El popular periodista y “hombre del tiempo” reivindicó el orgullo de ser manchego, habló de los bombos, el vino de Tomelloso y la Virgen de las Viñas y rememoró “los cinco mejores veranos de su infancia”, vividos en Peñarroya
La Plaza de España de Tomelloso volvió a ser escenario anoche de uno de los actos más importantes de la Feria y Fiestas de la localidad: la Fiesta de la Vendimia, que celebraba su cuadragésimo quinta edición. Un multitudinario acto presidido por la patrona de la ciudad, la Stma. Virgen de las Viñas, en cuyo honor se celebran estas fiestas. Ante ella desfilaron asociaciones, colectivos y particulares para ofrecerle sus regalos y los primeros mostos del año.
Y también ante ella fueron proclamadas las Madrinas de la Feria y Fiestas 2010, con la imposición de bandas por parte de sus antecesoras, despedidas éstas y recibidas las entrantes en medio de los aplausos del numeroso público que llenó la Plaza.
El acto, conducido por el locutor y presentador, Pepe Sánchez, concluyó con el pregón, que este año se encargó de pronunciar el popular periodista y “hombre del tiempo” Roberto Brasero. Un pregón impregnado de recuerdos de infancia, con guiños de humor, una pizca de emoción, mucha simpatía, ganas de agradar, repaso a todo lo tomellosero –incluida la forma de hablar autóctona- y como no podía ser de otra manera, una original previsión del tiempo para la que echó mano del verso y en la que, para tranquilidad de los tomelloseros, auguró buen tiempo en estos días festivos para la ciudad.
Brasero tiró de recuerdos para explicar el por qué de su presencia en Tomelloso. Solo acepta, explicó, dar pregones en lugares con los que tiene alguna vinculación, y la suya con la localidad se remonta a la infancia, a sus veraneos en la colonia del pantano de Peñarroya para familias de la Guardia Civil en la que pasó, dijo, “los cinco mejores” veranos de su niñez. Esas estancias le permitieron conocer Tomelloso y a sus gentes.
En su pregón el periodista, siguiendo, según desveló, las recomendaciones de amigos y compañeros de profesión que antes pasaron por el mismo trance, reivindicó la figura de Sancho Panza y el orgullo de ser manchego, “un sentimiento –afirmó- que está desplazando cada vez más a ese complejo equivocado que decía que ser del centro es no ser de ninguna parte, porque yo creo que ser de aquí es poder ser de todas partes, es ser de todas partes”.
Habló también, siguiendo las mismas recomendaciones, de los bombos, del vino de Tomelloso “que no saben lo que se pierden quienes lo desperdician”; de la Virgen de las Viñas, “la madre celestial que siempre acoge bajo su manto a quien precisa consuelo y protección” y del lenguaje autóctono. “No estés ‘abotargao’ –le aconsejaron entre otras cosas y así lo dijo- pero tampoco hagas el pregón ‘a tó estrozo’ no vayas a quedar como un ‘cenutrio’, que vas con el azogue siempre ‘tó enciscao’ y te salen las palabras a ‘cascaporro’; y preséntate lustroso, que allí hay mucho ‘bacín’ y luego hablan”.
No faltaron tampoco en su discurso los agradecimientos al alcalde por haber pensado en él como pregonero y las menciones a ilustres de Tomelloso como los escritores Francisco García Pavón, Eladio Cabañero y Félix Grande o los pintores Antonio López Torres y Antonio López García.
Terminado el pregón, el alcalde entregó a Brasero un diploma acreditativo de su paso por Tomelloso como pregonero y la insignia del Ayuntamiento, y le pidió que a partir de ahora pasee el nombre de la ciudad allá donde vaya, cantando sus excelencias como lo acababa de hacer en la Plaza de España. Algo a lo que el periodista se comprometió sin dudarlo un solo momento, asegurando que será tarea fácil porque todo lo dicho era cierto.
También el presidente de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, José Marquez, agradeció a Brasero su pregón y como es tradición le invistió con el blusón manchego y el pañuelo de yerbas que el periodista lució sobre el escenario con orgullo.
La velada, que fue aprovechada para presentar a los tomelloseros la Copa del Mundo de Fútbol que al día siguiente sería expuesta en el Ayuntamiento para que pudieran verla los aficionados, concluyó con el disparo, desde el balcón del Ayuntamiento, del cohete que anuncia todos los años el inicio de la Feria y poco después, el corte de cinta protocolario que dio por inaugurada oficialmente la Feria y Fiestas 2010, el desfile inaugural hasta el ferial y la pólvora.
