El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, han inaugurado oficialmente la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la ciudad que se ubica en la riberas del río Jabalón, a cinco kilómetros dirección oeste del casco urbano de la localidad y en la que se han invertido 14.000.000 de euros. Durante su intervención Martín destacó que “este es el primer año de los últimos quince que mi ciudad no huele”, ese es el principal mensaje que quiso lanzar recordando que durante todo este tiempo la localidad había soportado las malas olores de la antigua depuradora, especialmente barrios como el de Fátima o el Cristo que se veían obligados en los meses de verano a dormir con ventanas y puertas cerradas.
Por su parte, el jefe del ejecutivo regional señaló que la nueva Estación Depuradora de Valdepeñas es la mayor que ha construido el Gobierno de Castilla-La Mancha y que mayor capacidad de depuración tiene, con una proyección de futuro para atender a 100.000 habitantes. “Depurar es una obligación que mejora la calidad de vida de los ciudadanos”, apuntó Barreda, que quiso recordar que “cada vez que se abre un grifo el gasto tenemos que cubrirlo entre todos para garantizar el ciclo del agua, devolviéndola al río en buenas condiciones”.
El presidente de Castilla-La Mancha que afirmó que el agua es un sector estratégico para la política del gobierno regional, quiso recordar que en poco tiempo, una vez finalizadas las obras de la Tubería de la Llanura Manchega, Valdepeñas recibirá agua de calidad desde la Cabecera del Tajo, “lo que va a diversificar la fuente de abastecimiento de la ciudad y garantizará que el suministro no se verá interrumpido bajo ninguna circunstancia”, concluyó.
EDAR
La nueva estación se encuentra situada en el “Vado de la Manzanera”, donde los vientos predominantes tienen dirección sur/norte, resolviendo los problemas de falta de capacidad de depuración y de olores. El proyecto que se inició en el año 2005 y su construcción material en el año 2007 se ve finalizada ahora con unas instalaciones que ocupan una superficie de 22.500 metros cuadrados y con un cauda de diseño de 12.000 m3/d capaz de asumir la carga contaminante que equivaldría a 100.00 habitantes.
La línea de agua de la nueva EDAR consta de un tratamiento en dos etapas, para eliminar la contaminación aportada consiguiendo unos resultados del 98% de eliminación de dicha contaminación. También cuenta con acondicionamiento de agua regenerada, con tratamientos de filtración y desinfección, para poder dar al agua un uso posterior como agua de riego de zonas verdes y otras instalaciones municipales, así como generación de biogás y gestión de los fagos. Para llevar a cabo el proyecto se ha construido 980 metros lineales de camino de acceso y 4,5 kilómetros de colectores para recogida de aguas residuales y su transporte hasta la nueva EDAR así como 4,5 kilómetros de tubería de retorno a los vasos de la antigua depuradora para almacenamiento del agua tratada para su reutilización.