Cada vez que desde el PP hacemos declaraciones sobre Agricultura que no secundan los despropósitos del gobierno regional, sus voceros, siguiendo las consignas de Barreda, salen en tromba culpándonos de todos sus fracasos y diciéndonos, con más teatro que convencimiento, lindezas como que enredamos, que alarmamos al colectivo y que no arrimamos el hombro. Su última representación la hicieron hace tan sólo unos días cuando referimos lo que no es más que la punta del iceberg de la Agricultura de Castilla-La Mancha: la espeluznante situación de la vid y del vino.
Es sorprendente la terquedad con la que nos culpan de todo lo malo y es de sainete que nos pidan que arrimemos el hombro cuando, inexplicablemente, han rechazado, sencillamente por ser del PP, una tras otra cada una de las 162 propuestas que sobre Agricultura hemos presentado durante el último año en las Cortes Regionales.
Con esta deplorable actitud dejan claro que, con su irresponsabilidad y su mala cabeza, Barreda es el único responsable del desastre de nuestra Agricultura en general y de nuestra vitivinicultura en particular. Su trayectoria avala que no le da al campo la importancia que tiene en Castilla-La Mancha y, como además no quiere aprenderlo, después de tantos años en el gobierno sigue cometiendo las torpezas que han llevado a los agricultores y ganaderos de la región a la difícil situación que están sufriendo, la cual, entre los viticultores ha llegado a tal límite que, con los precios actuales de la uva, no pocos se niegan a recoger la cosecha.
Debería darse cuenta Barreda que quien enreda y crea alarma en el campo es él con su desgobierno, que, como oposición que somos, nuestra misión y nuestra responsabilidad cívica y, por lo tanto, política, es denunciar todos los desaguisados que viene provocando, que es tan legítimo como necesario que lo hagamos al menos con la misma terquedad con la que él persiste en sus errores y que es él y su gobierno quienes deberían estar aplicando las medidas oportunas.
Otro gallo cantaría en el campo de Castilla-La Mancha si Barreda y su gobierno espabilaran y se dejasen de filfas y de vender humo. Nuestro campo necesita con urgencia una profunda catarsis con soluciones realistas y urgentes. No puede seguir soportando, como ha venido sucediendo, una calamitosa política de salir del paso, tan inane como vacía, mantenida a base de propaganda engañosa que, a las pruebas me remito, lo han llevado al desastre.
Conociendo a Barreda sé que reaccionará acusándonos de cualquier cosa, pero me anticipo a él diciéndole que se deje de perder el tiempo insultándonos con sus típicas lindezas y que sin más dilación se ponga a trabajar, que no está la Agricultura para seguir adelante sin aportarle soluciones, que se dé cuenta de que en el PP, afortunadamente para los viticultores y los bodegueros de nuestra región, tenemos las ideas lo suficientemente claras como para no secundar las muchas estulticias que viene haciendo y, cómo no, que se deje de disparates y atienda nuestras propuestas que, por pura lógica, todas no pueden ser malas.