Barreda ha metido la pata hasta el garrón, al decir que no defendía la gestión de Moltó al frente de CCM porque no la conocía; es decir, no sabía lo que había debajo de las alfombras de CCM.
Araújo no tardó ni 24 horas en desmentir a su jefe y dijo que las alfombras estaban totalmente levantadas y que todo se hizo con normalidad. Se apresuró aún a sabiendas que rebatía a su jefe de filas porque era conocedora que la responsabilidad de la vigilancia y supervisión de lo que se movía debajo de las alfombras era suya, de la Consejería de Economía y por ende de la Junta de Comunidades ,según se recoge en el articulado de la Ley regional de Cajas. Pero también lo hizo para defender su coartada y justificar su negativa, hasta en 7 ocasiones, de aceptar una comisión de investigación en las Cortes para que se depuren responsabilidades y se esclarezca el origen y los culpables del agujero de 7.200 millones de euros que tapan las dichosas alfombritas y que forzó la desaparición de CCM como caja de ahorros de referencia regional.
Esta precipitación de Barreda primero y de Araújo después, ha puesto al descubierto su gran nerviosismo y las numerosas contradicciones entre estos “dos vigilantes” que no se ponen de acuerdo, a pesar de sentarse todos las semanas en la misma mesa como presidente y vicepresidenta regionales. Uno asegura no conocer nada y la otra asegura haber visto todo normal. Quizás se le haya olvidado a la señora Araújo que el propio Banco de España ha visto muchas “anormalidades” contables y en la concesión de créditos sin garantías, razón por la que ha puesto el pliego de cargos en manos de la Fiscalía.
Unas “anormalidades” que curiosamente van referidas a la misma empresa de amigos de Barreda, ahora en concurso de acreedores, CR Aeropuertos SL, donde el Banco de España asegura que se llevaron a cabo tres ampliaciones de capital sin el visto bueno de la Comisión de Inversiones y que el riesgo asumido por la CCM supone 336,9 millones, el 100% de la financiación bancaria del proyecto, y que ahora tanto Barreda como Araújo le quieren dar a través de una empresa pública y un consorcio, un aval de 140 millones de euros. Seguramente Barreda también olvide que miró para otro lado cuando se le volvieron a dar créditos sin apenas garantías a sus mismos empresarios amigos (tres grupos familiares han recibido créditos por 459 millones de euros), que luego resultaron fallidos y determinantes para la intervención y posterior desaparición de CCM como caja de ahorros. Y también olvide que esos créditos pudieron ser recomendados por él mismo dando instrucciones a quienes hoy no defiende por asegurar que no conoce su labor.
Muchas sospechosas coincidencias, mucho nerviosismo y muchas contradicciones entre los dos máximos responsables de esta región y “vigilantes” de la extinta CCM, que se niegan a investigar, que mienten, que echan balones fuera hacia otros que quizás tiren de la manta y conozcamos por fin la verdad que Barreda y Araújo se empeñan en tapar. ¿Por qué será?