Fiel a su cita anual, Fuente el Fresno realiza una peregrinación hasta el Monasterio de Guadalupe en Cáceres.
En esta tradición, que cuenta con una antigüedad de más de ciento treinta años, ya que hay constancia de que en 1880 ya se realizaba, en este año participan una veintena de fuenteros, que van a recorrer a pie los 190 kilómetros que hay de distancia entre ambas localidades, a lo largo de seis jornadas.
En la primera de ellas de 38 km se llega la aldea de Piedralá en Malagón. La segunda jornada va desde Piedralá hasta Alcoba de los Montes, con 36 km. En la tercera se recorren otros 32 km entre Alcoba de los Montes y El Bohonal en Badajoz. La cuarta discurre entre el Bohonal y la Presa del pantano del Cijara, de 40 km de distancia. En la quinta se llega a Alía en Cáceres después de recorrer 30 km. Y la ultima, que es la más corta ya que tiene solo 12 km, discurre entre Alía y Guadalupe.
Durante el viaje el grupo de peregrinos cuenta con un apoyo logístico que presta un vehículo todo terreno con remolque, que es el encargado de llevar la comida, la bebida, así como la ropa y pertenencias de todos ellos.
Esta novedad, que viene prestando sus servicios desde hace diez años, contrasta con la peregrinaciones anteriores en las cuales cada participante debía llevar su propia mochila en la que debían llevar saco de dormir, ropa, comida y aseo.
Pese a todo, en la actualidad se mantiene la costumbre de dormir al raso con saco de dormir y para el aseo se utilizan dependencias municipales de las aldeas o pueblos por las que pasan, entre ellas las piscinas.
Una vez que llegan a Guadalupe, dos días antes de la festividad de la Virgen, que se celebra el día 8 de septiembre, todas las Hermandades de Peregrinos son recibidas por los representantes del Monasterio.
El viaje de vuelta se realiza en vehículos particulares o en autobús.
