuas adquiridas por el consistorio mientras aumenta el número de personas paradas en la capital. «Que Ciudad Real sea una ciudad de servicios, públicos y privados, sin apenas industria o agricultura, no debe despistarnos de que las situaciones de pobreza y marginación están aumentando en la capital, y poco está haciendo el Ayuntamiento del PP para atender a esta realidad».
Izquierda Unida no va a exigir al Partido Popular que cumpla su programa electoral «alejado de las necesidades de la gente, sobre todo de la que no lo votó». Pero intentando rescatar lo poco positivo, «aunque superficial en el planteamiento», que prometió Rosa Romero, Carmen Soánez recordó que «de los presupuestos participativos y de la transparencia del Ayuntamiento nunca más se supo; de la construcción y adjudicación de viviendas públicas asequibles en propiedad mejor pueden hablar quienes tuvieron que renunciar a ellas por no poder satisfacer las imposibles condiciones de entrada e hipoteca; del alquiler de viviendas públicas no puede hablar nadie porque nadie ha podido beneficiarse; varios centros sociales y culturales están todavía por ver; y promete ahora aparcamientos disuasorios que Izquierda Unida desearía que se situasen en cuanto se abandona la autovía o antes de comenzar las primeras edificaciones en los accesos a la ciudad por Toledo, Porzuna o Piedrabuena, con autobuses gratuitos al centro cada diez minutos y con vigilancia, factores que realmente disuadirían de entrar a la ciudad en vehículo particular».
Todo ello, «junto con los fracasos del teatro-auditorio municipal o el centro de la juventud, el incumplimiento de las ordenanzas de que se dota el propio consistorio (como limpieza y ruidos) y tantos otros que se pueden detectar con solo repasar el programa electoral del Partido Popular para las elecciones de 2007, dan idea del falso triunfalismo de la señora alcaldesa».
Pero si falsa es la cara de la esfera pública municipal no menos decepcionante es, según Izquierda Unida, «la cruz de una oposición monopolizada por un PSOE desmotivado (a pesar de sus diez concejales) y ahora desconcertado por la imposición de un candidato que aterriza desconociendo la realidad de Ciudad Real». «Sus asesores no han estado muy acertados a la hora de esgrimir el tranvía como el gran incumplimiento del PP. ¿Por qué no se han leído el programa electoral de su contrincante, aunque solo fuese para no hacer el ridículo? ¿O es que cree el señor Valverde que los ciudadanos andamos despistados y no sabemos que la idea del tranvía sólo surgió como adorno faraónico a un proyecto megalómano como era el Reino de Don Quijote, para que no pareciese tan alejado del casco urbano de Ciudad Real?».
La Asamblea Local de Izquierda Unida está convencida de que los ciudadanos «sabrán quiénes tienen que estar en el Pleno municipal en las próximas elecciones del 22 de mayo de 2011 para decidir desde el punto de vista de las necesidades reales del pueblo de Ciudad Real».
