A pesar de los buenos resultados de los que ha presumido durante los últimos meses, Caja Rural de Ciudad Real también ha sucumbido a la oleada de fusiones que está revolucionando el panorama financiero regional y nacional. Caja Rural de Toledo y Caja Rural de Ciudad Real anunciaron ayer por sorpresa que serán sólo una: habrá fusión.
Según un comunicado de consejos rectores de Caja Rural de Toledo y Caja Rural de Ciudad Real remitido a varias agencias, ayer fue aprobado por unanimidad el informe de fusión de ambas entidades que próximamente será presentado por los respectivos presidentes ante el Banco de España y el Gobierno regional.
Las razones que han llevado a tomar esta decisión se circunscriben en el ámbito de «crear una nueva entidad que dé respuesta al ‘Satatus Quo’ que se está configurando en el sector financiero español». Con esta decisión ambas cajas «muestran su firme vocación de participar activamente en el nuevo panorama bancario y además convertirse en el operador financiero de referencia en la región».
Se trata de una fusión entre iguales que tendrá un nuevo Consejo Rector de 15 miembros, siendo presidente Andrés Gómez Mora, y «copresidente», Luis Díaz Zarco. «La nueva Caja Rural que se creará, nacerá con gran capacidad de gestión, sana, con liquidez y con fuerte vocación y ambición regional para impulsar el desarrollo de las instituciones y de los diferentes tejidos sociales y empresariales del territorio».
La dimensión de la nueva Caja Rural presentará un balance de inicio de más de 4.700 millones de euros, más de 300 oficinas, más de 3.000 profesionales y estará presente en Castilla-La Mancha, Madrid y Ávila.
Además, no se acudirá al Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), poniendo así de manifiesto la «excelente salud» financiera de ambas cajas.
La entidad resultante pasará a ser la segunda caja rural por beneficios del todo el grupo de cajas rurales que está formado por 75 cajas y ocuparía el puesto número cuatro en tamaño, «lo que le da una dimensión de liderazgo dentro de su grupo». Este proceso deberá ser refrendado por las asambleas generales de ambas entidades.
