Conviene reflexionar y analizar el coste que para Castilla-La Mancha, para su desarrollo, su convivencia y su futuro están teniendo las constantes “meteduras de pata” de Cospedal, el estilo de esa mujer que aterrizó en nuestra Región hace unos años para presidir el PP.
Esta señora, desde su llegada a nuestra tierra, ha hecho de la mentira, el infundio, la acusación sin pruebas, el insulto y la descalificación, su forma habitual de llevar a cabo el ejercicio de la acción política, como bien han puesto de manifiesto instituciones democráticas del Estado como la Fiscalía General del Estado, las Fiscalías del Tribunal de Cuentas y del Tribunal Supremo o la propia Inspección de Trabajo, y el Banco de España, que han desmontado las acusaciones sin pruebas y las mentiras lanzadas contra dirigentes del PSOE o contra el Gobierno de Castilla-La Mancha.
Personalmente me preocupa que esta forma de hacer política, esta forma de hacer oposición basada en el todo vale, en las descalificaciones, en los insultos, en las mentiras, en hacer daño al adversario político al precio que sea, aunque en ello se pongan en peligro los propios intereses de nuestra Región. Nunca habíamos conocido estos niveles de crispación y confrontación.
La política y su ejercicio, debe ser el dialogo, la búsqueda del acuerdo para alcanzar el bien común, afirmar la unidad en la defensa de aquellos aspectos que son de interés general, demostrando que unidos somos mas fuertes, esto, desde la llegada a esta tierra, de la Sra. de Cospedal es imposible.
Todo lo contrario, su estrategia, disimulada ante los medios pero confirmada con hechos, ha sido la de combatir todos los proyectos que signifiquen desarrollo para Castilla-La Mancha, sin pararse a pensar si con ello, erosiona, hiere o destruye a instituciones, personas o sectores, como se puede acreditar y demostrar en el conjunto del panorama regional.
Agua, aeropuerto, CCM, Estatuto de Autonomía son algunos ejemplos que ponen a las claras y demuestran su actitud, amén de otros, donde claramente no defendió los intereses de la Región o claramente defendió sus intereses particulares como es el caso de la entrada de su marido en el Consejo de la Corporación de CCM, ¿no tendría que dar alguna explicación, tanto que a ella le gusta exigirla a los demás?.
Esta política del todo vale, o de tierra quemada que viene practicando la dirigente del PP, poco aporta a favor de la convivencia y el entendimiento de los castellano-manchegos y mucho hace por la desafección de los ciudadanos hacia la política, poco hace para alcanzar la unidad de acción, y mucho contribuye para ser mas débiles y, en definitiva, nos cueste más alcanzar nuestros objetivos, posiblemente eso sea lo que ha venido buscando la Sra. De Cospedal con el estilo que ha implantado en su formación. Sobra crispación y confrontación y falta colaboración del PP.
La sociedad castellano-manchega, ha realizado un gran esfuerzo, desde que tenemos autonomía. Hemos incrementado notablemente nuestro nivel de bienestar, hemos mejorado y modernizado nuestro nivel de infraestructuras. Nuestros pueblos han experimentado un gran avance en el equipamiento social. Nuestros productos agroalimentarios cada vez son mas reconocidos por su calidad y ganan mayores cuotas de mercado, disfrutamos de una mejor sanidad y educación y todo ello ha sido gracias al esfuerzo mancomunado de la sociedad regional, con las instituciones y la dirección de un Gobierno Regional que desde un primer momento ha tenido claro, cuales eran las necesidades de Castilla-La Mancha.
Por ello, el estilo que quiere imponer De Cospedal del enfrentamiento, la descalificación, el infundio, la acusación sin pruebas, no lo quieren los castellano-manchegos y sin lugar a dudas se lo harán pagar.
