Desplazarse en bici es moverse con inteligencia y vivir mejor

El lema de la Semana Europea de la Movilidad este año es “Movilidad, Salud y Seguridad: Muévete con inteligencia y vive mejor”. Un lema que encaja como anillo al dedo con la promoción del uso de la bicicleta. Sin embargo, las ciudades españolas no se caracterizan precisamente por las facilidades para la utilización de la bici en los desplazamientos urbanos, a pesar de nuestras mejores condiciones meteorológicas frente a otros países europeos. Por ello, Ecologistas en Acción exige a los Ayuntamientos medidas para permitir y favorecer el uso la bicicleta en la ciudad como un modo de transporte cotidiano, alternativo al coche.

Según reza la propia documentación oficial de la Semana Europea de la Movilidad, “el uso excesivo de los coches privados en las ciudades crea muchos problemas de salud para los ciudadanos. Entre ellos se incluyen heridos y muertos en accidentes de tráfico, infecciones y problemas respiratorios debidos a la contaminación del aire y enfermedades crónicas como sobrepeso y obesidad, así como problemas cardiovasculares provocados por estilos de vida cada vez más sedentarios”. Pues bien, como resulta obvio, muchos de estos problemas se reducirían drásticamente con el fomento del uso de la bicicleta para los desplazamientos urbanos.

Sin embargo, Ecologistas en Acción considera que la utilización de la bicicleta como medio de transporte urbano es un derecho que numerosos ciudadanos no pueden ejercer porque los Ayuntamientos no ponen los medios necesarios para que se pueda circular en bici por la ciudad en condiciones adecuadas de seguridad y eficacia. De hecho, la mayoría de los Ayuntamientos tienen “políticas de tráfico”, que no de movilidad, ancladas en el pasado, que no consideran que la bicicleta sea un medio de transporte más. Por ello, la bicicleta no es tenida en cuenta en el diseño de las calles, la organización de la circulación, los cruces semafóricos o la provisión de aparcamientos para las mismas, así como en su combinación con el transporte público.

En este sentido, las ciudades españolas están a la cola de las urbes europeas, en muchas de las cuales los desplazamientos en bici pueden suponer más del 30% de todos los desplazamientos urbanos. También hay ejemplos en el Estado español (San Sebastián, Córdoba, Barcelona, Sevilla…) pero en ningún caso se ha avanzado tanto como sería deseable y posible. En este sentido, los sistemas municipales de préstamo de bicis, aún incipientes y poco extendidos, están animando cada vez a más personas a pedalear.

Según la Unión Europea, casi la mitad de los viajes que se realizan en coche en nuestras ciudades son recorridos de menos de 3 km, algo que costaría recorrer en bicicleta sólo unos pocos minutos. Además,  la velocidad media de circulación no supera en muchas ciudades los 15 km/h, velocidad fácilmente alcanzable con una bici.

Este año, en el que el Día sin Coches y la Semana de la Movilidad se realizan bajo el lema “Muévete con inteligencia y vive mejor”, es claro que con un aumento significativo de los desplazamientos en bicicleta se conseguiría tanto una mejor calidad de vida como ésa movilidad más inteligente.

Pero, como denuncia Ecologistas en Acción una y otra vez, es la mencionada “falta de seguridad” el principal problema que retrae a muchos ciudadanos del uso de la bici en la ciudad. Y el automóvil es el que genera esta inseguridad: por su tamaño, potencia y velocidad, constituye un peligro para los demás usuarios de la calle. Esta situación se agrava por la agresividad de muchos conductores, que no respetan ni límites de velocidad, ni pasos de peatones, ni aceras, ni carriles-bus o bici, ante la pasividad y “comprensión” de las autoridades municipales.

Por ello, Ecologistas en Acción exige a los Ayuntamientos las siguientes medidas a favor de la bicicleta:

– La pacificación del tráfico en el interior de los barrios, con “zonas 30” (donde no se permite rebasar los 30 km/h) que permitan sin peligro la coexistencia de los distintos usuarios de las calles, con prioridad a peatones y ciclistas.

– Aparcamientos seguros para bicicletas en los puntos neurálgicos de la ciudad: estaciones e intercambiadores de transporte, centros de enseñanza, centros públicos, polideportivos, zonas de ocio, etc.

– La construcción de una red de carriles-bici en las principales vías urbanas, sobre la calzada y con separador donde sea necesario, que permita circular en bici con seguridad interconectando todos los barrios de la ciudad y éstos con el centro.

– Medidas que permitan la combinación de la bici con el transporte público, que van desde la posibilidad de transportarla a la mejora de la accesibilidad de las estaciones.

– Sistemas de préstamo de bicis, como los que ya se han implantado en numerosas ciudades, y que animan a muchas personas a utilizar este medio de transporte.

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