Hace ya más de 3 años que soy Concejal del Ayuntamiento de Ciudad Real, lo que me llena de orgullo porque es una experiencia fantástica para aprender, para mejorar y para disfrutar la ciudad donde vivo, especialmente cuando comienzas tan joven.
Ahora mismo estamos inmersos en un curso político que va a venir cargado de propuestas, lleno de iniciativas, fotos e ideas, reuniones, más reuniones y actos. Pero dentro de unos meses, cuando mire esto con cierta distancia y la vorágine de la campaña repose, sé que recordaré con especial cariño una de las propuestas que hemos lanzado hace poco y que se debatirá en el próximo Pleno: la moción para que colectivos específicos consigan bonificaciones en el ICIO.
De nombre feo y de aburrida y técnica redacción, si fuera aprobada, básicamente permitiría que el impuesto que paga una persona o una familia al hacer una rehabilitación en su vivienda, sea más alto o más bajo en función de su nivel de renta. Y es que no puede ser más adecuada al momento en que estamos: quien menos tiene, los discapacitados, los jóvenes y los mayores, obtienen una rebaja en el impuesto de obras y a la vez se genera trabajo para quien más sufre la crisis.
A todos nos parece más justo que pague más quien más tiene, eso es algo que casi nadie discute ya, pero si uno lee las leyes que dictan cómo deben ser los impuestos municipales, difícilmente puede aplicarse esto al ICIO, al IBI, al IVTM y a todas esas siglas que nos dicen cuánto pagar por la vivienda, por los coches,… por eso me gusta esta idea, porque significa un cambio no sólo en la realidad cotidiana de miles de mis vecinos, si no que toca el concepto más claro y motivador que existe en política: hay que seguir cambiando las cosas para hacerlas más justas.
Sé que este tipo de iniciativas suelen caer en el olvido rápidamente, estas cosas no son populares como la Ordenanza de Movilidad o el despacho de la Alcaldesa. También sé que trabajar en la oposición es duro, ya que raramente se aprueban tus propuestas por mucho que las trabajes y que creas en ellas. Pero dentro de unos años, cuando todo esto haya pasado, seguiré contándole a mi gente que llevamos a cabo una propuesta que a la pregunta ¿qué clase de políticos seríamos si no nos ocupáramos de los que menos tienen? Contestaba ¿y qué clase de políticos seríamos, si no nos acordásemos de todos los demás?
