Recorrido por la Ribeira Sacra. Celanova. El fotógrafo de Celanova (2)

Por José Belló Aliaga

Durante la Alta Edad Media, la villa de Celanova fue cabecera de un condado, propiedad del conde Gutierre, padre de San Rosendo e hijo y vasallo del dux Hermenegildo Gutiérrez y surgió bajo influencia de su imponente monasterio dedicado a San Salvador, fundado en el año 936 por San Rosendo. Sin duda, un gran atractivo que domina el conjunto de edificios de la Plaza Mayor, donde el ayuntamiento, varias casas con soportales de piedra y una fuente trasladada desde el monasterio, nos regalan una estampa con mucha solera.

Fue en la Edad Media cuando el convento gozó de máximo esplendor con una gran parte de la comarca bajo su influencia. La fachada de su iglesia (siglo XVII) es barroca y destaca la torre de los Abades. Con un diseño y dimensiones que la acercan más a una catedral.

En su interior, un conjunto de doce retablos barrocos, la sillería del coro- con un trabajo de ebanistería digno de un artista y donde se muestran escenas de la vida del fundador del cenobio- y el altar mayor, dotan al templo de un sobrio equilibrio. Como cualquier monasterio que se precie cuenta también con dos claustros . El de las Procesiones combinan un gótico tardío en la planta inferior con el estilo barroco que marca la galería del piso superior. El claustro Nuevo, de 1722, conocido también como “O Poleiro”, el gallinero, por su balconada, tiene similares, pero su estilo no está tan elaborado.

Capilla mozárabe de San Miguel

Una de las construcciones más antiguas de Galicia, único vestigio de la época de San Rosendo, se encuentra aquí, en las dependencias de este monasterio benedictino; un pequeño oratorio mozárabe (siglo X, monumento nacional), dedicado a San Miguel, mandado levantar por el conde Froila Gutiérrez, hermano de San Rosendo, prior del monasterio.

Recorrido por la Ribeira Sacra. Celanova (2)

El fotógrafo de Celanova

Celanova, capital de la comarca, cuenta con una población de 5709 habitantes (INE 2023) y es cuna de poetas y escritores como Curros Enríquez, Celso Emilio Ferreiro y Méndez Ferrin.

Viajar con frecuencia permite descubrir lugares increíbles, paisajes maravillosos, sitios míticos y naturalmente conocer a personas que merecen la pena. Este es el caso que ocurrió en Celanova.

Tras la visita al Monasterio benedictino mi cámara de fotos se bloqueó y era imposible seguir utilizándola. Busqué ayuda al respecto y me facilitaron la dirección de Antonio Álvarez Veloso, más conocido como Tony Álvarez, muy cerca del monasterio, fotógrafo excelente, joven gallego, listo y con retranca, de Las Conchas un pueblecito a 30 km al sur, casi en Portugal, que no solamente solucionó el grave problema, sino que impartió una clase magistral del arte de la fotografía. Profesional muy preparado y eficiente, sumamente educado y cordial, al que agradezco su inestimable ayuda. Muchas gracias, Tony.

Tony, me ha enviado una serie de fotos, que no son las mejores, como él dice, y que publicamos en este reportaje.

José Belló Aliaga

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