Han pasado 48 horas desde el 29-S y todo el mundo, Gobiernos, Sindicatos, Patronales, Partidos y ciudadanos en general, deben analizar lo ocurrido. Los principales núcleos industriales de toda España han parado, y solo el escaso seguimiento del pequeño comercio, asfixiado por una crisis que este Gobierno fue incapaz de reconocer y luego atajar, han infundido una aparente imagen de normalidad, esa normalidad en que los polígonos están cerrados, los transportes públicos bajo mínimos y sin viajeros, y algunos mercadillos llenos porque la gente no ha ido a trabajar.
Cada uno cuenta la feria como le ha ido, pero el parón en las principales empresas de la provincia, no se puede ocultar bajo la imagen de bares y pequeños comercios abiertos porque no se pueden permitir un día de cierre. Incluso la manipulación de los medios de la derecha cavernaria no pueden ocultar la realidad de una movilización mayor de la que muchos se esperaban.
Y es que ha sido una campaña muy desigual. Por un lado todos los principales medios atacando a los convocantes, confundiendo a los ciudadanos y arrojando vilezas y mentiras. Por otro lado, los que estábamos a favor de la huelga, enfrascados en una campaña informativa leal y limpia, tratando de informar a los ciudadanos de los graves efectos que tanto la reforma laboral como las políticas del Gobierno provocaran a la economía nacional y a los ciudadanos en general.
El Gobierno, y sus aliados circunstanciales; el PP de la trama Gurtell, la CEOE de Díaz Ferrán, la ultramontana prensa “liberal”, los gatos escaldados y otros elementos, han sido incapaces de poner encima de la mesa las bondades de la reforma y sus medidas, y han sido incapaces porque no hay nada que vender, no hay nada con la que convencer a una sociedad de que hay que empobrecerla para que algunos sigan haciendo grandes negocios, de que hay que degradar el trabajo y al trabajador para buscar una ilusoria competitividad.
Estos verdaderos chupópteros del Estado y del dinero público, han tenido que usar la táctica de demonizar al contrario ante su incapacidad para defender sus propuestas, y la jugada casi les sale bien.
El esfuerzo unitario del conjunto del movimiento sindical de clase, de la izquierda social y política, ha tenido su primer fruto, pero este hay que madurarlo, hay que seguir recomponiendo fuerzas, porque esto no ha hecho mas que empezar, porque ya tenemos encima de la mesa unos Presupuestos Generales del Estado del 2011 que anuncian mas paro, mas crisis, mas injusticia social, y va a seguir siendo necesario dar una respuesta, en las instituciones y en la calle.
No puede el Gobierno y su Presidente ignorar lo ocurrido el 29 de septiembre, no puede este Gobierno continuar imponiendo unas políticas erróneas, injustas y nefastas para el país y sus ciudadanos, no puede este Gobierno continuar desmantelando el estado social y derecho que tanto trabajo y sacrificio costo edificar, y borrarlo todo de un plumazo.
Este Gobierno de Zapatero y del PSOE, no puede seguir sacrificando a este país para ganarse el aplauso de las instituciones financieras que causaron la crisis, no se puede doblegar a todo un país a los gustos de los especuladores, no se puede seguir adelante con medidas económicas que nos llevan a la ruina y a la quiebra social y política.
El 29 de septiembre se dio un paso firme por parte de la sociedad civil para evitar el desastre, se dio el primer paso para combatir la resignación a las que nos quiere condenar este Gobierno, se dio el primer paso para conseguir la obligada rectificación de las políticas económicas que solo traen paro e injusticia social, se dio el primer paso para ganar el futuro, y como decía el poeta; “caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Miguel Ramírez Muñoz
Coordinador Provincial de IU de Ciudad Real
