El sindicato CSI·F convoca a todos los ciudadrealeños a manifestarse hoy y decir “No” a la reducción salarial de los empleados públicos, a la congelación de las pensiones, al recorte de derechos sociales y “No” al despilfarro de las administraciones, estatal y autonómica, según anunciaron el lunes la presidenta provincial de este sindicato, Amparo Díaz; Ramón Caballero, secretario autonómico de acción sindical y Sergio Molina, presidente de Administración Central.
La manifestación partirá a las 19 horas desde la Plaza del Pilar, sede de este sindicato, para recorrer General Aguilera, Carlos Vázquez, Paloma- con una parada de 15 minutos ante la Delegación de la Junta de Comunidades- Calle de la Cruz, Plaza Mayor y finalizar ante la Subdelegación del Gobierno, en donde finalizará tras la lectura de un manifiesto y una suelta de globos con las denuncias y reivindicaciones del sindicato.
Ramón Caballero ha dicho que esta manifestación culmina el trabajo de varios años, con huelgas como las de Justicia, Correos o de Administraciones Públicas y otras muchas movilizaciones parta defender a los trabajadores “y sin dietas y ayudas”.
Renuncia a subvenciones
Caballero ha informado de que CSI·F ha comunicado formalmente que todos sus liberados fueron a la reciente huelga, “a los efectos oportunos de descuentos” y que están dispuestos a que se les reduzcan las subvenciones y ayudas por el Estado y las autonomías, tanto a los sindicatos como a los partidos políticos.
A modo de ejemplo, CSI·F ha propuesto en la Universidad de Castilla-La Mancha que si es preciso se destine el dinero recibido por los sindicatos, para acción social de los trabajadores.
Por último, Sergio Molina ha reiterado el llamamiento a la manifestación a todos los ciudadanos, no sólo empleados públicos, “ya que el IVA o luz nos la suben a todos”, denunciando una campaña de desprestigio contra los empleados públicos, para desmotivarles y hacerles pasar como un lastre, preguntándose si sobran médicos, maestros, bomberos o policías.
Molina ha criticado la falta austeridad de las administraciones, que siguen creando empresas públicas, como la de gestión aeroportuaria de Castilla-La Mancha y manteniendo asesores y dependencias innecesarias.